Estábamos de nuevo en la mansión Ardley, Albert nos recibió con los brazos abiertos como siempre — El ladrón de hijas — me dijo al abrazarme
— Albert no me hagas sentir mal — contesté
— Sabes que es broma, yo los quiero mucho a los dos, me agrada mucho que finalmente puedan estar juntos como siempre lo desearon, pude ver esto desde antes
— ¿Cuántos invitados nos esperan? — pregunté
Albert me tomó del hombro y caminábamos hacía su despacho — No te deberías preocupar por eso, la casa es muy grande para tantos invitados, pero sí que serán bastantes, tuve que invitar a muchas personas, familiares lejanos y alguno que otro empresario, pero si te refieres a los invitados de Candy, pues estoy seguro que serán todos los niños del hogar de Pony, excompañeras del hospital, y los amigos que ella fue haciendo en su trayecto, además de los que ya conoces — yo me quedé pasmado pues si estaría muy grande la celebración
— Yo solo me limité a invitar a mis padres — dije con cierta tristeza
— Sé que nunca fuiste de muchos amigos, pero sé que bastará con la presencia de ellos dos
Candy corría de un lado a otro cargando manteles y cosas para la fiesta — ¿No sería mejor que tus sirvientes prepararan las cosas? — le dije
Ella me miró mal, aunque lo hacía en plan de juego, parecía muy real — Sabes que me encanta ayudar, además no sé porque insististe en venirnos tantos días antes de la boda, no puedo estar sentada viendo como ellos trabajan en lo que será mi boda, tu puedes ir a la iglesia y ver lo de los arreglos florales
Yo la miré feo — Sabes que es mala idea que Terry Grandchester entre a una iglesia, aún me pregunto si podré resistir estar en la misa — ella me miró mal, yo solo me limité a reír
Candy me dio un golpe en el brazo — ¡No estés jugando Terry! — Me sentí como en el colegio, así solíamos pelear y ella comenzó a reír también, continuo cargando manteles y cortinas, mientras yo caminaba por el jardín, iba rumbo a la iglesia a hacer lo que Candy me había pedido y pude ver al señor que me presentó aquella vez que fuimos a Lakewood, me preguntaba porque estaba ahí.
Por alguna extraña razón recordaba su nombre — ¡Señor, Whitman!
Volteó extrañado, pero contestando a mí nombre — ¡Señor Grandchester!
— ¿Qué hace aquí?
— Oh, se pregunta porque la última vez que nos vimos estaba en la residencia de los Leagan— me dijo muy amablemente, el hombre sudaba y estaba lleno de tierra por todos lados, sus anteojos estaban algo sucio igual, pero era por el trabajo que estaba haciendo, regaba las flores
— El señor Albert me pidió que dejara unos días a los Leagan para venir a cuidar de las flores de esta casa, quería que estuvieran a su esplendor para la boda de la señorita Candy — cargaba una regadera de mano
— ¿Lo hace manualmente? ¿No le resulta cansado?
— Si es cansado, pero Anthony solía cuidar detalladamente a sus rosas y yo trato de seguir el mismo procedimiento, pues las rosas viven más cuando se les cultiva con amor — me quedé sorprendido al escuchar eso, pues parecía que él había conocido muy bien a Anthony
— ¿Usted convivió con Anthony? — no pude contenerme a preguntar
Sus ojos se cristalizaron y su mirada fue a dar al piso — No debería de hablar de él, usted es el futuro esposo de la señorita Candy y eso no está bien
— No, no, yo quiero saber, es que ella en algún momento habló mucho de él y nunca supe cómo fue ese mentado Anthony, en verdad quiero que me cuente algo sobre él
ESTÁS LEYENDO
Terry Grandchester y su historia (EDITANDO)
FanfictionCandy Candy, un manga adaptado al anime creado por Kyoko Misuki e ilustrado por Yumiko Igarashi. Los que busquen más, lean el manga, este fanfic lo escribí por varias razones y la principal es que, a pesar de que me fascina la historia, no estuve co...