Baja autoestima

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— Regla numero uno: No preguntaras tanto o mejor no preguntes–Dijo serio  ¿En serio? Es mi trabajo niño preguntar.

—    ¿Te puedo hacer una pregunta? –Dije mirando todo alrededor.

—    No –El me respondió de inmediato. –Estas rompiendo la primera regla y no he terminado de decir las demás –Dijo un poco molesto.

—    ¿Por qué me trajiste a mí? –Pregunte sin importarme que él dijo que no ni tampoco lo de la regla.

—    no lo se –Respondió tomando una trago de whisky y se quedo mirando de arriba abajo analizando cada parte de mi cuerpo.

—    ¿No lo sabe? –Pregunte

—    Pregunta demasiado, pareciera que ese fuera tu trabajo –Dijo algo molesto después de tomarse todo el alcohol lo puso en una mesita y se acerco hacia mi –Pero después me recuerdo que tu trabajo es de puta, aunque hagas un mal trabajo –Dijo mirándome a los ojos ¡Estoy harta de que me diga así!

—    Como sea –Dije rodando los ojos y mirando hacia otro lugar -¿Cuándo me iré a mi casa?

—    El domingo –Respondió como toda naturalidad y yo lo mira espantado.

—    ¿Cómo que el domingo? Tengo una cita el sábado –Dije alterada y por la mirada que el perro me lanzo supe de inmediato que era mejor mantener la boca cerrada, pero se me había escapado.

—    ¿Con quien saldrás Rosmery? –Dijo con su rostro serio enarcando una ceja, tenia la mandíbula apretada, me quede pensando sobre el nombre que me había dicho hasta que reaccione y recordé el nombre falso que le había dado. ¿Estaba tan molesto de que yo tuviera una cita? ¿A caso no era él que decía que yo era una puta?

—    Tengo que cumplir con mis trabajo –Dije con una sonrisa de maliciosa, se que no debo estar de jueguito con el perro, pero debo admitir que me gustaba la idea de que estuviera celoso o al menos intentaba pensar que era eso.

—    ¿Qué clases de trabajo? –Dijo sin quitar la cara de perro y acercándose cada vez más hacia mí ¿Era idiota? Como que clase de trabajo.

—    Soy puta ¿No? –Dije sonriendo, el me agarro fuertemente el brazo, estaba que echaba humo y me asuste.´

—    No iras con nadie –Dijo en susurro pero se sentía que eso era una amenaza, yo solo me quede mirándolo a los ojos todavía asustada por su comportamiento –Si me entero de que estas con alguien te mato y no eres puta–Dijo con una voz áspera y yo me quede en shock ¿Me mata?

—    Eres un demente y aparte de demente se contradice –Dije despacio y el sonrió, primera vez que veo una sonrisa tan sínica.

—    Lo se bebe y no me contradijo solo eres puta cuando yo lo digo –Dijo

—    Es mi trabajo así que no dejare de serlo –Dije para ver que diría.

—    ¡Ese no es tu trabajo! –Grito soltándome y caminando dándome la espalda,

—    ¿A no? ¿Entonces cual es? –Después de decir eso, mi corazón se paro ¿A caso  sabia donde trabaja? Ahora si estaba mas que muerta y eso que mis amigos me lo advirtieron, como dice el dicho que el se lleva de consejo muere de viejo, yo no me lleve de consejo ahora moriré sin casarme ni nada de eso. El perro no respondió, se quedo un segundo callado, pareciera que se estuviera relajando.

—    Dejaras tu trabajo –Dijo serio pero mas tranquilo.

—    ¿Cuál? –Pregunte un poco nerviosa.

PERRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora