Capítulo 34.

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-¡Marco!- sonríen y se abrazan. -¿Qué haces aquí?

-Tu madre me dijo que estabas... Ya sabes...Y vine.

-Será mejor que le diga al médico que has despertado.- Ash sale de la habitación sonriendo. 

-¿El famoso Ashton Gallagher?- la chica sonríe y asiente. 

-¿Qué tal las cosas en Barcelona?

-No mucho mejor que aquí. Prefiero no hablar de...

-¿Te acuerdas cuando te caíste del skate porque no sabías patinar?- Kim sabe cuando un tema no es adecuado con Marco. Probablemente solo tenga esa capacidad con él.

-Aún tengo la cicatriz de la frente. 

-No parabas de gritar que te desangrabas, y era un roce de nada. 

-Era en serio.

-Puede. ¿Anne?

-Eh...Bueno...

No hacen falta más palabras, porque la madre de Kim irrumpe de nuevo en la habitación, como de costumbre. Estrecha entre sus brazos a la chica, y farfulla algo entre dientes que Kimberly no consigue descifrar. Digamos que no le hace demasiada ilusión la presencia de su madre. Y el sentimiento desagradable aumenta en cuanto ve entrar en la habitación al estúpido del novio de su madre, Darren. Kimberly sabe lo que quiere, de hecho, está segura de que fue él, el que convenció a su madre de enviarla a Irlanda. Claro, está con una mujer empresaria, viuda, y que solo tiene una hija. Es la jugada perfecta, por eso, él sólo se preocupa de las apariencias. Ese hombre en sí, es pura apariencia. 

-Buenos días, Kim.- la chica no le responde, mira a Marco, y aprieta con fuerza su mano. En ese momento, Darcy y el médico entran en la habitación. El hombre la examina, bajo la mirada de toda su familia. Ashton espera fuera, no sabe si por vergüenza, o porque simplemente hay demasiada gente, cosa que Kim odia. 

-Sorprendentemente, está todo bien. La recuperación no será fácil, pero sí rápida. Si esta noche no ocurre nada, mañana por la mañana tendrás el alta. 

-Gracias, doctor.- a Kimberly le parece irritante la voz de su madre. No hacía falta que hubiera venido. Ojalá fuera Darcy su madre, o tutora, o lo que fuera. El médico sale de la habitación, y solo se quedan Marco y Kim.

-Darcy, nosotros nos vamos. Ya ha despertado, y el médico dice que está bien, tengo una reserva en París.- Darren sonríe al oír las palabras de Anne. 

-¿Cómo puedes dejar a tu hija sola ahora?

-No está sola. Os tiene a vosotras. Ella no me necesita, nunca lo ha hecho.

-No me puedo creer esto. Es surrealista. Si mi hermano...

-Tu hermano está muerto. 

-¿Sabes? Ese es tu problema. No soportas a Kim porque es igual que él. Es su recuerdo. Es un castigo para ti. Te sientes culpable, tan culpable, que en cuanto has tenido ocasión, la mandas a otro país, para intentar olvidarte de James. 

-No sé de lo que me hablas. Nos despedimos y nos vamos, Darren. 

-Eres una cobarde, pero no te importa. Por supuesto, París la espera, su hija está en el hospital, pero es más importante visitar Chanel.

Anne la ignora. Entra en la habitación, y como lo previsto se despide de su hija, junto con Darren. Salen de la habitación sin dirigirle la palabra a  Darcy, que se va a la cafetería a por una taza de té. Realmente lo necesita. Darren y Anne ya están decididos, de hecho, ya están en el taxi. Ashton habla con  su madre por teléfono. Tiene que ir a casa, ya. Lleva tres días sin aparecer por allí, las consecuencias van a ser considerables. Entra en la habitación, y se despide de Marco y de Kim. Le da un beso en la frente a la chica. Sale del hospital casi corriendo. Tiene sensación de suciedad. Quiere una ducha eterna. Llega a casa en seguida, y para su sorpresa, la casa simplemente está ocupada por su hermana. 

-Ashton...

-Vete a la mierda, Abbey, estoy cansado y aburrido. Déjame. 

You make me strong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora