Cassandra
Miré a Jane que trabajaba con total naturalidad en la vieja cafetería como si nada ocurriera en las fronteras del pueblo. Me preguntaba si ella estaba interesada en ser actriz o algo porque sabía muy bien como actuar como si nada pasara.
- ¿Quieres otro batido, cariño? - Mis mejillas se tiñeron de rojo cuando ella se acercó a mi con una sonrisa, ella se veía linda con su uniforme de camarera.
- Si, por favor.
- Gracias por esperar a que mi turno terminase, pero no quiero perderte de vista en esta situación. - Murmuró retirando la basura de la mesa en la que estaba, sus facciones se volvieron más serias al decir aquello, ella estaba preocupada. - Salgo en 20 minutos.
- Esta bien. - Le sonreí antes de que ella tuviera que volver a la cocina.
Jane atendía a un montón de clientes a la vez y a todos les parecía agradar la presencia de mi mate como su camarera, estaba casi segura que este lugar empezaba a tener más popularidad por Jane. Cuando tomaba mi malteada y miraba a Jane pasearse por el lugar mi vista fue obstaculizada por un chico pelirrojo.
- ¿Necesitas algo? - Él me dio una sonrisa que hace un tiempo pudo hacer temblar mis piernas.
- Soy Frederic, un gusto. - Él estiró su mano y cuando la acepté Frederic la besó sorprendiéndome. Cuando miré en dirección a Jane ella tenía una cara poco amigable. - Al parecer a tu mate no le gusta para nada que esté cerca de ti. - Mi sangre se congeló al notar un brillo rojizo en los ojos del chico, separé rápidamente mi mano de él mientras mantenía su sonrisa.
- ¿Necesitas algo? - Jane se acercó a nosotros con su mirada fija en el chico.
- ¿Puedes traerme una taza de té? - Frederic se sentó frente a mí con una sonrisa que a cualquiera engañaría, pero con el tiempo aprendí a no confiar en cualquiera. - Tranquila, beta. No la morderé mientras no me ves. - Mi corazón empezó a latir con rapidez y sabía que él aprovecharía aquello.
- Okay. - Jane se dio la media vuelta y en serio quise asesinarle por dejarme con un chico al cual no conozco y era un Alfa que me estaba intimidando incluso en su faceta de chico amable.
- No has respondido a mi pregunta. - Tomé una respiración algo más profunda para controlar mis nervios.
- Eres una chica muy guapa. - Le miré asombrada. - Tu mate tiene mucha suerte de tenerte, ahora entiendo porque siempre te tiene vigilada.
- Más bien diría que me tiene vigilada por otras razones, como unos asesinos sueltos. - Él apenas y se inmutó.
- Buen punto, además siendo una beta contra muchos alfas debe tener mucho cuidado. Quizás por eso es tan cuidadosa. - Yo ni siquiera respondí, Jane volvió con una taza de té y la dejó frente al chico que antes de tomarla la olfateó. - Nunca está de más desconfiar un poco.
- Con su permiso. - Jane se alejó y él siguió bebiendo su té.
- Te propongo algo. - Él dejó la taza a un lado. - Hace un tiempo mi mate fue asesinada y como verás sobreviví a eso sin ningún problema, pero me he sentido bastante solo desde entonces, ¿Te gustaría salir conmigo? - Le miré confundida.
- ¿Qué?
- Eres linda, yo soy lindo, somos la pareja perfecta.
- Por supuesto que no.
- ¿No lo crees?, bueno eso da igual. Yo en tu lugar aceptaría.
- ¿Por qué?
- Eso evitaría que Castiel quiera asesinarte cuando destruya a todos los de su manada. - Me quedé estática. - También podría ayudar a tu amiga.
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Hija de la luna
عشوائيZara tiene una nueva oportunidad para ser un Alfa y poder llevar una vida normal junto a su mate, o al menos intentarlo. Los rumores empezaron a circular en el mundo sobrenatural haciendo que nuevos ojos se pusieran en la Alfa tan conocida, trayendo...