Una Dosis Peligrosa [1&2]

1

KILIAN

Toda mi habitación está en un profundo silencio, me siento en paz. Mis ojos van cerrándose poco a poco y cuando por fin los cierro el llanto de mi hija se hace presente.

Gruño y me levanto con pesadez. Tarde mucho en convencer a Becky de que la dejara conmigo esta noche para así poder pasar tiempo con mi hija. Aún no me puedo creer que sea padre, hace unos meses me fui sin tener en mente que lo sería. Ni siquiera pensaba en hijos a esta edad. ¿Pero quién se puede quejar? Si tengo la hija más hermosa.

Todo con Becky esta lento, muy lento. Sigue enojada conmigo, pero no puedo culparla, ella tiene razón en estarlo.

Le mencioné el irnos a vivir juntos y se negó. Su padre igual lo hizo, hasta mi padre. Cometí un error al dejarla embarazada y para solucionar las cosas debo hacer lo que no está en mi lista de cosas que debo hacer. ¡Casarme!

No lo tomen a mal, ¿quién quiere cambiar fiestas, noches de parranda por un matrimonio? El día que me case perderé toda mi libertad como también mi privacidad. Lo veo como lo peor del mundo.

- Papi está aquí pequeña - la saco de su cuna - ya tranquila bebé ¿tienes hambre? - le pregunto como si fuera a responder

Su llanto se vuelve más fuerte, a este paso Becky la escuchará y correrá hasta aquí como una loca desquiciada. La meso entre mis brazos mientras camino hasta la cocina para prepararle su biberón.

- Ya princesa, ya - la pego a mi pecho y con mi otra mano preparo su biberón

Una vez con el biberón listo vuelvo a caminar hasta mi habitación

- ¿Kilian? - me topo con mamá en las escaleras - ¿está todo bien?

- Si mamá, solo Leslie tenía hambre - respondo mostrándole el biberón

- Ven, te ayudo - me tiende los brazos para tomar a Leslie gustoso me acerco y se la paso - los bebes solo hacen tres cosas básicas cuando tienen solo meses - dice mientras caminamos hacia mi habitación - solo comen, duermen y van al baño - rio por ese comentario, pero tiene gran razón

- Se ha quedado callada - susurro

- Te mostraré un truco que utilizaba contigo - dice sentándose en mi cama - ven, acércate - me siento a su lado y la miro atentamente - cuando eras niño te la pasabas llorando toda la noche, nos volvías locos, una vez se lo comenté a la pediatra y me dijo que era normal

- ¿Cómo que normal? - pregunté

- Cuando estabas en mi vientre no estabas solo - sonrío triste - al nacer y no tener a tu hermano cerca más era muy difícil acostumbrarte, además de que naciste antes

- Pero Leslie no tenía gemela - comento confundido

- No, pero también nació antes - dijo acercándome a Leslie - no estaba preparada para nacer

- ¿Que hacías para calmarme? - pregunte dándole el biberón a Leslie

- Te acercaba a mi pecho - contesto - cuando sentías mi calor y escuchabas mi corazón te calmabas

- Gracias por ayudarme mamá - beso su frente

- Eres mi pequeño, aunque me hayas echo abuela ya y tengas edad suficiente seguirás siendo mi pequeño - sonríe melancólica - siempre estaré a tu lado para ayudarte

- Te amo mamá - sonríe - ve a descansar

- Te amo hijo mío, descansa - besa mi frente y se marcha

Me quedo mirando a mi pequeña un rato, lamento tanto no haber estado en el momento en que llegaste. Como también lamento no haber estado cuando apenas eras una habichuelita.

Ahora debo luchar, luchar por darte lo mejor, por hacerte feliz. Por qué crezcas llena de amor y paz.

Cuidadosamente la acuesto en su cuna y me alejo. Respira profundamente.

No imaginé que estaría así en estos momentos. Pero no me arrepiento de estarlo.

- Te amo pequeña princesa - beso con cuidado su cabecita

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