MAYBE.

CAPÍTULO 22

Harry:

Gilipollas. Gilipollas. Gilipollas. ¿A quien se le ocurre ir a una bolera con le enemiga de la chica que le tiene loco? A un gilipollas.

Tengo la sensación de que me va a dar un paro cardiaco de un momento a otro. La imagen de sus ojos mirándome no se borra de mí mente. Su mirada había cambiado. Me miraba con asco. Le doy asco.

-¡Hemos vuelto putas!-Grita Sky abriendo las puertas de par en par. No se que me esperaba de esta noche pero desde luego no me esperaba que Kathe estuviera aquí, y mucho menos que mi supuesta mejor amiga la defendiera. Kathe la sigue de cerca, tiene los ojos rojos, muy rojos. Sky me lanza una mirada de advertencia.                                                                                

Me paso las manos por la cara y suspiro, esto es demasiado para mí.

-Me voy.-Anuncio.

-Adiós.-Se limita a responder mi encantadora mejor amiga. Cuando ya estoy cerca de la puerta la voz de Kathe hace que pare en seco.

-Oye, no te vas a despedir de tu puta?-Dice con una ceja encarnada y un tono muy verde de ojos.

-Te relajas que ella no te a echo nada.-Sale mí hermana a la defensa de su amiga.

-¿O si no que?-Desafía Kathe con los brazos abiertos y andando hacia la bocazas de Jenny. Por un momento pienso que le va a cruzar la cara, pero no. Un silencio se hace en la sala y Kathe se empieza a reír.

-Ves, callada estás más guapa.

-No le mientas.-Dice Sky y las dos se echan a reír. Yo cojo el pomo de la puerta y salgo de ahí. Locas, eso están. Son todas unas putas locas.

No sé cuando se han hecho amigas esas dos, pero sé que su repentina amistad no tiene buena pinta. Mi madre siempre dice que dos personas con similares personalidades no pueden ser amigas. No es que Kathe sea como Sky; venga ya, Kathe es más cañera. Pero hay que decir que Sky no tiene pelos en la lengua.

Sin girarme me subo a la moto y arranco. Voy 4 kilómetros más de lo permitido pero realmente no es eso lo que ronda en mi cabeza en este momento. Kathe tenía los ojos rojos, y no era de llorar, pues el rímel de sus ojos estaba intacto. Sky fuma, y no cosas flojas. Una decepción se instala en mí cuerpo cuando pienso en una Kathe fumando por mí culpa.

Luego de unos 5 minutos me doy cuenta de que no tengo ni idea de a donde voy. Rápidamente giro y me dirijo al hospital. Si Selena tiene el pie reventado en parte es por mí culpa.

Cuando Kathe nos vio juro que he escuchado como se le hacía más pequeño el corazón, pero no pondría las manos en el fuego, pues su repentina alegría con Sky me hace pensar que no le importo tanto como entendí.

Le ha reventado el pie a Selena.

<<Y tú le has reventado el corazón a ella.>>

Me recuerda una voz en mí interior.