Capítulo 18

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   La semana había pasado con una rapidez inexplicable. Jack y yo nos pasábamos el día juntos y cuando no estaba con él estaba con Amelia y las chicas. Desde que Amelia me había besado las cosas eran demasiado raras. Siempre tenía un ojo puesto el ojo en mí. Aunque estuviera hablando con otra persona sabía y que me miraba de reojo. Y no parecía entusiasmarle que Jack se quedara conmigo hasta tarde. En cuanto este se iba Amelia me pedía un pequeño resumen de que habíamos hecho, además de las demás, claro está. Pero ella parecía estudiar sus movimientos de una extraña manera.

   Durante la semana, también había afianzado vínculos con los otros dos Morgan. Jackie me hablaba casi cada noche para comentar su situación con Dory, recordarme cuanto odiaba  Thomas y algún que otro tema. Jackson, por su lado, nos había invitado a ir con con Scott, Jackie y él a comer y afianzar lazos. Algo que iba progresando muy bien y cada vez  nos llevábamos mejor. Cada día que pasaba con estos chicos me convertía en uno de ellos y tal vez esa era una de las mejores cosas que me habían pasado en mi vida.

   Ya era viernes 21 y en vez de ir a ver a Thomas jugar nos dirigimos a la carrera. En parte me gustaría haber ido para apoyar a Jackie, pues oficialmente Dory y Thomas eran novios y Jackie cada día estaba más enamorado de ella.

   La carrera se haría en un lugar cerca de un embalse del río. Si llovía mucho el agua del embalse se tiraba por ahí y mientras permanecía seco, por lo que era sencillo de llegar. Scott no nos había podido acompañar porque tenía una cita con una chica que no nos quería decir. Decía que quería que fuera sorpresa.

    Había en total 5 coches de carrera cuando llegamos con el coche de Jackson. Stephen estaba dándoselo todo a una rubia teñida cuando quitó la boca para mirar el coche de Jackson. Todos se sorprendieron menos Ryan, que nos sonreía triunfante. Jackson se colocó junto a Stephen y este se acercó a la ventanilla del conductor para hablar con este.

-¿De dónde ha sacado el Morgan viejo tanto dinero como para arreglar las ruedas? –Le preguntó mientras encendía un cigarro.

-De las peleas de mi hermano, ya sabes, lo típico. ¿Y tú de dónde has sacado el dinero para ese reloj nuevo –Apuntó a su muñeca izquierda-, Green? Me dijeron que en otras carreras no ganas ni para un chicle y que tu papi ya no suelta más pasta. ¿A caso estas vendiendo tu cuerpo?

-¿Quién lo compraría? –Murmuré y todos menos Stephen empezaron a reírse. Este metió la cabeza un poco por la ventana y me miró fijamente.

-Anda, pero si es la chica sin nombre. ¿Cómo tu por aquí? ¿Y qué haces con estos perdedores?

-Ya veremos quién pierde esta noche, idiota. –Sonrió con superioridad y se fue de nuevo a su coche. Jack y yo rodeamos el de Jackson y nos acercamos a darle suerte antes de hacernos a un lado para que diera comienzo la carrera.

   Ryan se puso delante de los coches y los revisó a todos con la mirada antes de empezar a hablar.

-Chicos, esta es la primera carrera de este curso que yo organizo así que se me ha ocurrido hacerla más especial. Y por especial me refiero a peligrosa. Hoy, todos los que estáis en vuestros coches conduciréis pero no sabréis hacía donde vais, pues tendréis vendas en los ojos que no os dejarán ver el camino. Pero no iréis solos, sino que os acompañará alguien. Podéis elegir a quien queráis, pero con una condición: Qué no tenga pene. –Todos empezaron a murmurar sobre lo que Ryan acababa de decir.

   Iba a mirar a Jack cuando noté que me cogía la mano. No me la cogía, en realidad, se aferraba a ella. Como si no quisiera que fuera al coche con Jackson –Pues sabía que me tocaba-, como si temiera perderme de verdad.

-Jack, tranquilo. –Le dije antes de que me soltara la mano y fuera como un energúmeno hacía Ryan.

-¡No puedes hacer esto! Es injusto. Algunas de las chicas de aquí están bebidas y otras no han conducido a más de 110km en su vida. ¡No puedes obligarlas a subirse a un coche y a correr esta carrera que los llevará a los dos directamente a la muerte! ¡Es un suicidio! –Le gritó Jack mientras todos los conductores salían de los coches y se acercaban a ellos.

Bad Girl Good LipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora