SAMANTHA
Se que estuvo muy mal todo lo que le dije a Keiden, todo lo que hice, pero siento que estuvo bien en algún sentido. ¿Que él pensaba? ¿Que correría a sus brazos y le diría que lo amo? ¡Pues no!
Con una copa en mano y buena compañía me encuentro observando la gente bailar felices en el centro de la pista. Todos con sus parejas sonriendo, luego de ver a Keiden no puedo dejar de pensar en su mirada llena de dolor ¡Pero se lo merecía!
Lo busqué con la mirada y no lo encontré ¿Se habrá marchado? No lo creo, Keiden no es de los se rinde tan fácilmente o eso pensaba creer. Se rindió conmigo. Menudo idiota del que me enamoré.
- ¿Estas bien? - Mike me saco de mis pensamientos absurdos
- Si - le sonreí mientras él me devolvía la sonrisa
Es un chico perfecto, siempre lo ha sido. Solo siento atracción por él, ese sentimiento que sentía antes ya no está. Solo Keiden logro meterse tanto en lo más profundo de mi corazón como en mis bragas. ¡Otra vez pensando en Keiden! Me regañe mentalmente.
- Sam, ¿me estas escuchando? - volví a la realidad
- Lo siento, ¿qué decías? - pregunté apenada
- ¿Que traes con Keiden? - me quede helada - ¡Lo sabía! - respondió rápidamente
- ¿Sabías que? - estoy confundida ¿Que sabía?
- Estas enamorada de él - fue más una afirmación que una pregunta
- No, eso creí - respondí más para mí que para él
- Podrás engañar al mundo, pero al corazón no Sammy - ese apodo, Keiden solía llamarme así siempre
- No quiero hablar de eso - corte fría
- ¿La regó? - preguntó con interés y asentí - eso significa que tendré tiempo - dijo más para el que para mi
Sabía que lo decía para esperar que me negara, pero no lo haría. Quizás él podría hacerme olvidar a Keiden, ese estúpido idiota que jugo con mi corazón como si fuera una pelota de baloncesto. Encesto el canasto y se marchó dejando todo sin mirar. Viene arrepentido, pero sé que lo quiere, volver a encestar para volver a marcharse. ¡Menudo idiota!
Miro los alrededores buscando a Kilian. ¿Dónde estará? Mi mirada se detuvo al encontrarlo a él, mirándome fijamente que hasta quemaba. La comisura de sus labios se levantó un poco. ¡Idiota! Miro cada uno de sus pasos. Veo que le susurra algo al DJ de la música y camina lentamente hacia mí.
- Bien, me han pedido que ponga una canción dedicada a las hermosas damas de esta fiesta - ¡Maldito idiota! ¿Como se atreve?
Tell me you love me de Boy Epic sonaba alto en aquel local, mientras él continuaba caminando hacia mí. Las parejas se levantaban a bailar y mis piernas temblaban.
- ¿Me permites? - preguntó ofreciendo su mano ¿Qué hago? ¿Debería? - vamos Sammy es solo un baile - pidió sonriéndome, aunque sabía que esa sonrisa no era del todo sincera.
Tome su mano y me guío hasta el centro de la pista. Colocó su mano suavemente en mi cintura acercándome a él y con la otra mano sujeta fuerte mi mano. Comenzamos a movernos lentamente, mirándonos fijamente. Quería abrazarlo y decirle lo mucho que lo extrañé, pero es imposible.
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Una Dosis Peligrosa [1&2]
RomansaEl regreso del apellido DuCraine. Lo idiota se hereda. La familia se fortalece. La amistad no caduca. El peligro atrae. El amor sobra. Nunca digas nunca. [...] *Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, en cualquier forma o p...