Rodrigo Parker

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No sabía ni que contestar ¿A caso seria el Perro que escribió esto? Aunque realmente quisiera que fuera cualquiera y no él, respire profundo y fui al supermercado a comprar algunas cosas que me faltaba en mi casa, hoy era miércoles y para llegar el viernes todavía faltan dos días, pero algo en mi tiene una corazonada de que fue el Perro el del mensaje, pero me lo he encontrado tan extraño que quiera verme, el había dicho que no lo dejaba completo en la cama ¿Entonces para qué  me quería? Tonta Rosa Linda, claro ahora todo tiene sentido lo mas seguro que ya sabe que yo trabajo en la noticia y me quiere matar, aunque esa idea la descarte porque si fuera en dado caso, seria mejor que me mandara a matar lo mas rápido posible.

Iba el camino entero pensando en todas mis conclusiones respecto al mensaje que había recibido y cuando estaba cruzando la calle, escuche un sonido de carro cuando están frenando de repente, me sobresalte de mis pensamiento y ahí fue que entendí que estaba en  medio de la calle  y había un carro que estaba a solo un centímetro lejos de mi y yo abrí los ojos, las persona del carro se desmonto, era un hombre moreno, cabello negro y ojos marrones, no era tan lindo pero había algo en él que me llamaba la atención.

—    ¿¡Esta loca!? –Dijo el algo alterado y yo solo me quedaba mirándolo –Tiene que mirar la calle antes de cruzarla –Dijo

—    Discúlpeme en serio –Dije arrepentida.

—    ¿Esta bien? –Dijo calmándose –Me he asustado mucho, pensé que ya había matado a una linda dama –Dijo y yo me sonroje.

—    Gracias –Dije bajando la cabeza de vergüenza.

—    Mi nombre es Rodrigo Parker –Dijo extendiéndome la mano y yo se la di con una ligera sonrisa.

—    Rosa Linda Cruise –Dije

—    Muy lindo nombre ¿Desea que la lleve a su destino? –Dijo Rodrigo muy amablemente.

—    No gracias estoy bien, además ya mi destino esta cerca –Dije con una sonrisa.

—    Bueno espero que la linda rosa que he conocido hoy se cuide y espero volver a encontrarla –Dijo –Al menos… ¿Me puedes dar  tu número? Claro si usted quiere.

—    Claro –Dije, realmente él tenía algo que me llamaba mucho la atención y no iba a perder la oportunidad de estar con alguien así. Le anote el número  y después se fue, ese día con tan solo conocerlo a él, me lo había alegrado, hasta me había olvidado totalmente del mensaje que me llego.

***

Llegue a mi casa cansada de caminar con esas fundas de compra, comencé a organizarla y de repente mi teléfono comenzó a sonar, mire la pantalla y decía Rodrigo, no dude en contestar.

—    Hola –Dije

—    ¿Has llegado a tu casa? –pregunto

—    Si, ya estoy en mi casa, gracias –Dije amablemente.

—    Que bueno ahora me siento mas tranquilo, en el trabajo no me pude concentrar viendo que deje una joven tan bella en una calles tan peligrosas –Dijo

—    Gracias –Volví a decir, creo que viviría escuchando esos halagos toda mi vida.

—    Yo se que no tenemos mucho sin conocernos o mejor dicho ni tenemos muchas horas conociéndonos, pero realmente te quiero conocer y estaba pensando que ¿Si usted puede almorzar conmigo mañana? –Pregunto él muy educadamente.

—    Claro por qué no –Dije con una sonrisa, cuando venga Carlos le echare en su cara que ya tengo una cita con alguien.

—    Gracias, entonces hablamos luego –Dijo

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