Capítulo 37

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Kathe:

Me siento en una de las incómodas sillas blancas. La sala de espera está vacía y huele a lejía. Cojo una revista y la vuelvo a dejar en su sitio.

Aún sigo temblando. Supongo que así es la vida. Te reconcilias con tu mejor amiga y cuando te das la vuelta, la pierdes.

-¡Kathe!- Grita una voz familiar. Me giro para encontrarme con los ojos de Luke llenos de preocupación.

Me levanto de la incómoda silla y él no duda en rodearme con sus brazos.

-Hola...- Dice una voz tímida detrás suyo. Me aparto y me encuentro una melena rubia y una sonrisa.

-Hemos venido en el mismo coche y no nos hemos matado.- Dice Luke con orgullo.

-Me alegro.-Me limito a decir. No tengo ni fuerzas ni ganas de hablar. Solo quiero que el doctor me asegure que no he perdido del todo a mi mejor amiga.

-¿Cómo esta?- Pregunta entonces Sky sentándose en una silla.

-Está en el quirófano.- Se me quiebra la voz.

Luke me acaricia la espalda infundiéndome ánimos cómo solo él sabe.

-No te preocupes, trenzas. Todo saldrá bien- Me asegura y yo intento creerme sus palabras. Vanesa es fuerte, podrá salir de ahí.

-¿Trenzas?-Pregunta Sky con diversión.

Aún recuerdo cuando Luke me puso ese apodo. Luke, Vanesa y yo nos criamos juntos. Los tres mosqueteros nos llamaba el padre de Vanesa. He visto a Luke crecer a mí lado, lo he visto caer y le he ayudado a levantarse. Es un buen amigo.

-¿Se lo explicas tu?-Me pregunta el peli azul.

-Paso.- Digo inclinándome en mi silla. Hinco los codos en mis rodillas y intento respirar profundo.

-Kathe de pequeña siempre llevaba trenzas. Estaba muy mona. Muy inocente.-Se burla.- Así que yo y Vanesa la empezamos a llamar Trenzas.

-¿Desde cuándo os conocéis?- Pregunta Sky con sus ojos azules rebosantes de curiosidad y de lo que parece ¿celos?

-Desde que tengo memoria.- Contesta Luke encogiéndose de hombros, pero mi atención está puesta en la rubia que entra cojeando a la sala. Concretamente al chico que la sujeta.

-Cariño, cómo está?- Pregunta Selena con el ceño fruncido de preocupación, pero en sus ojos la diversión vacila. ¿Que mierdas le hace gracia?

-En el quirófano.- Repito.

-¿Y tú?- Pregunta su voz grave. Levanto la vista. ¿Me está preguntando si estoy bien?

-¿Hablas conmigo?-Pregunto con sorpresa, entonces sus labios se elevan formando una sonrisa preciosa.

Asiente con la cabeza.

-Uhm, bien. No soy yo la que está jugándose la vida ahí dentro.- Señalo con la cabeza la puerta del quirófano.

-Se la esta jugando tu mejor amiga.- Dice y yo le miro sorprendida. ¿Vanesa le dijo que éramos amigas?

-Te estas confundiendo... Aquí la mejor amiga soy yo.- Señala Selena, pero nadie contesta. Luke me mira con expresión apenada y Sky está más distraída con la revista que tiene en el regazo.

Harry no aparta sus ojos de los míos mientras dice:

-No creo que me este confundiendo.

Y sin decir nada más se gira y sale de la sala.

Dos horas después seguimos todos en la sala. A lo largo de la noche se nos a unido Cameron y Jenn, y Harry no ha vuelto a venir.

Cuando sale el cirujano del quirófano salto de mí silla.

-¿Familiares de Vanesa Lowell?

-Soy su mejor amiga.- Contesta Jenn, pasando delante  de mi haciendo chocar nuestros hombros.

-La operación ha sido pasada con éxito.- Todos suspiran pero yo me aguanto la respiración. Habrá un 'pero...' siempre hay un 'pero...'

-¿Cómo esta?- Pregunto con voz débil mientras Jenn me taladra con la mirada. En otro caso le mandaría a la mierda, pero ahora mismo solo quiero abrazar a mi mejor amiga.

-Esta bien. Despertará en 10 minutos. Hemos reparado la fractura de la tibia. Y tenía algunas quemaduras, que por suerte solo fueron de primer grado.- Dice y ahora sí que suelto el aire.

-¿Puedo verla?-Pregunta Jenn empezando a andar hacia el pasillo.

-Eh, esto...-Se sonroja el cirujano mientras se rasca la nuca.- Antes de entrar a quirófano a asegurado que solo quería ver a una chica, una tal Kathe...

-¿¡Que!?- Gritamos yo y Jenny a la vez.

-Acompáñeme por favor.-Dice pero yo sigo en parada. Vanesa a preferido verme a mí antes de ver a Jenny. Empiezo a andar detrás y mientras subimos a la séptima planta me doy cuenta de que sigo temblando.

El doctor me deja al lado de una puerta y desaparece en el pasillo. Doy dos golpes en la puerta antes de entrar.

La imagen que tengo delante me destroza el alma.

Vanesa está envuelta en vendas y cables. Una maquina la toma el pulso y yo agradezco poder escuchar ese sonido.

Cuando abre los ojos y me mira, sonríe. Esa es mi señal, sin decir nada me lanzo a sus brazos y empiezo a sollozar.

No se cuanto tiempo estamos así, yo sollozando y ella acariciándome el pelo hasta que unos golpes en la puerta nos interrumpen.

Rápidamente me separo de ella y me limpio el rímel de los ojos. He llorado más veces esta noche que en 2 meses.

Harry asoma su cabeza por la puerta con una cara graciosa para cortar la tensión. Al final a vuelto y no puedo evitar preguntarme, ¿si fuera yo la que estuviera en esa cama se preocuparía?

-¿Se puede?- Pregunta pero ya ha entrado.

-Pasa.-Dice Vanesa con un hilo de voz.

Sé que Harry me está mirando y yo sigo evitando sus ojazos. La presión en mi pecho crece cuando recuerdo los labios de Harry encima de los de Amber. De repente la sala empieza a dar vueltas y las paredes empiezan a moverse cómo si fueran olas.

Rápidamente me levanto al pasar por su lado Harry me agarra de la muñeca. El mero roce hace que mi piel queme, y tardo más de lo necesario en apartar la mano.

-Kathe...-Suspira.

-Vendré luego a verte.-Le aseguro a Vanesa.

-Te quiero.- Dice entonces Harry con su voz grave. La presión en mi pecho crece y me empiezan a arder los ojos. Me giro y me enfrento a sus ojos, los ojos que por mucho que desee no me corresponden.

Cojo el pomo de la puerta y no vuelvo a mirar atrás.


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