Capítulo 31: Fiesta (Maratón 1/3)

6.5K 841 173
                                    

¡Ella volvía!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ella volvía!

Me tomé mi tiempo para asimilarlo y para que papá lo hiciera. Él pareció bastante indiferente ante el anuncio, aunque yo supuse que dentro de él algo significaba.

Convencerlo para que me llevara me resultó más complejo de lo que pensé. Al principio sabía perfectamente como esquivar la conversación, incluso ideó un par de excusas que parecían bastantes convincentes.

—Nos perderemos —aseguraba mientras centraba su atención en otras cosas.

—Podríamos pedir ayuda —propuse—. Buscaré un croquis. Es casi imposible que eso nos suceda.

—¿Nunca puedo decirte que no, verdad? —preguntó poniendo toda su atención en mí. No estaba molesto. Estaba derrotado.

—Sí puedes, pero es complicado —sonreí a la par de él que no hizo más que aceptar mi petición.

—Ya está, tú ganas —se rindió después de dos largos días. Dos días que me parecieron eternos.

—Hay otra cosa que quiero pedirte. —Me atreví a decirle a pesar de lo complicado que me resultaba hacerlo porque me era imposible pensar que aceptaría—. ¿Es necesario que Fabiana se entere de esto? —Papá me miró sorprendido, pero no me interrogó, esperó a que yo le explicara—. No es que quiera mantenerlo en secreto, es sólo que... No quiero que se arruine. No digo que ella lo va arruinar, pero quiero que sea un momento especial, sin presiones, sólo...

—Lisa, tranquila, sé lo que quieres decirme —rió papá al escuchar mi intento de explicación—, pero tendrás que decírselo después de la fiesta para evitar malentendidos.

—Prometido —agradecí que lo entendiera y me preocupé únicamente en que todo saliera bien.

Esto era importante para mí, había deseado por mucho tiempo que Angélica volviera. Sabía que nunca volvería a ser lo mismo, pero a pesar de la distancia yo la quería. Era como una buena amiga, una que en realidad me importaba.

🔹🔸🔹🔸🔹

Recogí mi cabello con un bonito adorno y confíe en que eso sirviera para no desentonar.

Leí que el lugar era para la realización de eventos formales, así que hice mi intento por verme así.

Matilda y papá me acompañarían. A él la idea no le parecía muy emocionante, pero yo insistí en que si la invitación llevaba escrito que asistiera toda la familia significaba que Angélica esperaba vernos a todos.

¿Sería verdad eso?

Tuve mucho tiempo para pensar en esa respuesta porque en el auto no hablamos demasiado. Matilda estaba concentrada en la ventana, tratando de guiar a papá en la travesía. Él en cambio estaba concentrado en llegar a tiempo, aunque también parecía no querer llegar nunca.

Querida novia de papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora