Capítulo 54 - Para siempre

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Meses después de aquella noche, Candy se levantaba todas las mañanas muy temprano al baño, algo extraño pues nunca dejaba la cama tan apurada, regresaba y se sentaba un rato, yo comencé a preocuparme, pensé que podría estar enferma y que no lo sabíamos, le sugerí que fuera con el esposo de su amiga, ella se negaba, enfermera y no quería revisarse.

De tanto insistir aceptó consultarse con el médico — Pero debes acompañarme — dijo mi esposa

— Está bien Candy — acepté, y me asusté un poco, temía que fuera algo malo.

Caminamos unos cuantos pasos hasta llegar a la casa de nuestros vecinos, una joven mujer nos abrió la puerta y sonriente nos saludó — Hola señor Grandchester y Candy 

— Buen día Marie — dijo Candy 

— Vamos, entren — nos invitó a pasar a su bella casa, era hermosa, con estructura antigua pero muy bien conservada, todos sus muebles eran completamente nuevos, se veía que tenían poco casados, así como Candy y yo — ¿A que se debe su visita? — preguntó

Candy movía los dedos con ansiedad — Quería preguntar si tu esposo estaba en casa, deseo que me haga una consulta urgente, llevo algunos días sintiéndome mal y comenzamos a preocuparnos de que sea algo grave.

— Vaya que tienes suerte Candy, mi esposo regresó hace unos minutos del hospital, iré a hablarle, no creo que tenga ningún inconveniente en consultarte ahora mismo, ahora vuelvo — se levantó y subió unas escaleras. 

Minutos más tarde regresó con su esposo, un hombre de cabello negro, cejas pobladas de piel blanca y barba corta, se veía que era mayor que yo, era algo apuesto — Candy, ¿Que sucede?

— Doctor, me he sentido enferma estos días y quiero que me consulte — contestó Candy con una voz temerosa

— Vamos a mi despacho, ustedes esperen aqui — y aquella joven mujer y yo nos quedamos en la sala esperando, al principio fue incomodo, pero luego ella intentó iniciar una conversación.

— ¿Hace cuanto conoce a Candy? — preguntó Marie

— Yo conocí a Candy cuando tenía 14 años, estudiábamos en el Real Colegio San Pablo, en Londres — contesté

— Conozco ese lugar, mi hermana menor quiere ser parte del colegio, pero es bastante caro, mis padres piensan que hay colegios con buena educación y a mejor precio 

Solté una risita — Supongo que tienen razón, yo sugiero otro colegio, no es tan bueno como parece

Ella se rió — Te creo, el mundo de la aristocracia londinense es sin duda un desastre, pagues mucho o poco, esos colegios no educan mejor que los padres

Por primera vez escuché un comentario coherente sobre la educación de los colegios — Exacto, pero mi padre en aquel entonces quería mantenerme lejos de su casa, era muy problemático.

— No puedo creer lo que me está diciendo, se ve tan serio y dedicado — dijo

Solté una carcajada — Si no fuera porque mi padre aportaba mucho dinero a ese lugar, me hubieran expulsado, dejé el colegio porque no toleraba estar encerrado.

— Entonces ahí se conocieron, eso significa que se conocen desde muy jóvenes y ¿siempre fueron novios? — preguntó

No sabía cómo responder, para mi, estar con Susana nunca fue una relación formal, pero ese tiempo me mantuve alejado de Candy — Eh no, Candy y yo nos hicimos novios meses antes de casarnos, estuvimos varios años sin saber el uno del otros, pero la vida nos volvió a unir y aquí seguimos, Candy es de Estados Unidos, ella aceptó vivir en Inglaterra conmigo.

Terry Grandchester y su historia (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora