Jonatan... Podía traer la paz consigo. Finalmente después de terminar con mi pequeño melodrama y superar a Andrés decidí ir a la escuela... No puedo arriesgar mi año escolar así porque así. Confieso que me asusta la idea de ver a los dos chicos responsables de mi desorden mental. A fin de cuentas los actos son los que te forjan como persona y yo personalmente no me consideraba una mala persona, ¿Será que ellos entenderían eso? Lo dudo.
Jonatan había cumplido su palabra, había estado aquí para mí. Sin importar que yo le haya dado la espalda cuando él estaba mal. Lamentablemente tenemos alrededor personas que no merecemos, papá me había obsequiado un auto sin sumar que sólo tenía 17 años y que mi licencia existía desde los quince.
La definición de esto fue fácil: —No dejes que las personas te intimiden. Actúa indiferente ante sus caras. Se una perra con todas tus letras.
Parte de la historia... Un hermoso Jeep viejo color negro descansaba en la entrada de mi casa. Mis ojos brillaron con admiración. Todo esto cortesía de papá. ¿Como Cómo no amarlo?
Había llegado finalmente a mi destino. Después de tanto tiempo —una semana para ser exacta—. de no venir a la escuela. Hoy finalmente estaba por poner un pie dentro. Aparque el Jeep en uno de los pocos lugares que quedaban en el estacionamiento, baje de el y me dirigí a la entrada del colegio.
Levante mi barbilla y llene de aire mi pecho, cuál pajaro orgulloso. Mientras bajaba las gradas que llevaban al primer pabellón del Instituto. Mire hacia todos lados buscando a algun individuo que me estuviera observando pero como no había monos en la costa seguí mi camino.
—Hey. —Dijeron detrás de mí.
—¿Hmmm? —Pregunte dandome la vuelta.
—Pensé que no volverías por aquí. Zorbriela.
Summer Robers. Estaba frente a mi junto a su manada de amigas. Eran 5 en total, todas me rodearon.
—¿Qué quieres? —Pregunte.
—Sólo queremos avergonzarte. ¿Besaste a mi novio? —Pregunto.
Mis ojos se salieron de órbita. ¿Cómo sabía ella eso?
—¡Zorra! ¡Zorra! ¡Zorra! —Dijeron en conjunto.
Mi rostro se tiño de rojo. Poco a poco los alumnos se fueron acercando. Formando un círculo muy estrecho para mi gusto, ¿de dónde habían salido?
—Basta. —Grite.
—Sabemos que besaste a Park en una calle solitaria. Y que fue el mismo Ángel quien los encontro.
Ella no podía saber eso...
—¡Eso es mentira! —Trate de defenderme.
—¿Mentira? —Summer se acercó y me agarro del pelo—. ¿Lo niegas? Deberias aceptarlo Farmigan. —Cerré los ojos tratando de soportar el dolor.
—Sueltame. —Pero fue imposible ella me sujeto más fuerte. Por un momento pensé que arrancaria mi cuero cabelludo.
—¿Sabes lo que has hecho? —Me empujó tan fuerte que caí de culo al suelo—. Por tu maldita culpa, Park terminó conmigo.
Una de sus amigas me volvió a tomar del cabello para levantarme. No podía defenderme porque yo no sabía pelear, además esto estaba pedido 5 contra 1, tenían todas las de ganar, las lagrimas comenzaban a picar en mis ojos... Tenía que soportar las lagrimas. No podía llorar.
Summer continuó hablando. —Ángel ha comenzado a salir con una chica nueva cada día. Ahora parece una sombra de lo que fue.
—¡Callate! Él no haría eso. —Al menos eso quería pensar.
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Para el chico que nunca me amó.
Novela JuvenilDebo recalcar que amo verte a distancia. Me da miedo tu reacción... Debo parecer una psicópata pero no tiene nada que ver con las 200 fotos que te he tomado distraído, ni con los lápices que usabas en el kinder esto... Esto es diferente. Amame Park...