Capitulo 12

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-El numero de periódicos entregados ha superado los records de siempre... -dijo Shino mientras veía los numero en la computadora.

-¡Y todo gracias a Sasuke! –festejó Tenten aplaudiendo infantilmente.

-Esto es digno de una celebración. –continuó Ino mientras se reacomodaba su coleta de siempre. –Yo propongo irnos saliendo de clases... podemos ir a ver una peli o comer en el centro comercial..

-¡Sí! Yo quiero ir a los juegos...

-Yo... paso... -dijo Sasuke sabiendo que se vería un aguafiestas puesto que él era la razón para el festejo.

-¡¿Qué?!

-¡¿Por qué Sasuke?!

-¿Señor Sasuke?

-Tengo... tengo que llegar a casa y hacerme cargo de la comida y los deberes de limpieza.

-¿Ah?

-¿Qué no vives con Naruto? –preguntó Tenten.

-¿Cómo...?

-Shino es nuestros oídos ¿recuerdas? –le dijo Ino orgullosa. -¿Y sus padres?

-Están fuera y me encargaron la casa.

-¡¿A ti en lugar de a Naruto?! –preguntó Tenten riéndose.

-No me sorprende, en realidad, cuando éramos niños, el muy idiota hizo una fiesta mientras su padres no estaban y se nos metieron unos busca pleitos... uff... todo un drama...

-¿Tú estabas con Naruto en la primaria? –le preguntó el moreno colocándose la mochila en su espalda.

-Desde jardín de niños...

-¿Y por qué no se hablan mucho?

-Mmm... será que... -sus ojos miraron al techo. –No, no encuentro razón. –sonrió y agitó su mano para despedirse de él. –Bueno, los demás no me van a dejar sola ¿verdad? Vamos al centro comercial y ahí...

Sasuke cerró la puerta y caminó hacia su salón de clases de Literatura. Hoy en la madrugada se despertó por el constante berrinche del rubio, que si lo llevaran con ellos, que si no lo dejaran solos, que si Sasuke lo iba a encerrar en el ático. ¡Ni siquiera tenían ático!

Bostezó un poco agotado pero muy en el fondo estaba ansioso por quedarse solo con Naruto en la casa. Quizá, estando los dos nada más, Naruto y él no se rehuían mutuamente. Sonrió complacido mientras se sentaba en su lugar de siempre, las nubes parecían moverse con el viento y tomaban figuras extrañas, viendo que Naruto no llegaba, se cambió de lugar y tomó aquel asiento de la primera vez, pegado a la ventana.

Kiba llegó y se dejó caer detrás de él y pateó ligeramente la silla cuando vio que no le puso atención.

-¡Hey! ¿Y Naruto?

-Yo que se... -le dijo molesto.

-Ese es su asiento. –le dijo burlesco.

-No empieces. –le dijo para regresar la vista al frente. Kiba se le acercó hasta rozar su oreja con su mejilla.

-No es por molestar... -el Uchiha gruñó y cubrió su oreja con su mano. –De verdad somos muy territoriales... -enseñó los colmillos y sabiendo que le molestaba su cercanía, le tocó el hombro levemente. –No nos gusta que toquen nuestras cosas...

-Pues te recomiendo que no me toques o accidentalmente le diré a Naruto que estuviste acosándome.

-No, ya... ya. Todo bien. –dijo sentándose de manera correcta mientras Kakashi se adentraba al salón con sus libros.

La Bestia Y Su AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora