Capítulo 23

4.5K 424 5
                                    

Cassandra

Miré a Jane que trabajaba con total naturalidad en la vieja cafetería como si nada ocurriera en las fronteras del pueblo. Me preguntaba si ella estaba interesada en ser actriz o algo porque sabía muy bien como actuar como si nada pasara.

- ¿Quieres otro batido, cariño? - Mis mejillas se tiñeron de rojo cuando ella se acercó a mi con una sonrisa, ella se veía linda con su uniforme de camarera.

- Si, por favor.

- Gracias por esperar a que mi turno terminase, pero no quiero perderte de vista en esta situación. - Murmuró retirando la basura de la mesa en la que estaba, sus facciones se volvieron más serias al decir aquello, ella estaba preocupada. - Salgo en 20 minutos.

- Esta bien. - Le sonreí antes de que ella tuviera que volver a la cocina.

Jane atendía a un montón de clientes a la vez y a todos les parecía agradar la presencia de mi mate como su camarera, estaba casi segura que este lugar empezaba a tener más popularidad por Jane. Cuando tomaba mi malteada y miraba a Jane pasearse por el lugar mi vista fue obstaculizada por un chico pelirrojo.

- ¿Necesitas algo? - Él me dio una sonrisa que hace un tiempo pudo hacer temblar mis piernas.

- Soy Frederic, un gusto. - Él estiró su mano y cuando la acepté Frederic la besó sorprendiéndome. Cuando miré en dirección a Jane ella tenía una cara poco amigable. - Al parecer a tu mate no le gusta para nada que esté cerca de ti. - Mi sangre se congeló al notar un brillo rojizo en los ojos del chico, separé rápidamente mi mano de él mientras mantenía su sonrisa.

- ¿Necesitas algo? - Jane se acercó a nosotros con su mirada fija en el chico.

- ¿Puedes traerme una taza de té? - Frederic se sentó frente a mí con una sonrisa que a cualquiera engañaría, pero con el tiempo aprendí a no confiar en cualquiera. - Tranquila, beta. No la morderé mientras no me ves. - Mi corazón empezó a latir con rapidez y sabía que él aprovecharía aquello.

- Okay. - Jane se dio la media vuelta y en serio quise asesinarle por dejarme con un chico al cual no conozco y era un Alfa que me estaba intimidando incluso en su faceta de chico amable.

- No has respondido a mi pregunta. - Tomé una respiración algo más profunda para controlar mis nervios.

- Eres una chica muy guapa. - Le miré asombrada. - Tu mate tiene mucha suerte de tenerte, ahora entiendo porque siempre te tiene vigilada.

- Más bien diría que me tiene vigilada por otras razones, como unos asesinos sueltos. - Él apenas y se inmutó.

- Buen punto, además siendo una beta contra muchos alfas debe tener mucho cuidado. Quizás por eso es tan cuidadosa. - Yo ni siquiera respondí, Jane volvió con una taza de té y la dejó frente al chico que antes de tomarla la olfateó. - Nunca está de más desconfiar un poco.

- Con su permiso. - Jane se alejó y él siguió bebiendo su té.

- Te propongo algo. - Él dejó la taza a un lado. - Hace un tiempo mi mate fue asesinada y como verás sobreviví a eso sin ningún problema, pero me he sentido bastante solo desde entonces, ¿Te gustaría salir conmigo? - Le miré confundida.

- ¿Qué?

- Eres linda, yo soy lindo, somos la pareja perfecta.

- Por supuesto que no.

- ¿No lo crees?, bueno eso da igual. Yo en tu lugar aceptaría.

- ¿Por qué?

- Eso evitaría que Castiel quiera asesinarte cuando destruya a todos los de su manada. - Me quedé estática. - También podría ayudar a tu amiga.

Hija de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora