Maratón 3/3
¡Fin!🌿🌿🌿🌿🌿
Hace unos meses yo era sólo una loca enamorada de un chico imposible. Hace 6 meses yo era Gabriela Farmigan, la hija de una doctora y un alguacil... La hermana de Jonatan. Relativamente la chica con una vida normal.
Hasta que llegó el toca-timbres a mi vida.
Podía soportar el rechazo, la burla e incluso podía soportar que Park me utilizará, si tan solo hubiera sabido que esto pasaría... Yo hubiera preferido todo lo anterior.
Pero ahora me encontraba aquí, desnuda, con el agua recorriendo mi cuerpo, tratando de limpiar el tiempo que estuve en esa silla... Tratando de fingir que todo estaba perfecto y que no debía acostarme con un tipo solo para que dejará libre a mi hermano. Porque de todos los que estamos aquí, mi hermano era el que menos lo merecía. Yo iba a protegerlo a toda costa, al menos eso le había prometido. Si me vida garantizaba la suya, yo con todo el gusto del mundo iba a ofrecerla.
Salí de la ducha, las gotas hacían caminos por mi cuerpo lleno de enormes morados causados por la fuerza impartida que las cuerdas. No quería verme en un espejo... Sabía como era mi imagen ahora mismo, no debía ser un genio para adivinarlo... Estoy segura que ustedes también lo saben.
Salí del elegante baño. ¿Dónde estaban los McCurdy padres? La habitación estaba desolada, como cualquier pensé en huir, pero con eso solo ganaría que nos matarán a todos.
Me acerqué a la cama cubierta ahora de unas brillantes sábanas de seda azul. ¿El cuarto de Matt? No lo sé, sobre esta se encontraba un corto vestido blanco, muy transparente y demasiado vulgar para mi gusto... ¿Qué puedo decir? Dudo mucho que estos cerdos sepan de decencia.
Después de secar mi cuerpo me puse el vestido, mis pesones resaltaban y la leve capa de bello que se comenzaba a formar en mi monte de Venus no pasaba por inadvertida... Cerré los ojos tratando de mantener la vergüenza a raya.
¿Había sido tan mala en mi vida para ahora merecer esto?
La puerta del cuarto se abrió. Un "muy caliente Matt" apareció.
Tos, sarcasmo, tooos.
—En otras circunstancias, tú serías mi novia. —Recorrió mi cuerpo con un morbo impresionante, reprimi una mueca de asco.
—En otras circunstancias tú seguirias siendo un maldito bastardo. —Le saque el dedo del medio e intente pasar de él pero me sostuvo por el codo.
—Que no se te olvide que el que manda aquí soy yo.
—Tengo todas las de ganar. —murmure—. A fin se cuentas estoy libre... Puedo huir.
Me acerco a su cuerpo, de modo que nuestros pechos se pegaran. Su mano izquierda fue subiendo por mi muslo.
—Tú y yo sabemos que no tratarías de escapar. —con su boca fue dejando besos alrededor de mi cuello hasta que finalmente murmuró—. No sin Jonatan.
El maldito tenía todas las de ganar... Pero yo no me dejaría vencer tan fácilmente.
Me separe un poco de él.
—Dijiste qué querías hacer sufrir a Ángel. ¿No?
—En efecto.
—Entonces quiero que lo ates frente a la cama donde me vas a hacer tu mujer... Quiero que vea como lo haces, quiero que su consciencia le recuerde en toda su maldita miserable vida que todo lo que me ha pasado es por su culpa.
Matthew soltó una carcajada.
—Es un trato, my lady.
—Pero antes, quiero que dejes que Jonatan se vaya. Yo me encargaré de que no diga nada.
—Lo haré después de que me entregues lo que me prometiste. —Gruño.
—No confío en ti.
—Haces bien.
Me dio su mano, la cual tome sin gusto. Me guío hasta el armario y me tendió una chaqueta negra. Me la puse sin rechistar, estaba muy expuesta, no quería ser vista así. Bajamos de nuevo por el ascensor, mi estómago volvió a gruñir de hambre. Lo ignore. Fuera del ascensor caminamos hasta Jonatan, mis ojos se pusieron acuosos al ver que tenía más golpes.
Matt lo soltó, yo solo lo moví un poco tratando de no lastimarlo más.
—John... Despierta.
La pregunta de, ¿por qué había sido tan fácil que Matthew me soltara? ¿esto era acaso una emboscada?
El tipo junto a mi como todo animal, le dio una cachetada. Mi pobre hermano salto
—o más bien hizo un intento de salto— del susto e instintivamente miró hacia todos lados, sus ojos llenos de miedo y de terror me vieron por un segundo. Él no solia comportarse así...—¿Q-quienes son ustedes? —su pecho se movía mucho, estaba entrando en un ataque de pánico debía detenerlo o moriria de un paro cardíaco... Jonatan tenía problemas del corazón—. ¿Qué hago aquí?
Esto no podía estar pasando... No. No, no. Por favor no...
—Jonatan, soy Gabriela tu hermana... Tranquilo estás a salvo.
—Yo no tengo hermanas... Déjenme ir.
¿Qué le había hecho Matthew? ¿Por qué actuaba tan raro? Con todo el dolor de mi alma hice algo que me dolió más a mí que a él. Le di una bofetada, no podía dejarlo alterarse y que muriera.
—Déjalo ir Matt. Nisiquiera recuerda nada.
Los ojos negros de mi hermano volvieron a mí, su pecho volvio a subir con normalidad. La cachetada había servido de algo... Al menos hice que su cerebro pensará en otra cosa que no fuera el panorama del lugar o la situación en la que se encontraba.
—¡Rubén! —Gritó, el chico junto a mí... Por un momento olvidé a ese maldito traidor.
Luego de varios minutos una puerta rechino y se abrió. De esta apareció un Rubén lleno de sangre, instintivamente volví a ver hacías la silla donde estaba mi progenitor. Pero no hubo nada, esta se encontraba vacía. Ya habían desaparecido su cadáver.
—Llevatelo, dale comida, agua y ropa. Luego déjalo cerca del pueblo, de igual manera no recordará nada. Ah... Y saca el Jeep de Gabriela de acá, han pasado varios días puede tener un localizador.
Diez minutos después estábamos de nuevo en el cuarto de Matthew. Con un Ángel atado a la silla, no se veia muy contento... A decir verdad. Pero eso ya no debía importarme.
Matt se sentó en la cama frente a Ángel. Yo me posicione en medio frente a Rubén y sin más dejé caer primero la chaqueta, seguida por el vestido.
Que empiece el juego...
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Na: Fin del maratón. Espero que hayan aclarado muchas dudas... ¡Charan!
Los amo. (No tanto)
Crowlee_Kramer...
Pero pueden llamarme mamá Crowlee. 😉
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Para el chico que nunca me amó.
Ficção AdolescenteDebo recalcar que amo verte a distancia. Me da miedo tu reacción... Debo parecer una psicópata pero no tiene nada que ver con las 200 fotos que te he tomado distraído, ni con los lápices que usabas en el kinder esto... Esto es diferente. Amame Park...