Epílogo.

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Zara se miró en el espejo las marcas que le habían quedado, sólo un Alfa podía dejarte cicatrices. Ella ya no era la misma Zara de antes, ella ahora demostraba ser un Alfa. Pero también había empezado una vida más normal y ella había abierto su propia veterinaria para poder curar animales con un título de por medio. 

- Zara, ya he llegado. - La castaña se puso su polera para ir a abrazar a su mate.

- ¿Dónde estabas? - Zara hizo un puchero mirando a Malia. - He llegado a casa y no estabas.

- Pues debía ir a arreglar asuntos de la galería. Pensé que iba a tardar menos. - Zara acercó su boca a su cuello haciéndole sentir nerviosa como si fuera aún una adolescente.

- Te he extrañado. - Murmuró haciéndole estremecer, Zara lamió la marca de su mate con suavidad.

- Zara. - Malia tomó la cintura de la Alfa y cuando esta pasó sus manos por su abdomen, Zara se sobresaltó. - Hey, ¿Qué pasa? - Malia preguntó preocupada.

- Es solo que por un momento le recordé... - Malia acarició su rostro con suavidad. - Hoy se cumplen 7 años de la pelea con Castiel, la verdad todos los días tengo miedo de que él encuentra la forma de escapar y que pueda hacerte daño.

- Zara, él no volverá a hacernos daño. - Malia le abrazó buscando reconfortar a su mate. - Eres una de las alfas más fuertes, más sabías y generosa que existes. Si él encuentra la forma de escapar sé que tú encontrarás la forma de detenerlo. Disculpa, me equivoqué. Ambas encontráremos juntas la forma de superar otro problema más. Soy tu luna, no lo olvides.

- Nunca lo olvidaría. - Zara iba a besarle cuando tocaron la puerta. Ambas suspiraron y cuando Malia abrió la puerta un montón de personas entraron.

- Hemos traído la cena. - Tyler entró con un montón de cajas de pizza al igual que Joe. - Hemos interrumpido algo.

- Si. - Respondió Zara.

- No. - Pero le contradijo Malia. - Pasen. - Zara gruñó, pero rápidamente ella se calló por la mirada que le dio la pelirroja.

- Estupendo porque hemos esperado todo el día para que llegaran ambas. - Cassandra se paseó por el departamento. - No entiendo para que diablos trabajas si tienes una fortuna.

- Eso no es de tu incumbencia, Cassandra.

- Zara, te amo. Pero no le vuelvas a hablar así a Cass. - Jane le dio un golpe a Zara quien solo hizo una mueca. - ¿Por qué tu tienes el departamento más grande?

- Porque yo pagué todo el maldito edificio y soy tu Alfa.

- Tirana. - Le molestó Gwen. - Yo soy el policía bueno y tu eres el malo.

- Malz, ellos me estresan, ¿Puedes sacarlos de aquí?

- Te he escuchado. - Taylor me respondió dándome una mala mirada.

- Son nuestros amigos, cariño. Ellos cenaran con nosotros.

Aunque Zara parecía odiar a sus amigos la mayor parte del tiempo ellos siempre encontraban la forma de alegrarles el día, Malia sabía que sería una buena idea distraer un poco a Zara de todos los recuerdos que llegaban en estos días. Cuando Malia bebió un sorbo de cerveza sintió ganas de vomitar, dejando a todos confundidos ella corrió al baño para vomitar. Zara la siguió en cosa de segundos para tomarle el pelo.

- Llamaré a Garret. - Jane se levantó rápidamente para ir en busca del fiel consejero de Zara.

- ¿Te sientes mejor? - Malia asintió aún con su cabeza en el inodoro.

Hija de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora