Capítulo 4

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Bajé las escaleras guiada por el olor a tortitas que venía de la cocina. Me senté en una banqueta y me acaricié la sien mientras veía como Dory hacía tortitas. La luz entraba por el ventanal que tenía a mi espalda y por la ventana que había justo delante del fregadero -Al otro lado de la barra-, pero estaba vagamente tapado por la silueta de Dory mientras se movía.

   -Buenos días. -Le dije con una voz de dormida que no me la creía ni yo.

   -Buenísimos días. -Exclamó Dory y yo sonreí.

   -Tienes tú mucha energía para haberte bebido anoche dos rondas de chupitos y dos cervezas. -Murmuré. Dory vertió la masa en la sartén y bajó un plato del mueble que tenía a la derecha. Me miró durante unos segundos y después de nuevo a la sartén.

   -Tommy ayer me dió su número. -Dijo y una sonrisilla se le dibujó en el rostro. Me gustaba verla feliz.

   -¿Ése es el chico con el que hablabas ayer en la fiesta? -Ella asintió y sacó la tortita de la sartén.

   -Sí -Vertió masa de nuevo en la sartén-. Al parecer quiere estudiar física nuclear y crear un sistema de energía menos contaminante pero a la vez igual de productivo, o incuso más. -Parecía súper entusiasmada mientras lo decía. Se oyeron pasos desde las escaleras y Amelia apareció en el arco del salón y nos miró a las dos desde allí.

   -Creo que me va a explotar la cabeza. -Dijo, dió dos pasos y se tiró al sofá. Llevaba unos pantalones cortos rojos con bordes blancos y una sudadera negra con la capucha puesta y los negros cabellos a los lados.

   -Normal, con lo que bebiste anoche. -Mascullé. Amelia levantó la cabeza y me miró desde el sofá. Tenía unas ojeras enormes.

   -No bebí tanto. -Dory sacó la segunda tortita, vertió de nuevo la masa y miró a Amelia todavía con el cucharón de la masa en la mano, y le apuntó con él.

   -¡Me vomitaste en el bolso! -Exclamó y yo solté una risita. Dory me miró seria y me apuntó con el cazo- A mi no me hace gracia. ¡El bolso era nuevo! -Volví a reir y Dory sonrió y se giró hacia la tortita.

   -Oye -Anadió Amelia- yo no fui la única que bebió. Vosotras dos también, lo que no comprendo es por que no estáis tan de resacón como yo.

   -Yo solo me bebí una cerveza. -Me excusé y Amelia suspiró.

   -Pero Dory bebió una barbaridad -Apuntó y Dory soltó una risilla-. No es justo. Yo quiero beber sin que me de un resacón.

   -¿Sabéis desde cuando llevo bebiendo? Desde los 14 años. Cuando mi padre nos abandonó mi madre se hizo alcohólica. Hacía los deberes con una copa de whisky. Que yo asimile el alcohol mejor que vosotras no es culpa mía, sino de mi madre. -Yo me reí y Amelia bufó.

   -Hablando de borrachas -Dije, cambiando de tema-, ¿dónde esta Chris?

   -Aquí. -Se oyó la voz casi como un susurro. Pero provenía de la entrada. Claro, el aseo de bajo las escaleras. Iba a asomarme cuando oí sonidos de vómito. Me levanté corriendo y fui al baño. Chris estaba arrodillada frente al retrete y con la cabeza dentro. Corrí hacia ella y le quité los pelos de la cara. Cogí una gomilla que había en el lavabo y le hice un moño.

   -Así mejor. -Murmuré y Chris sacó la cabeza del váter.

   -Gracias. -Sonreí al ver su cara de zombie. Es más, tuve que aguantar la risa al recordar lo que pasó anoche.

   -¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche? -Le pregunté mientras la ayudaba a levantarse y la acompañaba al salón.

   -Recuerdo que me trajiste una copa y estar en el centro de la pista bailando. -Dijo y se tiró al sofá que había junto al de Amelia.

Bad Girl Good LipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora