KEIDEN
Camino por el largo pasillo de la universidad en busca de mi Sammy. Estos pasillos me traen recuerdos, parece como si fuera ayer que ambos estábamos gritándonos lo mucho que nos odiábamos y haciéndonos bromas.
Miro el reloj y faltan unos cinco minutos para que saliera y podérmela llevar a casa. Luego de casarnos decidimos posponer la luna de miel. Ella no podía faltar a sus clases y yo no podía olvidarme del trabajo. Esperaríamos hasta el verano. Aunque no nos hace tanta falta, vivimos juntos y la tengo toda la tarde y noche para mi.
Comienzan a salir todos del salón y cuando comienzo a creer que Sam no entro a su clase justo sale por la puerta.
- Amor - sonríe al verme
- ¿Que haces aquí? - pregunta luego de darme un beso
- Vine a recogerte para irnos a casa - su sonrisa se borro y eso me asustaba - ¿que pasa?
- Pasa que una vez más, o mejor dicho como siempre no lees mis mensajes - cruza los brazos - te envié hace una hora que al salir me iría con Becky al gimnasio
- ¿Gimnasio? - pregunté alarmado, no me gustaba que fuera sola al gimnasio
- Si, y antes de que empieces con tus paranoias y celos mejor me voy - contesto pasando de mi
Si, me dan celos. Es obvio, irá al lugar donde hay mas de cincuenta hombres semidesnudos que no la respetarán nunca y siempre le tirarán los comentarios que tanto odio.
[...]
- Deja los celos Keiden - suspiré
- ¿No te molesta que haya chicos alrededor de Becky? - pregunto y me mira alarmado ¡Bingo!
- ¿Cuál será nuestra excusa? - pregunto - Becky me pidió que cuidara a Leslie ¿qué le diré cuando me vea allí en vez de estar cuidando a Leslie?
- No lo sé, algo te inventaras
- Llamaré a mamá para que se quede con Les - se levantó para hacer la llamada
Confío en mi chica. Créanme que lo hago. En quien no confío es en los hombres de ese gimnasio.
[...]
BECKY
- Entonces, ¿ya están bien? - Sam y yo charlábamos mientras hacíamos el calentamiento
- Por ahora si - respondí sonriendo - Tu y Keiden ¿qué?
- Estamos bien... - contestó no muy convencida
- Pero... - dije para que siguiera hablando
- Esta muy extraño, muy celoso, me vuelve loca - respondió - él no es así
- Quizás tiene miedo de perderte - aseguré más de lo que pensé
- No le he dado motivos para tener miedo de perderme - suspiró - al contrario
- Pasaron muchas cosas antes de casarse Sam - detuve la caminadora y me volteé a verla - es normal que sienta que pueda perderte otra vez
- No lo sé Beck - detuvo ella la caminadora - es extraño
- Dale tiempo - dije y asintió
La conversación dio por terminada. Continuamos haciendo nuestros ejercicios. Me sentía muy extraña, como si alguien no dejara de mirarme. No le di tanta importancia el mirar hacia los lados y continúe con mi ejercicio
- Becky... - es voz juro que la recordaría, aunque pasen mil años
- ¿Yasiel? - pregunté volteándome
- Vaya, veo que me recuerdas - sonrió - no sabes lo mucho que te he extrañado - dio dos pasos hacia mí y retrocedí - ni siquiera te imaginas todo lo que he hecho por encontrarte
- Te dije que no me buscaras más - suspiró
- Beck, ¿quién es él? - Sam se acercó a mi
- No es nadie - respondí - es mejor que nos vayamos ya
- Becky tenemos que hablar - Yasiel me detuvo - solo unos minutos
- Sam, ¿puedes esperarme en la entrada? - luego de suplicarle con la mirada aceptó
- Si algo sucede grítame - se marchó
- Bien, ¿qué quieres? - cruce los brazos
- Estas diferente - lo fulminé con la mirada - esta bien, Becky luego de que te fuiste me sentí mal, te hice daño, te mentí pero te juro que nunca me había sentido tan vacío hasta que te fuiste
- ¿Eso es todo? - negó con su cabeza
- Becky, quisiera otra oportunidad - suspiré
- Eso no pasará nunca Yas - cerro sus ojos mientras suspiraba
- Hace mucho no escuchaba ese apodo - se acercó - ¿te gusta alguien más? - asentí - Me gustas con todo y tus defectos, tus berrinches de niña mimada, me encantaba como me hacías sentir libre cuando estabas a mi lado y no ser el chico rudo que pretendo ser con el mundo - ¿porque él tiene que decir estas cosas ahora? - Te gusta alguien más pero simplemente me encanta contemplar tu sonrisa cuando decía algo gracioso sueltas esa bella sonrisa que le encanta a todos, quizás no sea tu novio pero creo saber más que él, le tienes miedo al fracaso al igual que yo, debe ser por eso que estábamos tan conectados, mueves muchos las manos cuando estas nerviosa lo logré notar cuando hablabas conmigo, tus bellos ojos sueltan chispas cuando sonríes, eres la persona que amo y aun así lamento que no pueda tenerte - espere años escuchar eso y viene cuando está todo superado - Te conozco mejor que a mí mismo, me hacías escapar de la realidad en la que me entró siempre, hay veces que actuó como un idiota lo sé, pero para ser sincero solo lo hacía porque tenía miedo a fallarte, lo cual hice, has hecho tanto por mí y yo no hice lo suficiente, has estado conmigo apoyándome cuando nadie estuvo, conoces cada pequeño detalle de mí. Me haces sentir libre, pequeña
"Pequeña"
"Pequeña"
Yasiel es mi primer amor. El cual jugo conmigo de la peor manera. Mientras yo moría por él, él solo se revolcaba con cualquier chica que se le ofreciera. Mientras yo le decía que lo amaba el sólo sonreía sin decir nada. Mientras yo me entregaba a él, solo pensaba en irse a una fiesta.
Al irme sufrí mucho, le decía un "adiós" para siempre. Admito que no me fui de la mejor manera, lo deje dejándole saber todo el año que causo en mí. Haberme ido fue lo mejor y lo peor que me ha pasado en la vida.
Espere mucho tiempo para que me dijera todo lo que sentía por mi. Espere tanto solo para escucharlo decir que me amaba. Y eso nunca paso. Al encontrarlo aquí todos esos recuerdos volvieron, absolutamente todos. Y el solo venir a decir todas esas palabras que soñaba con escuchar ha provocado sensaciones en mí.
Iba a contestarle, pero no me dejo hacerlo. Estampo sus labios contra los míos dejándome totalmente sorprendida.
- Entonces, ¿a eso querías venir al gimnasio sola? - me alejé de Yas y rápidamente miré a Kilian
Su rostro reflejando todo el dolor, angustia y desilusión.
Esto me costará muy caro.
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Una Dosis Peligrosa [1&2]
RomanceEl regreso del apellido DuCraine. Lo idiota se hereda. La familia se fortalece. La amistad no caduca. El peligro atrae. El amor sobra. Nunca digas nunca. [...] *Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, en cualquier forma o p...