Capítulo 28 - Sin respirar

3.7K 209 16
                                    


De regreso a América, pensaba en cómo podía hacer la vida más amena junto a Susana, no podía pensar alguna buena forma para estar junto a ella y pensando en Candy, casarme con ella sería mi última opción, tener hijos no era una buena idea, pero podía verla como una amiga, así que le compré una caja de chocolates y se la lleve, al entrar a la casa no había nadie y los sirvientes me dijeron que se había sentido mal y que la llevaron al hospital. Rápidamente tomé un carruaje al hospital y llevaba conmigo la caja de chocolates que le había comprado. No había sido nada grave, solo recayó, pero el lado de su pierna amputada estaba poniéndose de color extraño y le dolía.

Me dejaron pasar ella se encontraba débil, pero era fuerte al estar ahí.

— Hola ¿Cómo estás?

— ¡Terry! Has vuelto...

— Me asustaste, pensé que te había pasado algo verdaderamente malo, a penas y entre cuando me dijeron que estabas aquí

— Discúlpame por preocuparte, pero aún me duele donde se encontraba mi pierna, tengo miedo de... ¿te preocupaste por mí? — preguntó sin creerlo

— Si, y mira — Saqué la caja de chocolates — Quizás no es el momento, pero te traje esto, espero que te hagan sentir mejor

— Terry ¿Qué sucede contigo? — preguntaba algo asustada

— Nada, solo quiero ser bueno contigo porque lo mereces — le dije

— Estas borracho ¿Verdad?

— No, totalmente sobrio, miraaa — sople mi aliento en su cara

Hizo una cara de disgusto — ¡Terry! No seas asqueroso — pero vi una sonrisa, una verdadera sonrisa en su cara, llevaba tiempo sin verla así de alegre

— Y dime ¿a que lleva esa sonrisa?

Su cara se tornó rosada, se sentía avergonzada — No es nada Terry

— Yo lo sé, estas enamorada de mí y te encanta la idea de que esté aquí contigo — le dije

— ¡Terry! — Susana comenzó a reírse y después de eso continuamos hablando — Terry, en verdad que agradezco que estés aquí, ¿Cómo te fue con tu padre?

No estaba seguro de contarle eso a Susana, así que solo le dije lo que me convenía — Pues ha cambiado ese hombre, creo que ya puedo comenzar a tener una relación sana con él, me he regresado muy contento

— Lo veo, tú nunca te habías comportado así conmigo, siempre me tratabas mal como si me odiaras y ahora estas... como cuando te conocí eras una persona tan viva, tan alegre, y luego... — ella comenzaba a tornarse triste, pero traté de hacerla sonreír, pero Susana cuando le llegaba un pensamiento triste ya no podía sacarla de ahí — Si yo no me hubiera interpuesto entre su amor, podías seguir así de feliz como cuando te conocí

— Ya no digas esas cosas, simplemente pasó lo que tenía que pasar, la estancia en Londres me hizo recordar cosas y valorar lo que tengo, no voy a mentirte, no creo poder amarte tanto como a Candy, pero puedo permitirme sentir algo bonito, quiero que el tiempo contigo también valga la pena, así que haré lo posible por hacerte feliz, tengo que pagarte que me salvaras la vida de alguna manera

— No, yo te salvé porque quise y si estoy sufriendo ahora es porque yo tomé esa decisión — dijo

— No me hagas enojar Susana, deja de cuestionarte y disfruta... antes de que comenzáramos a hablar de esto estabas a punto de decir sobre algo que tenías miedo — ella dijo algo como "tengo miedo de..."

— Ah... es que, hace unos momentos antes de que entraras escuché al doctor hablando con mi madre y solo alcancé a distinguir "Puede ser gangrena" y me estoy asustando, estos dolores pueden ser el principio de algo muy malo

— No te alarmes por eso, no sabemos nada aún, sabes que los doctores a veces se equivocan, tú puedes, eres una mujer muy fuerte y sé que seguirás adelante

Susana se quedó la noche en el hospital y yo también, cuando ella se quedó dormida el doctor me habló.

— Señor Grandchester, tengo malas noticias — su expresión era muy seria — La señorita Marlow está teniendo complicaciones con su pierna amputada y tememos que empeore, ya lo he hablado con la señora y ella está de acuerdo de que comencemos tratamiento para prevenir

— Pero... Susana, ¿Cómo lo tomará? — pregunté

— No sabemos, pero tenemos que hacer algo pronto, o no sobrevivirá — al escuchar eso no supe que hacer, Susana se veía tan bien, me costaba creer que ella estaba empeorando, a pesar de todo, estaba haciendo su lucha

A la mañana siguiente, Susana recayó de nuevo y entonces le dieron la noticia, esperaba que llorara, pero fue muy fuerte y aceptó el tratamiento, estaría ahí en el hospital por un mes, tendríamos que dejar de verla tan seguido, pues las atenciones médicas durarían casi todo el día. Su madre era la que más al pendiente estaba de ella, yo me iba a trabajar, porque los medicamentos eran demasiado caros y la señora Marlow tenía poco dinero, aunque su difunto esposo le había dejado una fortuna, los gastos médicos de Susana les estaban dejando en banca rota.

En la compañía, ya no era tan prestigioso, había perdido mi fama, pero actuar de nuevo me tranquilizaba, me iba a costar volver al maravilloso lugar donde estaba, pero valdría la pena, no tenía noticias de Candy, y era mejor no saber nada, porque comenzaba a tener una relación sana con Susana, además ella se da cuenta cuando pienso en Candy, y quisiera que no se sintiera tan mal, ya está peor como para darle otro tormento.

Pasaron los días y Susana seguía en el hospital, iba a visitarla un par de días, y algunas veces estaba muy bien y otras no tanto, una tarde mi madre me mandó a avisar que la visitara y saliendo de la compañía fui a verla, estaba algo sería, comimos juntos y platicamos sobre muchas cosas, era una experiencia agradable conversar así con mi madre.

— Terrence, ¿entonces te llevas mejor con Susana? — me preguntó

— Si, no perfectamente, pero si mucho mejor, creo que le estoy agarrando cariño

— Me da gusto, ya no he visto comentarios negativos en los periódicos, así que lo supuse, de hecho supe que andabas en malos pasos, porque decían que habías abandonado a Susana y te busqué hasta que te encontré, fue terrible verte en ese teatro ambulante

— Lo sé madre, fue un momento de desesperación, esa chica me ha hecho hacer tantas cosas — le dije suspirando al hablar

— ¿Y has sabido algo de ella?

— No, a veces me pregunto que estará haciendo, si le va bien como enfermera... — me puse a pensar de más —... si... si ya encontró a alguien más — sentí algo feo en mi corazón

— Terry... mira esto — me entregó un periódico local de Chicago

"La hija de la familia más prestigiosa de Chicago esta por casarse, los Andley están de fiesta" — mi corazón se detuvo, no podía respirar, no podía creer lo que estaba leyendo, Candy... ya me había superado, ella se iba a casar con alguien más... y no era yo, quería morir en ese momento.


NOTA: Perdonen mi gente, por tardarme tanto en actualizar, y siempre digo lo mismo, pero juro que es verdad, estudio y trabajo y escribir ya es más un hobbie, pero para mi es muy importante, espero que les haya gustado este capitulo :) solo quiero que sepan que el final de este capitulo sucede en el manga y en el anime, a Candy la querían casar con Neil, así que retomo un poco los orígenes de este fanfic :) no se olviden de votar y comentar, y visiten otras de mis obras :) Saludines!

Terry Grandchester y su historia (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora