Entramos en casa empapados y riéndonos y vimos como Amelia se asomaba con una taza de humeante café entre las manos.
-Hola, chicos -Nos saludó Amelia-. ¿Qué habéis comido?
-Unos sándwiches riquísimos -Respondí mientas Jack me soltaba-. ¿Y vosotras?
-Burritos de microondas -Contestó Chris desde la barra de la cocina-. Como no sabe mal el vómito va Dory y nos deja esto.
-Hablando de Dory -Intervine-, ¿dónde esta?
-Se fue con Thomas un rato después de que vosotros os marcháseis -Explicó Amelia, sentándose de nuevo en el sofá-. Por cierto, ¿dónde habéis ido? -Jack me miró, esperando expectante mi respuesta.
-Es secreto. -Respondí, Jack me miró aliviado y sonrió. Le guiñé un ojo pícara antes de volver a mirar a Amelia.
-Oye, chica mala, no es por molestar pero creo que necesito una ducha -Jack miró a Amelia y a Chris-. ¿Os importa si me paseo un rato en calzoncillos mientras mi ropa se seca? -Todas nos miramos con aire cómplice. Chris dejó su burrito en la encimera de sopetón y se dirigió a la entrada.
-Sígueme, te enseñaré el baño y te daré toallas limpias -Dijo, pasando por nuestro lado y mirando a Jack-. ¿Te apetece quedarte hasta la hora de la cena? Incluso quedarte a dormir, mi cama es muy grande. -Jack me miró soprendido y después miró a Chris.
-No hace falta, Christina. -Contestó Jack y Chris me miró mientras aticulaba las palabras <<¡Se sabe mi nombre!>>. En cuanto Jack hubo desaparecido de nuestra vista, Amelia me estrujó el brazo y me miró con los ojos muy abiertos.
-¿Qué tal con el Morgan? -Me preguntó mientras me quitaba la camiseta y me secaba la cara. Parecía máa curiosa que entusiasmada.
-Bien. Nos reunimos un momento con Jackson para una cosa importante y después nos fuimos a comer. -Ella me miró y arqueó una ceja.
-¿Sólo eso? -Preguntó.
-Sólo eso. -Repetí y ella me miró incrédula.
-Mentira. -Sentenció mientras yo me dirigía al baño para darme una larga ducha caliente.
-¿Por qué? -Cuestioné.
-Porque no se puede tener una cita con un Morgan y no haber hecho nada. -Explicó mientras yo abría el grifo de la ducha. Amelia se quedó en la puerta.
-No era una cita. Solo hemos comido juntos y hemos ido a un sitio secreto. -Ojalá pudiera decirle a Amelia que había conocido a su hermano pero la venganza se ejecuta mejor por las sombras.
-¿Qué ha pasado? -Seguía insistiendo ella y yo bufé. Hasta que no se lo dijese no se iría así que, ¿por qué no soltarlo?
-Casi le beso. -Murmuré y Amelia funció el ceño.
-¿Qué? -Preguntó como si no lo hubiese escuchado.
-Que casi le beso. -Dije un poco más alto.
-¿Qué? -Preguntó como si no se creyese lo que estaba diciendo.
-¡QUE CASI BESO AL TERCER MORGAN. QUE NUESTROS LABIOS CASI SE ROZAN!-Grité y Amelia soltó la risita que estaba conteniendo. Pasé la mano bajo el grifo para comprobar la temperatura.
-¿En serio? -Tenía una cara de incredulidad increíble.
-¿Por qué debería de inventármelo? ¿Para impresionarte? Eso sería estúpido. Te digo la verdad. Ahora dejame ducharme en paz. -Respondí, un tanto harta, y Amelia salió del baño con cara de pocos amigos.
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Bad Girl Good Lips
Ficção Adolescente¿Quién dijo que las historias de amor no podían comenzar con un corazón roto? Brooke Hamilton, una chica mala de Clark, decide viajar a miles de kilómetros de su "hogar" para adentrarse en una nueva vida en la universidad. Pero no todo es de color d...