Venganza.

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Maratón 2/?

🌿🌿🌿🌿

Abrí mis ojos de golpe pero no vi nada, la venda aún seguía en mis ojos obstruyendo mi visión.

—Mamá... Soy yo, Gabriela. ¿Me escuchas?
—Pregunté, recordando que ella estaba aquí antes de que el maldito ese me golpeara.

—Ga... Briela  —Le costó mucho trabajo decir mi nombre eso hace mi corazón comenzar a latir. ¿le habrán hecho algo?  —. Hija mía, ¿Estas estás?

—Es lo que menos importa mamá... Dime como estás tú.

—Bien... Sólo muy cansada y con mucha sed.

—Perdóname mamá, que estemos aquí es culpa mía.

—Te amo hija... A pesar de no haber sido una buena madre.  —Su voz de quiebra, mamá llora.

—Yo también te amo, pero tenemos que salir de aquí.

Una puerta oxidada suena cerca de nosotras, el sonido me asusta, pasos suenan, alguien se acerca, eso me pone alerta. ¿Por qué algunas veces se escuchan los pasos y otras no? ¿Por qué rechina la puerta y otras veces sólo se escucha silencio y Matt aparece?

—Te traje un poco de agua y comida... 
—Rubén habla.

—Ayudanos a salir de aquí, por favor.
—Suplico.

—Eso es imposible.  —Una pajilla es posicionada en mi boca, mi garganta arde al dejar pasar el agua. ¿cuánto tiempo llevaré aquí?

—Dale un poco de agua a ella. Por favor.

Él confirma con su boca y se aleja, no sé si le a dado no logró ver nada. Luego de eso me da un tipo de sopa y se marcha. Maldito cobarde.

Mucho tiempo después la venda me es quitada, mis ojos arden. Miles de punto negros se posicionan en mi visión. Cierro los ojos para tratar de acostumbrarme a la luz artificial. Cuando los vuelvo a abrir ya no es mamá quien está allí es Richard, está golpeado y amordazado. Sus ojos están cerrados, ¿estará drogado? Su labio partido tiene sangre seca, su boca está entre abierta. Lo cazaron para mí mucho antes de que me trajeran aquí, todo esto fue un maldito plan.

Entonces recuerdo... El carro que se me atravesó el día que me emborrache, el toparme a Rubén en el bar... El carro era suyo. Él quiso matarme primero pero como no lo logró, me siguió al bar... Lugo me trajo justo a la boca del lobo. Maldito seas, Rubén.

—Richard. —Susurro... Pero como no responde grité—. ¡Richard! Maldita sea DESPIERTA.

—Hmmjum. —se remueve un poco pero no  hace nada más.

—Buen intento, Gabriela. —Otra vez, Matt. Esta vez trae un frasco transparente lleno de agua, este lo deja caer encima de Rich. Él último como estúpido de sacude y abre los ojos como platos.

—Hija. —Matt me mira expectante, esperando mi respuesta.

—Mi nombre es Gabriela Farmigan, señor. Mi padre se llama Raúl Farmigan, usted es un completo desconocido para mí. —Este abre la boca dolido, ante mis respuestas y el gemelo de Ángel solo rie a carcajadas. 

—Esto te debió doler, Rich. —Dice con un sarcasmo monumental—. Tu hijita te rechaza por el esposo de tu mejor amiga, es la segunda mujer que te rechaza por él.

—No sé que pueda ver destruirme con esto.
—Mis palabras suenan duras.

—¿No lo entiendes? Tú lo quieres, Gabriela, muy en el fondo pero lo haces.

—El cariño no se lleva en la sangre.

—Entonces no te importa verlo morir.

Matt alzó su mano, una revolver se encontraba en está, luego disparó justo en la cabeza de Fisher, todo lo que podía ver se llenó de sangre, mi cuerpo y mi cara fueron víctimas.

—¡Maldito seas! No tenías que hacer eso.

—¿No qué no te importaba? O pobre Gabriela verás morir á todas y cada una de las personas que amas.

Luego todo paso en cámara lenta. La sala se fue iluminando poco a poco. Mi corazón se rompió al ver la escena. Mamá, Raúl, Jonatan y al final Ángel, pero él sólo espectaba todo con sus fríos ojos claros, me  miró con asco. Y sabía que era él porque Matt estaba junto a mi.

Esto apenas empezaba...

Jonatan tenía un ojo morado.

Raúl estaba irreconocible.

Mamá estaba junto a un charco de sangre.

Si hubiese podido elegir alguna opción, hubiese preferido ser yo quien estuviera en tal estado, no ellos.

—Jonatan, no. —Grite a todo pulmón—. ¡MATAME A MI POR FAVOR, MATTHEW TE LO SUPLICO! PERO A JONATAN NO LE HAGAS NADA...

—Creo que encontré tu talón de Aquiles. Tu estúpido hermanastro.

—Por favor... Matt. Puedo hacer lo que quieras. Darte lo que quieras... Pero no a él, él no tiene nada que ver aquí.

—¿Y tus padres, Gabriela? —Fue Ángel quien pregunto. Pero yo no le respondí.

—Creo que alguien te odia, querido hermanito. —Caturreo Matt.

Sentía dolor, odio, rabia. ¿Por qué esto debía ser tan difícil? ¿Este era el precio de amar? ¿Yo merecía esto? Las gotas se amontonan en mis ojos, mi cuerpo se estremeció.

—Te ofrezco mi virginidad, Matt. ¿Querías algo que él no tuviera? Nunca se acostó conmigo. Te doy eso, mi vida y todo lo que quieras de mí por ellos. Es más te doy todo lo que quieras de mí, sólo por Jonatan. Y si lo deseas puedo matar a Raúl y Blanca, a Ángel también... Ya no hay nada que pueda importarme. —Las palabras escaparon sin querer.

Todo se convirtió en un absoluto silencio. Los dos chicos idénticos me volvieron a ver asombrados, sólo les dedique una sonrisa ladina, este es un juego que se juega de dos.

—Desatame. Puedo desnudarme frente a ti... Pero necesitamos un lugar más privado. ¿No crees?

—De ninguna manera. —Objeto Ángel.

—Seria un placer, my lady. —Hace un pequeña reverencia y me ayuda a levantarme.

Después de quitarme las cuerdas, mi cuerpo agradece la libertad, mi boca está seca. Necesito aguaaa.

—Cargame, my love. —Susurre sarcástica.

—Con mucho gusto. —Él sonrió, y me llevó  en sus brazos. ¿Podía él ser más estúpido?

Como lo había sospechado, era un maldito ascensor lo que había aquí... Me recoste sobre el pecho de la persona a la que más odiaba... Era una promesa. Yo iba a destruirlo.

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NA: Hola... Mañana continuó con el maratón. ❤

Crowlee_Kramer.

Para el chico que nunca me amó.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora