El día había llegado, Candy estaba por llegar a Inglaterra, yo estaba tremendamente emocionado porque realmente quería verla, ya había pasado un mes, y me sentía tan solitario son mi esposa. Los sirvientes limpiaron la casa, tenía que verse hermoso, afortunadamente las rosas que planté estaban listas para recibirla.
Me sentía emocionado, muy temprano, Miles condujo hasta el puerto de Southamton para ir a recogerla, quizás fuimos demasiado pronto, porque esperamos al rededor de una hora, cuando un gran barco se acercaba, sabía que ahí estaba, porque se veía lujoso y pagué por que ella viajara en excelentes condiciones.
Cuando finalmente se detuvo, una gran multitud se acercó y comenzaron a bajar los tripulantes, Miles y yo buscabamos desesperadamente — Disculpe señor, pero yo no conozco a la señora Candy
— Sólo busca una gran cabeza rubia de ojos verdes — le dije y me miró de manera extraña, quizás no eran las características que buscaba, pero sabía que con eso era suficies para reconocerla
Miles apuntó hacía una mujer vestida de rojo que bajaba — ¿Será ella?
Lo era, era mi amada Candy, casi llegaba, corrí apresuradamente a alcanzarla, estaba justo donde terminaba la rampa, mi esposa me miró y soltó sus maletas para correr a abrazarme — ¡TERRY!
Olfateé su perfume y ella estaba tan liviana que pude cargarla y darle vueltas, ella reía y se veía contenta — Te extrañé mucho Candy
— Yo también Terry, el viaje me pareció larguísimo — dijo
Tomé sus maletas y juntos caminamos hasta donde estaba Miles, los presenté — Candy, quiero que conozcas a Miles, él es el mayordomo de honor de los Grandchester, mi tutor en la ausencia de mi padre
Miles se inclinó levemente y con su mano cubierta de aquel guante blanco estrechó su mano — Mucho gusto, señora Candy
Candy me vio y pensé que era extraño el termino "señora" pero ya estaba casada, me eché a reír — Jajajaja, deberías acostumbrarte Candy
Ella se limitó a sonreír — Encantada de conocerlo Miles
— Anda Candy, vamos al coche, quiero que conozcas tu nueva casa — Nos subimos, Miles condujo hasta donde estaba la mansión que estaba a lado del río Avon
—¡Inglaterra es hermosa! Tantos años sin estar, ha cambiado mucho — dijo entusiasmada Candy — No conozco mucho por aquí, pero se ve hermoso
Estábamos acercándonos cuando Candy se acercó a la ventana y pudo notar las rosas, volteo a verme y yo solo sonreí sin decir nada, sabía que Candy estaba al borde de las lagrimas, porque estaba en total silencio, noté que Miles también sonreía y es que algo me hacia sentir bien, pues esas rosas las cultivé yo mismo para ella.
Bajamos del coche y Candy no se movió para nada, Miles abrió el portón y miré a Candy de manera retadora — ¿Una carrera hasta el jardín?
Candy quitó su cara de sorpresa y aceptó, corrimos hasta el jardín de las rosas y sin prensarlo se echo al piso, yo la seguí — Gracias Terry
— Bienvenida a casa, Candy
— ¿Como es que hay rosas americanas en Inglaterra? — preguntó
— Bueno, tu amigo, el señor Withman me ayudó, sin que te dieras cuentas, me enseñó a cuidar de las rosas y me regaló un par de estirpes para traerlas acá, aunque la idea era mía, quiero que este sea tu nuevo lugar favorito, por eso también decidí que viviríamos a lado de un río
Candy se sentó y miró hacía donde estaba el río — Esta vista es una mezcla de Lakewood y el hogar de Pony, pero para que este sea mi lugar favorito hace falta una colina
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Terry Grandchester y su historia (EDITANDO)
Fiksi PenggemarCandy Candy, un manga adaptado al anime creado por Kyoko Misuki e ilustrado por Yumiko Igarashi. Los que busquen más, lean el manga, este fanfic lo escribí por varias razones y la principal es que, a pesar de que me fascina la historia, no estuve co...