Terry Grandchester y su historia (EDITANDO)

Capítulo 45 - El gran duque de Grandchester

No lloré, solo sentí compasión y unión, fue una sensación rara, en cuanto tuve la oportunidad le escribí a Candy contandole lo que había sucedido.

"Querida Candy, mientras estábamos en el barco, mi madre me contó sobre Richard y pude sentir eso que tanto sientes por la gente del hogar de Pony y por Albert y todos tus amigos, fue extraño para mi, sabes que no soy de esas cosas, pero logré sentir conexión con mi familia, me entristece que esto haya sucedido ahora, y no cuando era más joven, cuando leas esto yo ya estaré en Londres, en cuanto pueda te daré noticias de mi padre"

El viaje fue largo y tormentoso, pues cada día era de levantarnos, mirar por la ventana, y perdernos en nuestros pensamientos, no teníamos mucho de que hablar, Eleanor salía a pasear en el bote, yo me sentaba a leer, pero por alguna razón no podía concentrarme y estaba seguro que sucedía lo mismo con mi madre.

Finalmente llegamos al dichoso puerto de Southampton, tomé a mi madre de la mano y juntos bajamos rápidamente del barco, nos subimos a un carruaje y llegamos a la mansión del duque de Grandchester, al bajar me temblaban las piernas, mi madre no quería bajarse — Nunca había estado en su casa — dijo aún sin bajar de carruaje

 — Baja mujer, tienes que bajar —  le pedí, temerosa, tomó mi mano y bajó, ella se tocaba el pecho con su mano derecha y su respiración estaba acelerada

— Buen día señor Terrence  — Me saludó Miles — Bienvenida señora Eleanor —  él la conocía y yo no sabía porque, pero no quería saberlo, lo único que quería era ver y estar con mi padre, tomé a mi madre de la mano y juntos caminamos hasta la entrada donde más sirvientes de mi padre nos dieron la bienvenida

Había algunas personas en la sala, su mujer estaba y no paraba de llorar, yo no quise acercarme a ella, me dirigí a la habitación de mi padre, toqué y una voz ronca respondió un débil — Adelante

Mi corazón se quebró, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, Eleanor entró después de mi y se echó a llorar — Viejo... — fue todo lo que pude decir, un nudo en mi garganta apareció

—Terrence, Eleanor, no creí que realmente vinieran a verme —  el hombre postrado en la cama, no parecía mi padre, había pasado solo un mes desde que me casé con Candy y mi padre había empeorado mucho de salud

Nos acercamos y en sus ojos se veía felicidad, o tristeza, no sé que era, pero había un brillo en su mirada, Richard tocia de una manera horrenda — Teníamos que venir a verte — le dije

— Si creí que vendrías Terrence, de quien me sorprendo es de Eleanor, pensé que tu orgullo no te permitiría llegar hasta las puertas de mi casa — respiraba profundamente antes de toser nuevamente, su voz estaba tan distorsionada, que no parecía mi padre — Sé que estoy en mi límite

— ¿Qué sucedió? En mi boda estabas tan radiante, llegué de mi luna de miel y recibo la noticia de que estas mal, te vi más viejo, pero no me esperaba esto — le dije, yo estaba sentado a su izquierda, Eleanor estaba a su derecha sin decir nada, lloraba silenciosamente

— Cuando recibí tu invitación, ya estaba muy enfermo, pero el valor de verte en tu boda, me llevó una vez más a América, no quería tumbarme sin antes verte feliz — era extraño escuchar a mi padre decir cosas así, eso significaba que en verdad estaba muriendo

Salimos de la habitación para dejarlo dormir un rato, mi madre por fin dejó de llorar — ¿Que se siente mujer?

— ¿Sentir que?

— Ver al único hombre que has amado, postrado en una cama — ella me miró y comenzó a llorar de nuevo  

Tomó su pañuelo y se limpió la cara — Notaste que no dije ni una sola palabra, no pude hacerlo, nunca imaginé al imponente Richard Grandchester así, no sé que decir —  la abrazé