Todo por el trabajo

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Los hombres que estaban conmigo me habian puesto una venda negra la cual no podia saber hacia donde me llevaba, pero de algo estaba seguro me llevaria con el Perro, escuche el sonido de la puerta abrirse.

-Dejenla ahi -escuche una voz masculina.

las personas que me tenian los brazos agarrado para giarme hacia donde debia estar, me soltaron, despues senti el sonido de la puerta cerrarse, mierda estaria con el sola, pero eso ya me lo imaginaba.

-¿Cual es tu nombre? -dijo la voz masculina de hace rato ¿Acaso ese era el perro?

-Ro... Romery - Menti, no podia decir mi nombre a un narcotraficante, ladron, delicuente, matador y todas las cosas malas que me pasaban por la mente.

-Lindo nombre -dijo el, senti sus manos tocar mis hombros lo cual me puso muy nerviosa, bajo sus manos al paso hasta llegar mi cintura, y despues reaccione a lo que me dijo la muchacha en la sala, con la mano que tenia libre empuje al sujeto y me quite la venda.

Cuando lo vi, era un hombre, que quizas debe tener como 30 o mas, alto, pelo castaño ojos oscuro y vestia un traje negro,  elegante si estaba,  y hasta un poco atratativo aunque no sea de mis tipos.

-¿Estas loca puta? ¿por que te quitaste la venda a caso no sabe que es prohibido ver al Perro? -dijo el con su cara de enojo .

-Tu no eres el Perro -dije mirandolo directamente a los ojos 

¿Acaso todo esto de que el perro estaba aqui era una trampa?  si eso fuera cierto, me habia metido en un gran problema del cual no sabria salir.

-¿Por que dices que el no es el Perro? - una voz masculina se escucho de la puerta, su voz era suave, aun cuando solo habia escuchado hablar tenia tranquilidad, mire de donde provenia la voz y mis ojos se toparon con un hombre que me erizo la piel desde que lo vi, era todo un papasote de eso que solo se ven en las revista de hombre sexy, piel clara, que se notaba que se habia bronceado, ojos esmeralda intenso, cabello negro, una boca que desde que la vi me dieron deseo de estar en ella, me mordi e labio de solo pensarlo, tenia un cuerpo atleta, llevaba un pantalon liso negro, zapatos negros, una camisa arremangada blanca  y con par de botones desbrochado, para que se vea mas sexy el maldito.

-Ella no tiene la benda -dijo el chico que estaba al frente de mi y el que se hacia llamar por Perro.

-No te preocupes me dio interes de saber -me volvio a mirar a los ojos, esos ojos de el era pertubador al menos para mi, -¿Por que dices que el no es el perro? -dijo algo divertido.

-El...El -el muy maldito su sexy cuerpo y su provocadora boca no me dejaban hablar -su perfume no es el del perro -dije mirando hacia otro lado, si seguia mirandolo no iba a terminar la oracion.

-¿y como huele? -dijo el papasote acercandose hacia mi.

-un rico aroma, que desde que el entra a un salon, su fragancia deja por todos lados, es suave y a la vez tentador -dije recordandome todo lo que me habia dicho aquella mujer.

-Eh... -el falsante que estaba al lado de mi queria hablar pero el joven que se iba acercando cada vez mas a mi no lo dejo.

-Te puedes retirar -dijo mirando al falsante y el obedecio, volvio a mirarme de nuevo -¿y yo sere ese que tu busca? -dijo con media sonrisa en su rostro haciendolo mas perfecto al condenado.

Me quede observandolo por un rato, en realidad nunca me imagine un malo teniendo una pinte de chico lindo, hermoso y sexy y cada vez que estos pesamiento llegaban a mi mente me mordia el labio,  RAYOS!! como no me habia dado cuenta desde que el aparecio el olor de la habia cambiado, desde ese momento supe...

PERRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora