Capítulo 15

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   Paré de llorar casi en el acto en el que apoyé la cabeza sobre el pecho de Jack y este comenzó a acariciarme el pelo. No paré de llorar porque me sintiera menos dolida, en absoluto, sino por unas palabras que había dicho minutos antes. ¡Jack me había pedido salir! ¿No? Me había invitado a un restaurante caro, ir vestidos de gala de y a pasar una noche bebiendo y bailando. Era mucho mejor que un sueño.

   Pensaba decirle que se me había pasado, que iría mañana a hablar con la zorra y que podía irse y dejarme aquí, sola. Pero no lo dije porque, en realidad, no quería que se fuera. Se inclinó un poco y me dio un beso en la frente.

-Veo que se te ha pasado un poco. –Dijo mientras retiraba la mano de mi pelo. Yo la volví a coger y la puse sobre mi cuero cabelludo.

-Eso no quiere decir que tengas que dejar de hacerme mimitos. –Le dije y él me sonrió.

   Nos pasamos toda la tarde haciéndonos mimitos y vimos alguna peli. Las chicas llegaron pero no hablé con ellas hasta que Jack se fue, sobre las 20. Chris estaba con el móvil chateando mientras Amelia se preparaba para hacer un poco de verdura con pollo para la cena. Me senté en la esquina de la encimera y Amelia sacó la tabla de madera para cortar la verdura.

-¿No hacía Chris la cena para aprender a cocinar de una vez por todas? –Le pregunté a Amelia y ella me regaló una media sonrisa.

-Se me olvidaba que ayer no estuviste aquí en la cena. Chris no va a volver a cocinar hasta que lo que prepare sea agradable al gusto y no queme la cocina. –Explicó Amelia. Antes de que pudiera decir algo, Chris asomó la cabeza por el respaldo del sofá y miró a Amelia con Odio.

-No quemé la sartén solo el filete de la sartén. –Repuso y colocó el brazo sobre el respaldo. Amelia puso los ojos en blanco y se dirigió a la nevera para sacar la verdura.

-Era un filete carísimo. –Se quejaba Amelia cuando noté que el móvil vibraba ente mis piernas.

-Si se lo robé a Apolo, no te quejes. –Mustió Chris mientras yo desbloqueaba el teléfono y miraba el mensaje que me acababa de llegar. Era de un grupo: Las divasas + Artemisa. Además de ese grupo teníamos otro con Jack, Scott y Thomas. Era un mensaje de Apolo preguntando quien iba mañana con él a ver al de economía a tercera hora. Me di cuenta que yo a esa hora tenía matemáticas así que, junto a Chris, me apunté. Guardé el móvil para concentrarme en lo que discutían las otras dos.

-Ag, cállate. –Había sido lo último que había dicho Amelia antes de ponerse a cortar zanahorias. Mi móvil volvió a vibrar y puse los ojos en blanco. Miré de quien era el mensaje, para saber si valía la pena desbloquearlo y vi que era Jack. Rápidamente desbloquee el teléfono y me metí en el grupo general en el que había hablado.

Jack > Hey, chicos, ¿os apetece que vayamos todos a comer mañana a algún restaurante del pueblo?

Scott> Por mi si

Artemisa>Va

   Y así contestamos todos con una afirmación y decidimos el punto de la universidad donde quedaríamos y en que coches iríamos. Además Dory preguntó si Jackie podía venirse ya que se estaban haciendo muy amigos. Aunque a Thomas no pareció hacerle mucha gracia “compartir a su chica” aceptó. Apagué el teléfono al tiempo que Amelia que estaba cocinando ya los filetes. En cuanto hubo puesto el primer filete en el plato la puerta de casa se abrió y Dory entró sonriendo de oreja a oreja. Por el cristal se veía a Jackie sonriendo y andando hacia su apartamento. Dory entró y se sentó en una de las butacas que había frente al arco. Suspiró.

-¿Qué tal con Jackie? –Le preguntó Chris con aires de cotilla.

-Es fantástico. Se le han insinuado tres tías y ha pasado de ellas, para la única que tenía ojos era para mí. –Nos explicó mientras se quitaba la chaqueta y dejaba el móvil en la mesa de café. Chris se acarició la barbilla mientras Amelia servía el primer plato.

Bad Girl Good LipsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora