Para el chico que nunca me amó.

Las personas se conquistan por el estómago.

Park tenía el ceño fruncido, yo no sabía como diablos responder a su pregunta. Seguramente debía parecer un tomate y no una persona. Paso su mano izquierdas por su cabello repetidas veces, mordió su labio inferior y luego vio hacia ambos lados. Summer por su parte sólo miraba desde lejos.

—¿Entonces? ¿No ibas a decir nada?
—Pregunta sin ápice de paciencia.

Mire mis uñas con interés tratando de buscar palabras o argumentos coherentes.

—Necesito... Yo... Necesito darte algo.

Sonríe sarcasticamente, mientras juega con las correas de su bolso.

—Pensé que ayer habías dicho todo—da media vuelta, y comienza a caminar en dirección a Summer, pero luego se detiene, me ve sobre su hombro y dice:—Pero yo si tenía algo más que decir. Se terminó Gabriela, se termino y espero que ahora dejes de buscarme, no estoy dispuesto a ser parte de los juegos de una niña estúpida.

Sus palabras quemaron en mi organismo. La humillación volvió a ser parte de mi persona, pero estaba decidida a entregarle la carta.

—No te he buscado para rogarte. No te he pedido nada, nisiquiera has escuchado mis argumentos y ya deduces cosas que no son. Por una maldita vez, Park Calsen. ¡Callate el puto hocico y déjame hablar a mi!

Se dio vuelta y supe que había ganado toda su atención.

—Entonces dime, no tengo todo el día.

Le extendi la carta, mi mano temblaba como enferma de Parkinson, una gota fria de sudor resbaló por mi frente mientras él parecía pensarlo. Yo por mi parte no sabía que hacer. Finalmente hable,-Ten. Tomala, es tuya. No te pediré nada más, solamente quiero que la leas.

La tomó algo dudoso. Asintió y ahora fui yo quien dio media vuelta, pero él volvió a hablar.

—¿Por qué me das esto? Digo... ¿A que se debe?

—A que me voy a cambiar de instituto, tomalo como quieras. Para mi es una despedida. Adiós Park.

Él no dijo nada, mis pasos eran lo único que se escuchaban en todo el lugar. Mientras que el nudo de mi estómago volvia apretar.

🌿🌿🌿🌿

Cerre los ojos. En mi casa no había nadie y mis tripas rugian en protestas.

Ate mi cabello en una apretada cola, subí a mi cuarto, me cambie el uniforme estaba cansada, emocionalmente cansada pero mi estomago no lo entendería. Tome unas zapatillas comodas y volví a bajar a la cocina.

El refrigerador estaba vacío. Mis tripas volvieron a rugir. Oh mierda... Rebusque y encontré un bistec seria suficiente para calmar la fiera. —hablo de fiera refiriéndome a mi estómago—.

En fin... Pique olores, ya saben cebolla, chila, culantro, etc.. Mientras bailaba al ritmo de una canción de jazz, me movia de un lugar a otro tratando de crear la mezcla perfecta, sal al gusto, pimienta negra, miel, mantequilla. Tararaaaaa tarararaaa.... Un poco de salsa de tomate y listo. Finalmente el ingrediente principal; el bistec.

Alguien tocaba la puerta, seque mis manos y camine así allí. Abrí la puerta y no me sorprendió que fuera él... Mi hermano.

—Jonatan... ¿Qué haces aquí?

—Hmm... No, no la pregunta es, ¿Qué haces tú aquí Gaby?

Pongo los ojos en blanco, -¿Donde quieres que esté? Es obvio, estoy aquí porque esta es mí casa.

—¡Muy graciosa chupitos! ¿Por qué no estas en la escuela?

El ligero olor a quemado hace que me alerme, dejo a mi hermano en la entrada y corro hacia la cocina mi pobre invento recién preparado estuvo a casi nada de quemarse, apago la estufa y miro a Jonatan quien me ha seguido con cara de pocos amigos.

—Por tu culpa casi quemo mí carne.

El muy desgraciado hace caso omiso a mis reclamos, toma un tenedor y pincha gran parte de mi almuerzo, lo muerde, saborea y sonríe como un maldito demente.

—Gabriela... Esto sabe genial.

Sonreí, ya tenía una buena forma de estorcionar a John.

—¿Quieres?

—Oh por supuesto que sí... Dame, dame, dameee.

Una chispa de burla pasó por mi mirada pero él nisiquiera pareció notarlo.

—Te dare... Mí comida. Con una pequeña condición.

El asintió, pinche nuevamente la carne con el tenedor y lo moví de un lado a otro, el siguió el movimiento cual perro con hambre mientras yo pronunciaba suavemente las palabras.

—Llevame a florida a vivir contigo.

Todo indicio de poder convencerlo había desaparecidos. Jonatan volvió a ser el mismo idiota aburrido y con cara de poker de siempre. Bufe mientras metía a en mi boca el pedazo de carne que había pinchado... Sabía maravilloso, tonto que me arrepentiria de darle mi almuerzo pero todo sea por desaparecer de aquí.

—De ninguna manera, Gabriela Farmigan.

Hice un leve puchero,-Oh por favor, ¿Qué puedes perder?

—Mi privacidad. Dejaría de llevar chicas buenas a mi departamento, porque mi pequeña hermana menor quiere vivir conmigo.

—Pero Jonatan... Al menos podrías comer bien todos los días. Así yo podría ir a Fiorens Wiresh.

—Fiorens Wiresh es tan buen instituto como al que vas actualmente.

Pero en Fiorens Wiresh no estará el estúpido de Park.

Exacto, extraña voz de mi cabeza.

Soy tu consciencia.

Bien... John me miraba interrogante, pero que podía decirle, ¿Qué hablo con mi consciencia? ¿Qué escucho una voz en mi cabeza?

No sería mala idea...

¡Cállate!

—Mira Jonatan dejémoslo así, yo te cocino todos los días y tú convences a nuestros padres para que me dejen ir contigo. A fin de cuentas soy una adolescente, tendre amigas con las cuales haré pillamadas y tú podrás llevar a tus chicas mientras yo no esté-él pareció pensarlo mientras yo buscaba alguna forma de estorcionarlo que funcionara, puse mi mejor voz de presentador de televisión mientras decía:-¿Cansado de la pizza? ¿Cansado de llegar a casa y comer comidas rápidas porque no tienes a nadie quien le cocine? ¡pues esta es tu oportunidad! Llame al 1122334455 y contrate a Gabriela.

El froto su ojos y suspiro, —De acuerdo, yo te ayudaré a convencer a nuestros padres pero si ellos no quieren... Dejame decirte que no podré hacer nada más.

¿Acepto? Siempre supe que el punto débil de mi hermanito era la comida, salte para tomarlo en un abrazo y él lo correspondió, corté el abrazo, tomé un plato y con el tenedor serví lo que quedaba de comida. Lo había logrado.

🌿🌿🌿🌿

Mamá y papá habían llegado.

Abrí la puerta mientras Jonatan esperaba en el sillón. Sonreí como nunca.

—Hola mamá. Hola papá. Jonatan y yo tenemos algo que decirles.

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N/A: ¡NUEVO CAPÍTULO!

Suelo actualizar cada dos días pero de igual manera nada es seguro.

¿Qué tal les pareció el nuevo personaje? Jonatan. 👀

En fiiin. ¿Qué opinan de la propuesta de Gabriela?

Como última pregunta, ¿quieren un capitulo narrado por Park?

No olviden votar y comentar sería de mucha ayudaaa.❤

Les recomiendo las novelas de Ixsaddy

Besoooos.

Crowlee_Kramer.