Capítulo 47 - Noche romántica

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Más tarde Albert me llamó a su despacho y yo fui, el estaba sentado en su gran silla, yo también tomé asiento y le conté todo.

— Sé que no eres tan joven como yo, cuando estuve a cargo de la familia Ardley, pero me gustaría que aceptaras algunos de mis consejos — decía un entusiasmado Albert

— Y no me vendría mal, que no sé que hacer —  le dije riendo y Albert se echó a reir

De inmediato recobró su seriedad — Deberás participar en negocios o cosas que no te gustarán, pero deberás ser paciente y poco a poco comprenderás el mundo de la aristocracia, solo quiero decirte que por favor no malgastes el dinero, administrate bien, lo que tanto te decía tu padre sobre el honor, si es importante, deberás de comportarte y estar al margen, eso no implica que dejes de ser tú, Terry tienes que madurar y debes darle una nueva imagen a los Grandchester, tu padre inició con algo bueno, dándote la herencia, ríndele tributo a tu padre siendo un buen hijo, que los Grandchester vuelvan a ser grandes.

— ¿Sabré lidiar con esas cosas? Es que Albert, estoy emocionado de irme con Candy, pero me preocupan las cosas políticas en las que mi padre estaba involucrado, me gustaría alejarme de algunas amistades que él tuvo y generar las mías, tengo miedo de que vuelvan mis ganas de actuar, aunque el teatro ya no es mi más grande sueño, no quiero defraudar a mi padre ni a Candy — le dije a Albert, quizás hablé muy rápido, pues Albert me veía aún analizando lo que le había dicho

 — Sé que podrás, ya no tienes 14 como cuando te conocí, eres más maduro, además tienes a Candy y esa chica es muy lista, ten la confianza de contarle tus problemas y ella quizás pueda ayudarte — Albert se levantó se puso a mi costado y me tocó del hombro — conozco a Candy y a veces se pondrá triste, déjala ejercer de enfermera de vez en cuando, eso la mantendrá tranquila y feliz, no la limites

— Jamás limitaría a Candy, yo la quiero mucho y sé que ella estará para apoyarme siempre, sé que elegí bien a mi esposa, solo que me siento nervioso, ahora estamos casados aún sin saber nada de la vida de casados, los problemas y todo vendrá hasta que estemos solos en Inglaterra 

— No te preocupes, todo saldrá bien, se han casado en buen momento, ambos ya son lo suficientemente maduros para tomar decisiones — Yo me levanté a darle un gran abrazo a Albert

— Voy a extrañar estas charlas Albert, eres como mi hermano — fue todo lo que pude decir 

Regresé a la habitación con mi esposa y ella estaba acomodando unas cosas, le dije que dejara todo y que daríamos un paseo por la ciudad — ¿Que dices? ¿Un paseo por la ciudad? — preguntó sorprendida

 — Así es, ponte un vestido hermoso que vamos a andar en la ciudad como esposos, cuando nos vayamos extrañarás la ciudad de Chicago —  le dije y ella apresuradamente corrió al armario y buscó su mejor vestido casual, sacó uno de color amarillo 

— Me gusta este — la confianza como esposos comenzaba a generarse pues ella se estaba desvistiendo frente a mi, yo no dije nada, solo observe, como se cambiaba, sentí ternura por ella — ¿A donde iremos?

— No lo sé, a donde sea, quiero salir contigo, me fastidia solo estar en esta casa, Chicago es un lugar hermoso y deberíamos aprovecharlo

— Bien, solo arreglaré mi cabello un poco y estaré lista — Candy se veía tan hermosa, de verdad la amaba pues yo siempre la veía de manera especial

Albert me prestó un coche, decidí manejar en ese paseo, por fin salimos de la casa Ardley. Candy miraba por la ventana emocionada, se notaba un poco su nerviosismo, y yo iba pensando a que lugar podía llevarla, pensé al teatro, pero quizás por la noche, algo lindo de día y no se me ocurrió nada, no entendía porque la invité a salir si nunca había salido con nadie así.

Terry Grandchester y su historia (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora