Capítulo 20

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Jane

Desde que me había paralizado frente a mi padre estuve entrenando cada día más, no podía permitir que mis miedos me vencieran y que Zara dejé su lugar como mi alfa para venir a rescatarme. No sabía que me deparaba la próxima batalla, porque no había visto a toda mi familia y temía ver lo que me podía deparar el futuro. Era por eso que me preparaba para un posible futuro en donde con un pequeño error podíamos perder todo.

Zara tenía razón al considerar a la manada de Kiara como una opción en caso de emergencias, era la única capaz de traer a sus poderosos betas y que su manada no quedara desprotegida, eran una manada destacada y grande. Además, no tenías que ser un genio para notar que a pesar de todo, Kiara estaba dispuesta a sacrificar todo por Zara, pues era su mate y también le amaba, incluso cuando sabía que aquél sentimiento no era recíproco.

- Jane, ¿Puedes bajar un momento? - Escuché la voz de Cassandra mientras yo hacía mis abdominales colgada del árbol.

- ¡Dame un momento! - Grité lo suficientemente fuerte para que ella me escuchara. Cuando terminé con mis ejercicios bajé del árbol para quedar frente ella. - ¿Necesitas algo?

- Venía a dejarte algo de comer. - Sonreí dulcemente, ella era asombrosa. - Has estado 5 horas entrenando sin parar y aunque me encanta tu cuerpo tan ejercitado y ahora sudoroso, tienes que comer un poco. Sé que es solo como el cinco por ciento de lo que sueles comer en tu almuerzo, pero no quiero que te suceda nada. - Deposité un beso en su mejilla haciéndole sonreír.

- Gracias por preocuparte por mí. - Tomé la comida que me había traído. - Siéntate a mi lado. - Nos sentamos en el suelo, pero procuré que ella no ensuciara el vestido blanco que llevaba, así que le pasé la sudadera que ya desde hace horas no estaba utilizando.

- ¿Ellas siguen enfadadas? - Ella miró a Zara junto a Malia que entrenaban individualmente, pero juntas.

- No lo creo, sólo es una situación incómoda para Malia. De alguna forma le entiendo, Kiara siempre ha sido un problema en su relación, hasta le secuestró. - Hablé apenas tragué. - Pero es un momento crítico, si Zara le ha considerado es porque sabe que estamos en una situación difícil y la manada de Kiara significará terminar con todo esto. - Jugué un poco con la comida mientras pensaba un poco en la situación. - Por eso ella estaba dispuesta a realizar una unión con Kiara, ella también sería el alfa de esa manada y podría ayudarnos a vencer a Castiel.

- Pero eso significaría romper su vínculo con Malia y renunciar a ella.

- A veces los alfas deben sacrificar algunas cosas por sus manadas. - Le entregué el plato de comida antes de suspirar. - Son cosas complicadas.

- ¿Tú me dejarías por el bien de los demás?

- Yo sólo te dejaría por tu bien. - Fui honesta y ella sólo asintió. - Mhh... Debo volver a entrenar.

- ¿Cuándo me marcarás? - La miré sorprendida.

- Tú quieres tener mi marca.

- Pensé que era evidente. - Yo sólo sonreí levemente antes de dejar un casto beso sobre sus labios.

- Pronto.

Seguí entrenando viendo más de una vez la fría e incómoda interacción entre Zara y Malia. Ellas definitivamente debían encontrar la forma de reconciliarse, no podían estar así cuando en cualquier momento nos podían atacar.

Salí de mis pensamientos al escuchar un agudo grito, miré a Zara quien fue la primera en correr para encontrar a quien había gritado de esa forma. Corrimos de vuelta a la ciudad y ambas nos detuvimos de golpe al ver al hombre que miraba a la niña en el suelo, él no me daba buena espina. Cuando nos miró apenas se inmuto y sólo se preocupó de arreglar su chaqueta.

- Bruce, ¿Qué haces aquí? - Miré confundida a Zara, ¿Ella lo conocía?

- Venía por comida, no podemos sólo alimentarnos de carnes crudas. - El moreno la miraba fríamente. - ¿Intentarás atraparme? - Él tenía una sonrisa burlona que me desagradó, él evidentemente era un alfa de la manada de Castiel.

- Sólo vete de aquí. - Zara se acercó a ayudar a la niña que lloraba en el suelo.

- ¿Te crees mejor que nosotros? - Zara sólo lo ignoró y yo permanecí con mi vista en él procurando que no hiciera ningún movimiento extraño. - Tu sabes muy bien como terminar con esto.

- Si, y eso estoy haciendo. Ahora sólo vete y lleva tu comida con los tuyos. - Él sólo bufó y se fue dándome una mirada que tan sólo me intimidó por un momento. - ¿Estás bien, pequeña?

- Muchas gracias. - La niña habló sonrojada viendo a Zara.

- Vuelve a casa. - La niña asintió y se marchó rápidamente.

- ¿Por qué lo dejaste ir?

- Intentar atraparle armaría un escándalo en el pueblo. - Ella miró en dirección al camino que había tomado el moreno. - Además, Bruce es parte de los que dirigen todo esto y es un asesino natural. Pelear con él en este momento sería una perdida de tiempo y energía, también tardarías en sanar pues es un Alfa.

- Ya entiendo. - Suspiré. - ¿Cómo están las cosas con Malia?

- Tensas. Quizás no debí decirlo frente a ella.

- Quizás sólo deberías hablar con ella. Sabes que el tema de Kiara es complicado para ella, no creo que Malia siga molesta o algo, sólo está algo asustada con el hecho de que ella pueda volver.

- Y lo hará. - Le miré sorprendida. - Convencí a su padre y ella aceptó luego de que le insistí un poco.

- ¿Insistir un poco? - Alcé una ceja.

- Sólo prometí hacer la ceremonia para romper su vínculo conmigo, no es algo que me haya costado. - Ella revolvió su pelo nerviosa.

- ¿Le has dicho a Malia?

- Apenas hemos hablado últimamente, he estado muy ocupada con todo esto.

- Lo sé, pero recuerda que incluso dentro de todo esto no debes olvidarte de lo que te hace feliz. - Tiré de su mejilla y ella sonrió levemente.

- Eres una gran amiga.

- Lo sé. - Sonreí y ella me dio un empujón. - ¿Una carrera hasta la cascada?

- Claro, hermanita.

Aquello me desconcertó y ella aprovechó para sacarme ventaja. Ella no solía decirme así por la situación en la que crecimos y yo le había pedido que no lo hiciera pues me sentía incómoda, pero esta vez me sentí bien con eso e incluso feliz de escucharla porque Zara no era sólo mi mejor amiga, era mi hermana.

Hija de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora