Capítulo 33 - El reencuentro ♥

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Annie se sorprendió al verme llegar, pero sonrió — ¡Terry! — dijo y Candy y Archie voltearon a verme, traté de ignorar sus miradas, pero los tres estaban sorprendidos de verme ahí

— No sabía que habías venido Terry — dijo Annie

— Albert nos invitó a mí y a mi madre — seguimos bailando

Annie miró hacia atrás a ver — ¡Tu madre es Eleanor Baker!

— Si

— Escuché a alguien comentar que habían visto a Eleanor Baker aquí, pero no sabía si era cierto, ¡que gusto! — ella miraba hacía donde estaban Archie y Candy bailando y aunque ellos se reían y conversaban volteaban constantemente — Terry ¿hace cuánto que no ves a Candy?

— ¿Ehh...? — su pregunta me consternó — Hace casi 2 años

— Oh, Dios, Terry, Albert lo hizo a propósito, te invitó para que se reencontraran, pero lo más hermoso es que Candy no sabría que vendrías, espero que puedan hablar

— Gracias Annie, me alegro mucho por venir — llegó alguien más a bailar con ella y Candy se fue del otro lado del salón pero nuestras miradas chocaron un segundo antes de dirigirnos a nuestros lugares

Me senté y temblaba, no dejaba de amarla, me ponía nervioso — Hijo, no sé cómo te sentiste estando ahí, pero acá todos estábamos contemplándolos, en sus ojos se veía el deseo de estar ambos bailando — solo me sentí avergonzado

La fiesta continuo, partieron el pastel y Candy dedicó unas palabras a los novios, ya que era la dama de honor — Queridos invitados de las familias Ardley y Brighton me alegra finalmente ver a mis mejores amigos juntos en matrimonio, no pensé que un noviazgo de niños terminará en amor verdadero, Annie, tu más que mi amiga eres como mi hermana, después de tantas cosas el destino quiso que nos volviéramos a juntar en el colegio San Pablo en Londres y Archie, conocerte desde que tenía 12 años, junto a ustedes pasé uno de los mejores momentos de mi vida, tantas aventuras, y más que nada agradecerles por estar en los momentos difíciles, Stear y Anthony estarían muy felices de verlos aquí ahora, y aunque no estén presentes, sus espíritus permanecen con nosotros, espero que ahora que estén juntos, puedan apoyarse mutuamente, y no duden que Candy podrá cuidar a sus hijos, saben que amo a los niños, les deseo lo mejor en la vida, visítenme en el hogar de Pony, tienen todo mi apoyo, los quiero mucho amigos míos, ¡Felicidades! — todos brindaron y aplaudieron, Annie lloraba mientras Archie la consolaba

Cuando Candy mencionó a Stear, pude notar que Paty se estremeció un poco y su novio la abrazó — ¿Quiénes son Stear y Anthony? — preguntó mi madre

— Stear era el hermano mayor de Archie, Anthony era primo de Candy y Archie, ambos fallecieron ya hace tiempo — mi madre solo puso una cara de "No debí preguntar"

Albert se acercó hacia nosotros e invitó a bailar a mi madre que no se negó, Paty y su novio también comenzaron a bailar, yo me quedé observando, viendo a lo lejos a Candy, me ponía nervioso solo de pensar en invitarla a bailar, tantos años sin bailar una pieza. Un recuerdo vino a mi mente, la última vez que bailé con Candy fue en el colegio San Pablo en el festival de mayo, ¡qué días!

— Terry he venido a sentarme cerca de ti por si gustas invitarme a bailar — dijo Eliza muy emocionada

— ¿No te cansas verdad? — le dije

— No sé a qué te refieres, yo solo quiero bailar contigo — dijo aun viéndome pensando que la iba a invitar a bailar

— Pues tú fuiste la culpable de que Candy y yo nos separáramos en el colegio San Pablo y gracias a eso no hemos podido estar juntos, por muchas cosas, todavía quieres que te trate bien como si te estuviera agradecido ¿No te olvidas del día que te escupí en la cara? Eres muy persistente, deberías buscarte un hombre igual que tu hermano, no como yo, además si me buscas por mi apellido, el señor Grandchester desde que dejé Inglaterra se ha olvidado de mí en cuestión de dinero, así que si buscas al Terry rico del colegio ya no existe. Lo siento Eliza, gracias a ti, me he animado a invitar a Candy a bailar después de tantos años sin verla — Eliza se quedó petrificada, es lo que debí decirle desde un principio, pero intentaba ser educado, colmó mi paciencia esa cruel mujer.

Me levanté, crucé hasta el otro lado del salón, la hermana María y la señorita Pony me miraron sorprendidas y yo hice la seña con el dedo de que no le dijeran a Candy que se encontraba de espaldas platicando con ellas — Me da gusto señorita Pony que Tom viniera, creo que ahora está bailando con su prometida, ¿verdad? — Candy volteó a ver a los que bailaban

— ¿Me concedes esta pieza Julieta Tarzan Pecosa? — Fue lo único que se ocurrió decir, como en los viejos tiempos

Se quedó de espaldas silenciosa, la vi temblar —... ¿Terry? — ya nos habíamos visto, pero parecía que ella estaba sorprendida de que me haya acercado a hablarle

— Perdón, señorita Candy White Ardley, ¿desea bailar conmigo? — Insistí otra vez

Candy se levantó, pero seguía sin darse la vuelta a verme — ¿Sabes cuánto soñé en este día?

— No tanto como yo Candy, vamos, mírame

Finalmente se dio la vuelta, en su bello rostro se veían lagrimas — ¡Terry!

— Candy — la abracé, como debí hacerlo cuando fue a Nueva York a verme aquel diciembre

— ¡Terry! ¿Qué haces aquí? ¿Quién te invitó? — preguntaba aun llorando

— Albert y mi madre estuvieron en contacto, aún no sé cómo sucedió, pero él nos invitó y aquí estamos Candy

— y... ¿Y Susana? — preguntó temerosa

— Candy, me sorprende que no te hayas enterado, ella falleció hace unos meses, sé que te mandó una carta, que yo leí, todo cortesía de Albert, ella solo quería ser feliz lo poco que le quedaba de vida, es por eso que vine, porque al final ella solo quería mi felicidad, la tuya y la mía — le dije y Candy me tomó de la mano aun llorando

— Vamos a bailar Terry — dijo con su voz quebrada

— Candy, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que bailamos juntos?

Ella me miró y dijo — Han sido como 5 o 4 años, desde que estábamos en el colegio San Pablo, yo aún lo recuerdo como si hubiera sido ayer

— ¿Cómo lo has pasado? — le pregunté

— Terrible Terry, me hacías mucha falta, nunca pensé que nos volviéramos a ver, pensé que te casarías con Susana y que te olvidarías de mí — me dijo

— ¡Jamás! Tuve muchas discusiones con Susana por eso, porque ella quería que formáramos una familia, pero yo nunca la amé, estuve con ella, pero estuve firme a mis sentimientos por ti, había veces que te imaginaba y cada chica rubia que veía pasar se me figuraba a ti, pero eres única, cuando caía de mi sueño, me daba cuenta que no eras tú

— Yo te recordaba en casi todo lo que hacía, si supieras, pasaron tantas cosas en este tiempo — seguimos bailando, la escuché reír, como la extrañaba

— Eres mucho más linda cuando ríes que cuando lloras — le dije desde el fondo de mi corazón

Ella puso los ojos de par en par — Terry, he vivido toda mi vida intentando averiguar porque todos me dicen eso, el príncipe de la colina, que resultó ser Albert, Anthony y ahora tu

— Pues es la verdad, no hay nada que me haga más feliz que verte sonreír, eres hermosa Candy, de joven no tuve el valor de demostrarte ni decirte como sentía las cosas, solía ser muy rudo, todavía lo soy un poco, pero no quiero perderte de nuevo, no quiero perderte por no decir lo que siento, Candy — Terry salió de su cortina, de su máscara, por fin me sentí libre de demostrar mis sentimientos sin ataduras, sin pensar en alguien más, por fin era yo, Terry


NOTA: Hola! ¿Que tal? ¿Les ha gustado? Desupés de tanto, finalmente se han reencontrado ese par hermoso, estoy tan feliz y emocionada porque estamos por terminar este fanfic, por favor dejen votos y comentarios respecto a este capitulo, Los quiero :3 Un Saludo!

Terry Grandchester y su historia (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora