Capítulo 20

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   Jack se fue de casa por la noche tras haber visto un par de películas. Al día siguiente me desperté pronto para hacer las maletas. Aunque en casa de mi madre aun seguía teniendo cosas sentía la necesidad de llevarme un par de cosas de aquí para recordar mi nuevo hogar. ¿Cómo en solo 23 días podría haber llegado a amar tanto esta ciudad? Era realmente increíble.

   Una vez terminé la maleta bajé a la primera planta a desayunar. Eran las 9:35 y mi vuelo salía a las 15, por lo que debía estar en el aeropuerto dos horas antes. Con Jack. Este había llamado a su madre delante de mí y discutido un poco con ella hasta que consiguió convencerla para que no se enfadara por su ausencia mañana. Mi madre ya perdió al hombre de su vida hace 16 años, me había explicado Jack, es normal que no quiera perder a uno de sus cuatro hombrecitos.

   Una vez abajo me encontré con Amelia haciéndome el desayuno. Ya me había despedido de Chris y de Dory anoche y hablado un poco con ella. Dory había dicho que pasaría las navidades en casa de Thomas y Jackie me había contado lo muerto de celos que estaba. Pues no solo estaría con Thomas sino que tendría que irse a otro estado. No paraba de repetirme que estaba seguro de que allí se la iba a tirar unas mil veces y eso lo ponía aun más celoso de lo que ya estaba.

   Chris, por su parte, me contó lo entusiasmada que estaba de volver a su ciudad, Lawrence, Massachusetts. Bromeaba con que se había dejado a un par de chicos sin ser seducidos y quería conquistarlos a todos. También me pidió que le contara todo lo que hiciera con Jack en Clark. Creo que al igual con Dory.

-Buenos días. –Saludé a Amelia alegremente y ella me sonrió mientras untaba mermelada en las tostadas. Me senté en una de las banquetas y automáticamente Amelia me puso un café delante.

-Buenos días –Repitió ella-. ¿Qué tal? ¿Nerviosa de volver a ver a tu familia? –Asentí.

-La verdad es que sí. Echo de menos a Max y Alice. ¿Tú que harás? –Pregunté antes de beber.

-Jason y yo vamos a comer a casa de mi madre y nos intentaremos ir antes de que se enfade. Además, él ha quedado con su novia para comer también con sus padres así que no quiere llenarse con la pizza. –Asentí y me comí un poco de una de las dos tostadas que Amelia me había puesto delante. Ella cogió un café y se apoyó en la encimera que había detrás de ella sin apartar ni un segundo la mirada de mí. Parecía que intentaba memorizar mi rostro.

-Te invitaría a mi casa pero…

-Pero has invitado a Jack, lo sé. –Sonó borde y distante. No entiendo por qué se enfadaba. Bueno, tal vez porque iba a estar tres días enteros con el chico que más odia en el mundo. Sí, creo que es eso. Me levanté de la banqueta y rodeé la encimera para ponerme frente a ella.

-Ame, ¿qué te pasa? –Le pregunté. Me rehuyó la mirada. Me puse frente a ella y coloqué mis dedos índice y corazón bajo su barbilla. Giré su cabeza con mis dedos obligándola a mirarme a los ojos.

-Nada, Brooke. Es solo que te voy a echar de menos –Puso el vaso sobre la encimera y recorrió mi cara con la mirada-. Aún no te has ido y ya te echo de menos. –Le regalé una tierna sonrisa y extendí mis brazos para rodear su cuello. Ella me rodeó la cintura y me abrazó fuertemente.

-Yo también te voy a echar de menos –Le susurré al oído mientras nos abrazábamos-. Ya lo hago. –Me abrazó aún más fuerte. Aunque solo fueran tres días Amelia y yo llevábamos juntas desde el inicio de la universidad y habíamos creado un fuete vínculo desde el primer día. Yo sabía que las “ocasiones familiares” no eran realmente agradables para ella. Y supongo que tener que separarse de su mejor amiga debía de ser difícil. Y más si se va con el chico que odias.

Bad Girl Good LipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora