3 meses después...
Era una mañana agitada en el aeropuerto de Ithaca. El viento soplaba con fuerza y ya había causado más de un retraso esta mañana. Por suerte, no de nuestro vuelo. Aunque era un vuelo corto y estábamos ya en la cola de embarque no podía evitar sentir nervios.
Joder, estaba a punto de cumplir mi sueño.
Jack me apretaba la mano con fuerza. Andamos un poco más. Había dos parejas ante nosotros.
Recordaba la ilusión con la que Jack me había mostrado los boletos y como me había explicado que había estado meses ahorrando para irnos. Dory no había sido menos, pues ella quería viajar a Canadá y allá que iba con Jackie.
Estos tres meses fueron una maldita locura. Los Morgan decidieron empezar a dejar de hacer peleas porque Dory y yo insistíamos en que eran demasiado peligrosas, así que solo quedaban las carreras. El año académico que entraba sería el último de estas a menos que Jake las retomara. Cosa que dudábamos ya que no aprobaba el carnet de conducir ni a la de tres.
Chris y Scott habían tenido una extraña relación en la que el mismo día podían volver y romper. Pero a principios de Julio Chris había decidido romper definitivamente y empezar a salir con Matt, el ex compañero de casa de Jack.
Amelia, por su parte, al fin había conseguido olvidarme por completo y había iniciando una hermosa relación con Artemisa. Claro, que eso no evitaba que me fuera a dormir a su cuarto o ella al mío.
Ya que la casa la habíamos tenido que abandonar, Amelia y Chris decidieron alquilarse un piso en el mismo edificio de Jack y mío. Sí, digo mío porque habíamos empezado a vivir juntos el día 7 de Enero. Ellas vivían en frente de Jackson pero siempre que necesitaban algo subían a nuestra casa, ya que Jackson no aceptó bien la relación bipolar de Chris con su mejor amigo.
Para conmemorar nuestra amistad todas habíamos dibujado un pequeño 35 en color rojo sangre (Para burlarnos del día en el que a Dory le bajó el día de presentación) en algún punto de nuestra casa. Yo había puesto un 35 en la pared entre la puerta del dormitorio del baño y la habitación y lo había rodeado con marcos blancos con manchas hechas a posta en rojo con fotos de las 4 y mías con Jack.
Apolo, aunque parezca increíble, se había liado con el de economía. Los habían pillado a los dos dale que te pego en el armarito del conserje. Apolo ni se inmutó ante las críticas y sonrió a las chicas que le miraban con envidia por haberse tirado al profesor antes que ellas. C’est la vie.
Éramos los siguientes.
Entregamos los billetes y caminamos por el finger hasta llegar al avión. Avanzamos por el estrecho pasillo y nos sentamos en uno de los asientos de dos. Yo iba en la ventanilla.
Jack me volvió a mirar, sus ojos grises tormentosos parecían más felices que nunca. Sonrió por completo y yo hice lo misma.
-¿Lista? –Asentí.
-Lista.
No sabíamos que nos deparaba el futuro. En realidad, no nos importaba demasiado siempre que estuviéramos juntos.
Jack y yo.
El señor y la señora Morgan.
Lo sé, hermoso. Hablamos en los agradecimientos.
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Bad Girl Good Lips
Teen Fiction¿Quién dijo que las historias de amor no podían comenzar con un corazón roto? Brooke Hamilton, una chica mala de Clark, decide viajar a miles de kilómetros de su "hogar" para adentrarse en una nueva vida en la universidad. Pero no todo es de color d...