Capítulo 22.

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-Tienes que esconderte. Es la voz de Abigail.

-¿Pretendes que...?

-Si no quieres que nos corte en pedazos y nos tire a Lawcraic, métete en el armario, por favor.

-Ni de broma.

-Debajo de la cama, vamos.

-Increíble que tenga que hacer esto.- le acaba haciendo caso,  se mete debajo de la cama.

Ashton se pone su camiseta, y baja las escaleras.

-¿Qué se supone que estás haciendo en mi casa?

-Hola Ash, tengo llaves, ¿recuerdas?- la chica enseña el objeto y hace un especial énfasis en "recuerdas".

-Tener una puta llave no significa que tengas todo el derecho del mundo a entrar cuando te de la gana. Vete.

-¿Estás solo? Me parecía haberte oído hablar con alguien...

-Hablo solo, ya sabes "Ashton Gallagher, el chico que deja tiradas a las chicas y está loco".

-Nunca me vas a perdonar por eso, ¿eh? - sube las escaleras, convencida, tomándose antes la libertad de colgar su chaqueta, y descalzarse.

-No pero... No sub...- "Da igual Abigail, haz lo que quieras, como siempre". Ash sube lo más rápido que puede, y adelanta a Abigail. -Tengo el cuarto hecho un asco. Entra en el de mi hermana.

-No hay secretos, querido Ashton. Tu cuarto siempre está perfecto. -Ash suspira y mira hacia abajo. La chica pasa.

-Y ahora dime a qué has venido.

-Ash... Me he dado cuenta de que... - Kimberly no puede soportar más estar ahí metida. Es claustrofóbica y siente que se ahoga. Tiene ganas de gritar, pero intenta no hacerlo.- Te quiero, Ash.

-¿Otra vez? Vete a la mierda, y vete de mi casa.

-No puedo soportarlo. Verte feliz, sin mí. Fui una idiota.

-Fuera de mi casa, ahora.

-Por favor, Ashton.

-¡Maldita sea, Abigail! Te fuiste con otro. Y con otro más. Y le dijiste a medio pueblo que había sido yo el del "desliz". Yo tuve que soportarlo. Ser el cabrón del pueblo, que mi familia no me volviera a mirar de la misma forma y los hice por ti. Ahora vete. Ya. -Kim necesita salur de ahí. Tras lo que acaba de escuchar, tiene que hacerlo. Siente la necesidad de saltar por esa ventana para llegar antes a su casa. Abigail suspira. Baja las escaleras, mientras Ashton bufa. En cuanto oye la puerta le hace un gesto a Kimberly para que salga de su escondite.

-Siento...- Ash no consigue encontrar las palabras suficientes.

-¿Tienes un vaso de agua? Me estoy mareando.

-Sí, espera, siéntate, ahora vuelvo.

A Kimberly la cabeza le da mil vueltas. Está a punto de darle un ataque de asma. La última vez fue en el ascensor de su instituto. Cierra los ojos, pero no puede soportarlo. Ash llega con el vaso de agua, su salvación. Bebe como si le fuera la vida en ello.

-Te vas a atragantar, Kim.- la chica se deja caer en la cama, y cierra los ojos. Ashton se tumba a su lado, y permite que ella se apoye en su pecho. La abraza fuerte, y le da un beso en la frente.

-Ash, tengo que irme... -Kimberly ya no es consciente ni de lo que dice, porque el sueño empieza a apoderarse de ella. -Dacota llegará por la mañana y si no ne ve en casa...

-Tranquila, duerme, te despertaré en un rato. -Ash también está cansado. Tanto, que en menos de un segundo los dos están durmiendo como bebés.

****

Abbey y su madre están de camino a casa. Las dos han pasado una mala noche en ese hotel de mala muerte, y solo quieren descansar. Llegan a casa, y todo está sumido en un completo silencio.

-Abbey, ve a ver si tu hermano está en su cuarto, quiero saber si tengo que castigarlo o no por salir anoche.

-Vale, mamá. -la chica sube las escaleras desganada. Abre la puerta del cuarto de Ash, y no puede creer lo que ven sus ojos.

Bueno, veo que me habéis hecho caso, y aquí tenéis lo prometido. Espero que el siguiente llegue pronto a las 600, na, sin presiones. Dusfrutadlo, y ya sabéis un voto no cuesta dinero, algún comentario, tampoco. Un beeso, corazones. xx

You make me strong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora