Capítulo 19

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   Noté el pelo de alguien bajo la barbilla mientras me chupaban el cuello. Extrañada, abrí los ojos y me encontré con Jack besándome el cuello. Me puse boca arriba y Jack me rodeó la cintura con un brazo mientras me daba besos en un lado del cuello. Después pasó a la cara.

-Venga, chica mala, se que estas despierta. –Murmuró y le sonreí.

-Buenos días a ti también. -Le dije y me sonrió. Me incorporé y él se alejó un poco.

-¿Qué tal has dormido? –Me preguntó mientras cogía una bandeja del suelo y la ponía en la cama. La bandeja contenía un café, un zumo de naranja, tostadas con mermeladas y dos cruasanes.

-Muy bien. ¿Has cocinado tu todo eso? –Le pregunté mientras cogía un cruasán y le metía un mordisco de escándalo.

-Sí. ¿Es mucho? –Sonrió al ver que negaba- ¿Se nota que no suelo traer gente a casa?

-Sí –Le dije y ambos nos reímos-, pero no importa, tranquilo. ¿Qué hora es?

-Las 9. En una hora hay que estar fuera. Amelia ha venido con ropa para ti y a llevarse la otra. Además, por supuesto, de pelearse conmigo. –Explicó mientras tomaba un poco de zumo. Cogió una tostada y la mordió.

-¿Qué te ha dicho en esta regañina? –Le pregunté y suspiró.

-Lo típico, que te he vuelto a poner en peligro, que me odia y que como te haga un rasguño me puedo ir olvidando de mis bolitas. –Me empecé a reír.

Desayunamos mientras hablábamos de todo un poco. Lo que no cometamos fue nada del beso. ¿Le habría incomodado? ¿Querría otro? Porque yo sí que quería otro.

Bajó de nuevo la bandeja y yo aproveché para cambiarme. Me puse unos leggings largos Adidas con dos líneas alrededor del gemelo derecho y el nombre de la marca a lo largo del muslo izquierdo. Una camiseta blanca de tirantes y un jersey verde olivo. Además, obviamente, del biquini debajo. Me hice rápidamente una coleta y salí de nuevo a la habitación.

Allí me encontré con Jack. Este llevaba el bañador y unas zapatillas de correr. Por fortuna o por desgracia estaba sin camiseta. Antes de que mis ojos fueran a sus perfectos abdominales se puso una camiseta de manga larga blanca y una gorra hacia atrás de Adidas. Se giró hacia mí y me sonrió.

Cogimos un par de cosas y nos fuimos fuera a esperar a los dos coches que nos tenían que recoger. Amelia llegó primero y tras dedicarle a Jack una súper mirada de odio me subí delante, pues tenía el sitio reservado para mí.

-Hola, chicas. –Todos menos Amelia me saludaron. Amelia no dijo nada hasta que nos alejamos de casa de Jack.

-¡¿Qué mierda se te pasó por la cabeza cuando te subiste en ese coche, Brooke?! ¡¿Tú sabes lo peligroso que es eso?! No quiero que cada vez que estés con más de un Morgan vengas de haber corrido un peligro de muerte. Estoy harta de que ese idiota te ponga en peligro.

-Amelia, por el amor de Dios, cálmate. Yo los convencí para participar. ¡Hemos ganado 2 de los grandes! Y la mitad me lo quieren dar a mí, Amelia. Y necesito de verdad el dinero. Así que deja de quejarte. Sigo viva y eso es lo que importa.

-Esa no es una buena manera de ganar dinero, Brooke.

-Pero es una jodida manera, Amelia. ¿Puedes dejar de amargarme el fin de semana? Ya sé que está mal lo que hice. A Jack tampoco le gustó la idea. Si lo hice fue porque yo quise. Ya soy adulta y puedo tomar mis decisiones, joder. –Amelia no dijo nada. Todo el coche se quedó en silencio un rato hasta que Chris habló.

-¿Qué es eso que nos querías consultar, Dory? –Esta apagó el móvil y suspiró.

-Pues es que como hemos empezado a salir Tommy y yo pues me ha pedido… Me ha pedido que nos acostemos. –Explicó y todos la miramos. Incluso Amelia, pues estábamos en un semáforo.

Bad Girl Good LipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora