Capítulo 33.

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-¡Maldita sea, Abbey! ¡Dímelo de una puta vez!

-Allá voy.- la chica respira hondo.-Kim no te engañó con Sven. Fuimos Denise, Abigail y yo las que le pusimos algo en la bebida, y...

-¡¿Qué?!

-Lo siento, lo siento mucho y...- Ashton se da media vuelta y camina deprisa. Va a la habitación de Kim. Supone que si la ve, se podrá tranquilizar. Dacota es la única que está en la sala.

-He sido un completo idiota.

-¿Qué dices?

-Que Kim se ha llevado toda la mierda, y yo no hacía más que culparla, le dije muchas tonterías, y ahora... Joder.

-Escucha, Ashton, ella nunca te dejará de querer, y es algo que ahora acabo de entender.

La madre de Kim entra en la habitación, como si fuera una auténtica manada de elefantes.

-Hola, tía Anne.

-¡Por dios Kim! ¿Qué has hecho hija?-Darren entra con Darcy, dejando asombrados a Ash y a Dacota. El chico observa a la madre de Kim. Peculiar personaje. Ashton y Dacota realizan un gesto cómplice por primera vez en sus vidas y deciden salir de la habitación.

-Yo no la veo tan mal.- el novio de Anne bebe su café y se toma un muffin, mientras habla. El irritante sonido del móvil de Darcy les interrumpe. Es Marco. Ya está de camino, y tiene que ir a recogerlo al aeropuerto.

Todo transcurre muy deprisa. Marco llega, la madre de Kimberly se sorprende, y todo sucede así. Como una película de los años veinte, en blanco y negro, y a cámara rápida. A Ash cada vez le duele más ver a kim así, por fin conoce a Marco, pero digamos que los dos se ignoran entre ellos. Y es que, por primera vez, Kim es el centro de atención.

Pasan las horas. Kimberly parece no despertar. Anne y Darren se van a dormir a un motel, y Darcy tiene guardia. En definitiva, Ash y Marco son los que trasnochan en el hospital, porque Dacota ha decidido volver a casa esta noche, y Drake la acompañará. La verdad, ese chico no se ha desprendido de ella ni un solo momento.

Marco contempla a su amiga, tumbada en la cama. El chico que está a su lado debe ser el famoso Ashton, pero eso ahora no es lo más importante. Joder, ahora todos los recuerdos con Kim se pasean por su cabeza. Desde que se conocieron el día en el que ella se mudó, cuando la enseñó a montar en bici, ella le ayudaba con el inglés, cuando el padre de Kim murió, él estaba junto a ella. Quizás, toda su vida ha girado en torno a Kim, y no se ha dado cuenta hasta ahora. Quizás, la quiera más de lo que cree. Ojalá nunca la hubiera dejado ir. Todo esto no habría pasado.

Los pensamientos de Ash son de todo menos positivos. Se culpa de todo esto. Si hubiera dejado explicarse a Kim, no se habrían peleado, y no habría retado a Drake en la playa, y ella, ella no se habría arriesgado tanto. Todo esto es una mierda.

La noche se les hace eterna a ambos. Marco se levanta antes que Ashton, y va a comprar café.

-Ashton, ¿quieres algo?- su voz es un auténtico susurro, agradable incluso para Ashton.

-No, gracias, no tengo hambre.

-Tienes que comer... No...

-Gracias, pero de verdad que no quiero.

-Está bien.- el chico sale de la habitación, y Ashton se derrumba. Tiene ganas de gritar de impotencia. Ojalá pudiera ayudar a Kim. Acerca la silla hacia la cama, y le da la mano a la chica. Apoya la cabeza, y se queda dormido, al fin y al cabo, ya era hora. Los tres días que Kim lleva en coma no ha dormido ni un segundo.

Kimberly abre los ojos lentamente. No tiene ni la menor idea de dónde está, aunque al mirar las máquinas se da cuenta de que parece un hospital. Ash está apoyado en su hombro, y le aprieta muy fuerte la mano. No tiene fuerzas ni para hablar. Está muy aturdida. Mueve el hombro, con la intencion de que Ash se de cuenta de que ella existe. Joder, no recuerda nada. Se retuerce de nuevo, esta vez, Ashton abre los ojos.

-¡Kim! ¡Has despertado!- la abraza, la abraza como nunca antes lo había hecho. La chica hace una mueca de dolor, y él para. -Lo siento, ¿estás bien?- no aparta ni un momento esa sonrisa de su cara.

-Creo que sí.- se ríe, y él la besa en la frente. -¿Qué ha pasado?

-Tuviste un accidente. Has estado tres días en coma, tienes la pierna rota, contusiones y...

-Más despacio, me acabo de levantar.

-Te he echado mucho de menos Kim, fui un imbécil por, ya sabes, por pensar que...-la chica lo besa, lo que Ash se toma por un "disculpas aceptadas".

-Yo también te he echado de menos.

En ese instante, entra la persona que Kim menos se espera. Es prácticamente imposible que él esté alli, pero en cuanto Marco ve a Kim despierta, es como si la taza de café se escapara de sus manos, y cae al suelo.

You make me strong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora