Descubriendo el mundo humano {Liam/Niall fanfic}

Capítulo 28.

-         Son las 19:20 ¿a qué hora te tienes que volver a casa? –me pregunta Liam mientras se come un ladrillo de chuche.

-         Pues dentro de una hora más o menos ¿por qué lo preguntas? –respondo saboreando una bola de chocolate blanco.

Después del beso que nos hemos dado en mitad de la acera, hemos ido a un quiosco y Liam ha comprado varias chuches y ahora estamos en un banco comiéndolas.

-         Zayn me dice que está con Sandra cerca de aquí y era por si te apetecía estar con ellos.

-         ¡Ah sí, no hay problema! Sandra me ha caído bien no como Annie.

-         Es verdad que tú ahora estás en la misma clase que Sandra, ¿ya os habéis hecho buenas amigas?

-         Realmente no he hablado mucho con ella, me he hecho amiga de otras 5 chicas con las que ya tengo un grupo de WA, pero de ella no es que sepa mucho.

-         Bueno, lo importante es que hayáis tenido una buena impresión la una de la otra.

-         Sí. ¿Dónde hay que ir? –digo levantándome.

Liam se levanta y cogiéndome de la mano me guía por la calle donde se encuentra el quiosco. Andamos menos de un minuto y nos los encontramos, también cogidos de la mano, caminando en dirección opuesta a la nuestra, es decir, hacia nosotros.

-         ¡Hola! –saluda Liam.

-         Ey tío, ¿qué tal? Ya veo que vas bien acompañado… -se saludan como lo hacen los chicos y a mí me da dos besos, a continuación saludo a Sandra.

-         Entonces ¿vosotros dos sois… novios? –pregunta ella con miedo a equivocarse.

Liam y yo nos miramos y nos reímos, hace varios minutos lo hemos estado hablando pero no hemos quedado en nada concreto.

-         No exactamente, pero algo así –responde finalmente Liam mientras me toca el pelo.

-         Hacéis muy buena pareja vosotros dos, ¡hasta parece que ya seáis novios! –dice Zayn.

-         Bueno sí, dejemos a un lado este tema ¿a dónde vamos? Yo no llevo dinero encima así que me conformo con estar de risas en un banco –intervengo.

A Sandra le parece buena idea, a las chicas nos gusta pasar horas hablando y cotilleando en un banco o en cualquier sitio, pero los chicos se niegan. Se miran, Zayn hace un gesto con la mano como si estuviera tirando una pelota hacia abajo y Liam asiente.

-         ¡Nos vamos a la bolera! –chillan a la vez.

-         No tengo dinero, ya os lo he dicho –digo poniendo los ojos en blanco-. Y no Liam, no voy a permitir que me lo pagues –añado deprisa cuando veo a Liam con la intención de hablar.

-         Sí Freshter, sí que te lo voy a pagar, ya me lo devolverás de alguna manera.

Acepto un poco a regañadientes pero feliz porque voy a estar jugando con él, abrazándonos, besándonos… “¿En que piensas Freshter?” me digo a mí misma e inmediatamente aparecen pensamientos de mi vida como sirena “¡Joder Liam por qué has tenido que aparecer en mi vida! No quiero abandonar a los míos pero…abandonarte a ti también se me va a hacer difícil” intento apartar estos pensamientos de mi cabeza.

-         ¿A ti te apetece Sandra? –le pregunta Zayn cogiéndola de la cintura. Ella pasa los suyos por sus hombros.

-         ¡Con tal de estar contigo cariño! –se hunden en un verdadero beso de dos enamorados del que llego a sentir envidia.

Los cuatro juntos nos dirigimos a la bolera que se encuentra a unos 5 minutos andando, de forma que entre frase y frase llegamos.

Entramos, es un local grande y no es que haya tanta gente: un cumpleaños de niños de unos 10 años, un grupo de nuestra edad y otro más pequeño de gente más mayor. Liam y Zayn pagan y nos dan unas zapatillas, mientras me las pongo le susurro a Liam.

-         Yo nunca he jugado a esto, voy a hacer el ridículo.

-         Tranquila que nadie se reirá de ti y aquí delante tienes al experto con los bolos –dice señalándose a él mismo.

-         ¡Sandra, Freshter! Que empiece una de las dos –nos dice Zayn.

Miro a las personas que están jugando, no parece tan difícil pero ¿cuánto pesará la bola? Ante esa duda, le miro a Sandra diciéndole que empiece ella.

Coge una pelota amarilla y acercándose a la línea, la tira.

-         Ves preparándote, coge la que menos pese –empiezo a buscar y cojo una bola roja, las manos se me van para abajo, pero en seguida consigo levantarla-. ¡Vale perfecto! ahora fíjate en Sandra, en como hace el segundo lanzamiento.

-         Consiste en derribar esos bolos ¿no? –digo separándome de Liam, ya es mi turno.

Él asiente y me da unas pocas explicaciones sobre cómo tirar. Sujetando fuertemente la dura bola, consigo lanzarla y derribo 6 bolos de 10.

-         ¡Muy bien Freshter, así se hace! –yo salto encima de Liam y nos besamos.

-         Eres el mejor profesor del mundo –digo cuando me suelta.

Hago el segundo lanzamiento en el que consigo tirar otros 3 y la tarde continúa. Nos lo pasamos genial todos juntos, tanto si hacemos plenos como si no tocamos ni el borde de algún bolo, y Sandra y yo hablamos de millones de cosas. Es una fanática de las compras y me invita a ir con ella al día siguiente, tiene que comprarse un par de cosas y sus amigas no pueden acompañarla.