Jane
Podía sentir ese extraño edor a sed de sangre desde el bosque. Miré a Zara que también parecía a estar pendiente de aquello, ambas intercambiamos miradas antes de volver a casa manteniéndonos alerta de cualquier situación. En serio esperaba que el plan de Cassandra funcionase.
- Tengo un plan. - Miré a Cass que tenía una hoja en sus manos.
- Zara. - Ella asintió.
- Te escucho.
- Cuando le diste a Frederic aquella yerba el permaneció paralizado al menos cinco minutos. - Yo asentí. - Sólo usaste un poco de eso, he investigado que ustedes no pueden detectarlo por el aroma ni por su sabor y con una cierta cantidad ellos pueden quedar inconscientes casi muertos, pero no pueden llegar a morir.
- Pero para conseguir grandes cantidades deberíamos estar días recolectando.
- Sólo necesitaríamos a un grupo, somos un montón. - Miré a Zara que parecía analizar todo. - A los animales no suele afectarle demasiado esto, podríamos inyectárselos y cuando coman su carne...
- Ellos quedarán paralizados.
- Exacto. - Cassandra sonrió. - Podrán atraparlos y enviarlos con el consejo.
- ¿Cómo haremos eso sin que ellos vean que envenenamos su comida? - Kiara le preguntó.
- Bueno, esa es la parte complicada, pero sé que las mujeres guepardo pueden inyectar venenos con sus garras. Tendríamos que ampliar nuestro territorio solo para que ellas puedan hacerlo sin correr un riesgo mayor.
- ¿Qué dices, Zara? - Zara miró a Kiara antes de levantarse y ser seguida por esta ante la atenta mirada de todos los presentes, incluyendo a Malia.
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Hija de la luna
RandomZara tiene una nueva oportunidad para ser un Alfa y poder llevar una vida normal junto a su mate, o al menos intentarlo. Los rumores empezaron a circular en el mundo sobrenatural haciendo que nuevos ojos se pusieran en la Alfa tan conocida, trayendo...