Kathe:
Genial Kathe. Acabo de causar una pelea entre mi mejor amigo y un gilipollas. El problema es que el gilipollas se me ha metido en la cabeza y no sale. Nunca me ha pasado nada igual, y este tío no va a ser la excepción.
Miro a Cam. Tiene la mirada fija en la carretera. Harry le ha dejado hecho un cuadro, tiene el labio partido y hinchado, y no paro de pensar que hubiese pasado si no hubiese parado a Harry.
-A tu casa ¿no?- Pregunta. Tiene la voz ronca y su tono sarcástico a desaparecido, señal de que esta cabreado conmigo.
-¿Te has enfadado conmigo?
-¡Si! Joder, no. No lo se. ¡¿Que coño hacías con ese tío?!- Grita a la vez que le da un golpe al volante, doy un brinco, no me gusta nada cuando se pone así. No le tengo miedo, tengo miedo de lo que yo pueda llegar a decirle.
-¡Nada! Había salido de la fiesta cabreada y me siguió para ver si estaba bien.- Ahora que lo digo en voz alta me suena raro. Harry a sido el único que a salido para ver como estaba. No a sido ni Louis, ni Selena... a sido Harry. ¿Por qué coño se ha preocupado por mi?
<<Porque no te conoce.>>
Mi subconsciente me da en toda la boca. No me conoce. Si supiera quien soy, como soy, y la mierda persona que estoy echa, no se acercaría.
-¡¿Y para qué coño vas a esa fiesta?!- Grita, pero no aparta la vista de la carretera. Estoy flipando.
Me río en su puta cara.
- Hablas como si no me conocieras.- Señaló. Apoyo la cabeza en la ventanilla. No me había dado cuenta del dolor de cabeza que llevo encima; la música estaba demasiado alta, los 3 tragos de vodka no me han sentado bien, ver a Hayle a sido como abofetear a mi depresión y que Harry me siguiera me hace pensarme demasiadas cosas. Si, la noche que iba a ser para despejarme a resultado ser la que más me ha dado para pensar.
-No deberías haber ido..- Murmura.
-¿Y qué querías que hiciera? ¿Quedarme en casa encerrada con mi miseria?- Pensaba que él me entendería. Que no me juzgaría, pero como siempre, me equivocaba.
-¡No, joder no! - Que grite ya no me afecta, creo que a veces se le olvida que me crié entre gritos.
Cuando veo que estoy a pocos metros de mi casa un alivio me recorre el cuerpo. Cam para el coche y me mira.
- ¿Que?
- No te acerques a él. Son unos asesinos... - Cada segundo que pasa voy flipando más.
- ¿Qué eres ahora? ¿Mi padre? - Una punzada de dolor me invade cuando le recuerdo. Cam debe de haberse dado cuenta porque algo en su expresión cambia. Suaviza su mirada y alza un brazo para tocarme el hombro. Abro la puerta del coche antes de que tenga oportunidad de tocarme, cierro de un portazo.
-¡Mierda!- Oigo que grita y me juego el cuello a que se esta estirando del pelo, puede que el no me conozca, pero yo a él si. Es mi mejor amigo; mi mitad.
<<Te ha dejado sola.>>
Mi subconsciente señala lo evidente.
Entro a casa y cierro. Me apoyo en la puerta y me pierdo en un sollozo, mi cuerpo se desliza hasta que estoy en el suelo.
-Me gusta estar sola- Le respondo a mi subconsciente, aunque mi voz no es nada más que un susurro.
<<Te gusta estar sola. No sentirte sola.>>
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MAYBE.
Ficțiune adolescențiTodos somos pedazos de personas que se fueron. Canciones que , por mucho que nos duela, no volveremos a escuchar. Libros que dejamos a medias. Palabras que no dijimos. Somos así; estamos hechos de ausencias. Kathe H.