Segunda Oportunidad

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Dure mucho, lo sé, por eso le recompenso haciendo el capítulo largo :*



Todo me daba vuelta, no podía creer nada de lo que me estaba pasando en estos momentos, ahora estaba en el famoso hotel que Perro había pagado para mí, dentro de un bañera llena de espuma e intentando relajarme, aunque ha sido muy difícil estas últimas horas.

¿Todo acabo? ¿Así de fácil?

No sé cuánto duro el baño en el momento que salí, me envolví la toalla alrededor del mi cuerpo y me dirigí hacia la habitación, luego de ponerme mi ropa interior me lance a la cama; al menos debía dar las gracias por todavía seguir con vida, en realidad pensaba que iba a terminar completamente muerta justo en el momento en que Perro supiera lo que yo estaba haciendo, pero en cambio se notaba muy sereno, aunque esas son las actitud que dan más miedo.

Respire calmadme, no iba a llorar, bueno al menos esos no eran mis planes pero ya era tarde, mis lágrimas comenzaron a salir sin control algunos dejándome confusa ¿Por qué estaba llorado? Al menos debería estar feliz de que salir de las manos de Perro con vida ¿No? Me aferré más en la almohada intentando ahogar mi tristeza en esta, no sé por qué, pero me sentía que se habían llevado una parte de mí, me reprendo a mí mismo por haberme enamorado tan fácil y en tan poco tiempo.

Todo se había salido de mis manos y me di cuenta de eso muy tarde, tan tarde que ahora estaba llorando sin control.

Visualice un mini bar que tenía la habitación y no dude de destapar una de las botellas que habían, no era muy buena con el alcohol y con eso me refiero a que no tenía ni la menor idea de qué tipo de bebida era, la única descripción que podía decir es que era color blanco ¿A caso era un ron? Tenía un nombre que yo desconocía, no me importaba en realidad, solo quería beber.

No necesite vaso, ya la botella era para mí sola, con eso me conformaba y entre tragos me di cuenta, lo mucho que estaba enamorado de ese hombre, lo mucho que mi cuerpo necesitaba su tactos, que mis oídos necesitara escuchar su voz, cada parte de mi cuerpo anhelaba estar cerca de él y ahora ya se había ido y me prometió nunca volvernos a encontrar.

Otra vez decayendo por un hombre, yo que jure no volverlo hacer y mírenme ahora, doy lastima con toda esta lagrimas que he derramado por otro maldito que me ha destruido, aunque esto me lo he buscado yo sola sin nadie ayudarme. Cogí mi celular y busque en YouTube canciones de corta venas, eran las apropiada para esta ocasión.

Él no me había matado físicamente pero me sentía que me había matado parte de mi cuerpo.

La música fue interrumpida por una llamada entrante, no la cogí, fingí que era parte de una canción nueva. Cuando la poca cuerda que tenía me dijo que cogiera la llamada lo hice.

— ¿Dónde has estado mujer? –Escuche la voz alterada de Lola –Te he llamado más de 20 veces y no te he localizado ¿¡Sabes lo preocupada que estaba!? –Volvió a gritar lo que hacía que me doliera la cabeza.

— Habla más bajito –Gruñí

— ¿¡Qué hable más bajito!? ¿¡Estás loca!? –Aleje el celular de mi oreja porque sus gritos provocaba que me diera una jaqueca.

— Lola –Me queje

— ¿¡Estas bebiendo!? –Pregunto y antes de yo poder contestarle agrego -¡Estas bebiendo! –Confirmo –Fui a tu casa y no te vi y me encuentro con gran sorpresa en tu casa –Al notar que su voz se regulo me lo volví a acerca -¿Dónde estás? Tienes que dejar de ver ya a ese tipo, me está dando miedo eso Rosa.

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