Jack. Eso era lo único que se me pasaba por la mente. "Nos vemos en la moto", había dicho. Pero él no estaba en la moto. Y lo odiaba por ello. Quería que estuviera aquí. Quería que me enseñara el fajo de billetes que Jackie había ganado para Jackson. Quería ver como sonreía enseñándome el colmillo izquierdo. Quería que me contase un chiste malo mientras íbamos de camino a la moto. Quería que me cogiera de la mano y me tratara con delicadeza. Quería mirarle a sus grises ojos y sonreír. Quería que esa magia durara para siempre. Y después, tras un rato admirando sus facciones, robarle un beso, o dos, o tres.
Pero no estaba. Jack no estaba. Y mis deseos se quedarían en sueños. Porque Jack no estaba. Y tal vez no volvería a estar jamás.
Tal vez lo habría aplastado algún escombro. Tal vez se le pilló una pierna bajo un trozo de yeso y estuviera pidiendo ayuda. Pero no escuchaba nada que no fuesen mis llantos o los de Jackie.
Entonces reaccioné. Jack no estaba muerto.
No.
No podía quedarme ahí, llorando, a que Jack apareciera. Llorar no soluciona nada. Por llorar cada noche Anthony no dejó de ser un monstruo. Así que llorar no me devolvería a Jack.
Me levanté del suelo y me limpié las lágrimas con las mangas de la chaqueta vaquera. Miré a Jackie, que también tenía los ojos rojos del llanto.
-Jackie -Le dije y le miré con toda la dulzura del mundo, intentando mantener la calma-, puede que esto sea una tontería, pero creo que deberíamos volver ahí dentro. Jack podría estar ahí.
-¿Estás loca? -Exclamó mientras se levantaba. Se limpió las lágrimas con los puños y me miró con la intención de seguir hablando. Pero le corté.
-Sí, Jackie, estoy loca. Y lo que voy a hacer es una jodida locura. Por eso necesito que alguien fuerte e igual de loco que yo me acompañe a buscar a una persona importante para mí -Respondí-. No pienses en todo lo que podría salir mal, piensa que tal vez tu hermano este ahí dentro.
Jackie levantó la cabeza y miró el city con aire melancólico. Me miró un segundo y comenzó a andar hacia allí. Le seguí a paso acelerado.
Rodeamos el perímetro hasta que encontramos a un grupo de unas 15 personas ayudando a otras con heridas. Eran bastante profundas y había mucha sangre. Nos acercamos corriendo hacia ellos. Jack no estaba ni entre los heridos ni entre los que ayudaban. Vi a una chica con un corte feo en la cara. Otra tenía un tobillo en alto y otro chico se sujetaba el brazo como si lo tuviera dislocado. Me acerqué a un chico.
-Perdona -Le llamé-. ¿Has visto a Jack Morgan? -Al oír su nombre me miró sobresaltado y asintió con energía.
-Claro -Respondió-, fue él quien nos sacó del edificio, junto al que organizó la pelea. Volvieron dentro a ver si quedaba alguien. Y a buscar a una tal Brooke o así. Jack decía que venía con ella pero se separó cuando la multitud empezó a correr.
-Yo soy Brooke -Respondí. Me giré para mirar a Jackie-. Jack volvió para buscarme. Tengo que ir a por él.
-Brooke -Dijo Jackie-, no podemos dejar a esta gente herida aquí. Yo entraré a por Jack y tú te quedarás con los heridos.
-Jackie -Me quejé-, necesito ir a buscarle y ayudarle si le ha pasado algo. Necesito saber que está bien. -Jackie se acercó a mí y me puso las manos sobre los hombros.
-Hermosa, ya sabemos que está vivo y bien. Solo necesitamos saber dónde. Déjame que yo vaya a por él. Y si lo encuentro lo traigo aquí para que le des un abrazo, un beso o lo que quieras. Pero no puedo permitirme perderte esta noche a ti también. ¿Comprendes? -Y sin responder estiré mis brazos y rodeé su musculado torso y el me devolvió el abrazo sin pensarlo dos veces.
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Bad Girl Good Lips
Teen Fiction¿Quién dijo que las historias de amor no podían comenzar con un corazón roto? Brooke Hamilton, una chica mala de Clark, decide viajar a miles de kilómetros de su "hogar" para adentrarse en una nueva vida en la universidad. Pero no todo es de color d...