Capítulo 32

5.6K 552 342
                                    


Le pesaba demasiado, aunque no podía saber qué era exactamente hasta luego de unos segundos de concentrarse. Fue el olfato lo que le ayudó.

-... Ne... Neji...

-Ahh... -el cuerpo se levantó poco a poco, cambiando su estructura masosa por una mas rígida, definiendo sus rasgos poco a poco para el asombro de todos los guardias y del mismo Sasuke que estaba aun llorando.

-Neji...

-Me ha dolido un poco. -dijo con voz ronca, sintió algo duro en su cabeza y la giró para ver como aquel oficial le apuntaba aterrado. Disparó.

-¡No! -Sasuke cerró los ojos por unos momentos.

-¡Santo Dios!

-¡¿Qué cosa eres?! -le volvió a disparar deformando su rostro y haciendo que el rubio cubriera sus oídos por el sonido estruendoso. Neji seguía levantándose y con rapidez, regeneraba su piel. -¿Qué...qué eres?

-Naruto... -otro disparo lo silenció unos segundos. -Na...saca a tu pareja de aquí. -le dijo con un ojo funcionando solamente. El rubio sonrió de lado, aunque estaba agotado. Se puso de pie y miró a los hombres formarse valientemente para custodiar al moreno atrapado aun entre cadenas.

Mátalos

Te convirtieron en presa

Se lo merecen

Te hicieron daño

Mátalos

Lo deseas, lo deseas.

-Sasuke... -la voz no necesitó ser fuerte para que le hiciera caso. -Ya estoy aquí, no te preocupes. -aseguró el rubio mientras liberaba sus orejas y sus garras. Sus pupilas se afilaron aterrando a los soldados. -Suéltenlo. -ordenó alerta a quienes apuntaban hacia él.

-¡Ni un solo paso más! -dijo uno en un arranque valeroso mientras le apuntaba el arma. Naruto avanzó provocando el disparo. Se agachó ágil pero no pudo evitar los demás disparos.

-¡No! -ya lo había visto en el suelo, ya lo había visto sangrar, por unos segundos había creído que lo perdió, si no fuera por Neji. Ya no más. El cansancio pasó a segundo plano y las alas, extendiéndose con tanta fuerza como le entregó su cuerpo, rompieron las cadenas y se elevó dejando una onda de energía al dar el salto.

Naruto gateaba salvajemente mientras intentaba esquivar los balazos y las granadas que le lanzaban a discreción. Sasuke, cual halcón, ubicó al rubio y desde lo alto se dejó caer en picada. Naruto fue rodeado por cuatro hombres pero ninguna bala lo alcanzó, así como bajó, así se elevó perdiéndose en la lejanía, entre la bruma compuesta de nubes y humo.

Unas enormes linternas apuntaban al cielo buscándoles. Una alarma ensordecedora alertaba a los refuerzos. Disparos que buscaban dañarlos de muerte y Sasuke, aterrado, se rindió dejando emerger a aquella mitad de sí mismo con el único deseo de cuidarle a él. Lo demás no importaba.

Naruto abrió los ojos, estaba confundido pero al notar el cuerpo del moreno cerca, lo abrazó inclusive antes de entender qué sucedía. Sin embargo, Sasuke no estaba consciente ya.

-... Sa... Sasuke... -sus manos acunaron el rostro del chico. Miró sus ojos, sus pupilas. -Sasuke... -lo apretujó un poco. -mírame... mírame, Sasuke. -sus manos sostenían el cuerpo del rubio por debajo de los brazos canela. Sus ojos no dejaban de ver a la multitud abajo. -Sasuke, hay personas que no tienen nada que ver ahí. -el moreno no dio respuesta, el rojo inyectado en sus ojos le demostraba la cordura perdida. La venganza deseada. -¡No! ¡Sasuke! -ambos descendieron a tal velocidad que el rubio se mareó pero fue depositado sobre la copa de un árbol, se incorporó tan rápido como pudo y se asomó entre las hojas. Sasuke se deshizo de tres hombres abriendo su piel desde el rostro hasta el torso, solo con sus garras.

La Bestia Y Su AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora