Capitulo 29

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Otro nuevo y muy breve capitulo. Lo siento mucho, tuve algunos casos en mi escuela, en mi casa y en mi propia mente que me estaban enlenteciendo la inspiración. Me siento muy avergonzada con todos ustedes, espero que esto no vaya a afectar su concepción de mi, quiero esforzarme, por favor denme otra oportunidad.

Qué buena mañana estaban pasando a pesar de todo los problemas que gustaba darle Itachi. Naruto caminaba tranquilamente por las calles de la ciudad estadounidense, hace mucho que no estaba asi de relajado, con ropa limpia y el estómago lleno. Sonreía a las muchachas que le miraban atónitas y coquetas, también parecía estar lo suficientemente seguro para mirar a los ojos a cualquier hombre, por muy musculoso y malo que se viera.

Neji le seguía unos pasos atrás, admirando el lugar, quejándose de la contaminación o de las modas actuales.

-Vamos, Neji, debo encontrar el anillo perfecto, ttebayo.

-Un anillo... -se quejó en voz baja -Sasuke no es una mujer.

-Pero tiene los mismos cambios de humor, ttebayo. -empezó a caminar de espaldas asi que chocó varias veces con transeúntes que iban en dirección contraria.

-¿Y cómo piensas pagarlo si no tienes ni para una noche en un hotel?

-Ahm... -dejó de caminar y cuando el amigo se acercó, le pasó la mano por el cuello para darle un amistoso abrazo. -Por eso, mi buen amigo Neji me prestará dinero, ttebayo.

-No.

-¡Tu ni lo ocupas! ¡No comes! ¡No bebes! ¡No duermes!

-¡Si que duermo!

-¡Pero no ocupas dormir, ttebayo! -se interpuso en el camino y se arrodilló llamando la atención de varios. -¡Por favor, Neji! ¡Lo necesito! ¡Sasuke lo necesita!

-¿Qué te asegura que con eso va a cambiar de opinión?

-Porque no sabe decir no a los compromisos, ttebayo, está en su sangre, en su orgullo Uchiha o algo asi...

-¿No crees que es arriesgarte demasiado? Yo lo veo muy renuente.

-Yo lo veo como es... tu no lo conoces, ttebayo, yo sí.

-Ya, tranquilo. -carraspeó para que quienes aun los veían, se fueran por su camino. -Además, ¿Qué no estás en... -bajó la voz -en celo?

-Ya, pero si me dejó seco Sasuke. -estaba orgulloso de decirlo aunque sus mejillas se colorearon un poco. -Tengo unas horas antes de volver a sentirme ansioso.

-Tú lo torturas.

-¿Me vas a prestar dinero o no?

-¿Cuánto ocupas? ¿Cuánto vale un anillo de compromiso? -sacó un billetito.

-No inventes... -le arrebató el saco de cuero viejo y tomó una moneda de oro antiguo. -Ya cómprate una billetera o algo, esto de traer un saquito es tan... tan... raro.

-Esas monedas le pertenecieron a Barbanegra.

-¿Quién?

-Un pirata grandioso que surcó...

-Si, como sea. -ya empezaba a correr alejándose del muchacho.

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-¿Y no te dijo nada?

-Me dijo... que... me necesitaba.

Sasuke, lejos de alegrarse, se enojó en serio con su hermano mayor. Miró hacia una esquina de la habitación de Deidara. A pesar de ser muy alocado en actitudes, Deidara tenía una habitación ordenada, limpia y con un olorcillo a frutas que, aunque no iba a aceptar, le gustaba. Lo curioso era que a Itachi le encantaba los aromas frutales, se preguntó entonces, si lo hacía por gusto propio o estaba intentando que la habitación fuera tentadora para el Uchiha mayor.

La Bestia Y Su AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora