Una Dosis Peligrosa [1&2]

1.

KILIAN

- Samantha apúrate - susurré

- Aún no la descifro - se quejó

- Keiden está esperando - volví a susurrar - apresúrate

- ¡Ya cállate! - gritó en un susurro

Se preguntarán que tanto hacemos, resulta ser que nos metimos en problemas. Lo que llevo a que nuestros padres nos retirarán nuestras tarjetas de crédito por una semana.

¿Quién dice que los castigos de la señora DuCraine no pueden ser crueles? Sin pensar en lo mucho que hace sufrir a papá cuando está enojada, es muy graciosos verlo a mitad de la noche recorrer el pasillo con sus almohadas. Mamá puede ser cruel muchas veces.

Volviendo al punto, queremos ir al club, pero sin tarjetas no podemos, los chicos ya están esperando con sus tarjetas recuperadas, pero Sam no avanza a abrir la caja fuerte

- ¡Ya está! - dio saltos de alegría

- Sam los despertarás – susurre en forma de regaño

De pronto una alarma comenzó a sonar, me golpee la cabeza con la mano.

- ¡Demonios! – grite

De pronto el despacho se iluminó, dejando ver a papá con los brazos cruzados.

- ¿Estamos en problemas cierto? – pregunto Sam con su voz inocente

- En graves problemas – apareció mamá a su lado con su mirada muy molesta

- Si que lo estamos - susurré

Después de una graaaaaan charla donde mamá no paraba de reprendernos y llamar a nuestros tíos donde todos se pusieron de acuerdo en que teníamos que ir a una casa hogar y hacer voluntariado allí por una semana. Sin tarjetas de crédito y sin derecho a salir me fui a la cama a dormir.

Cuando estoy a punto de quedarme dormido tocan la puerta de mi habitación.

- Pase – veo entrar a mi Sam

- ¿Puedo dormir aquí? – preguntó Sam en un susurro

Me hice a un lado como respuesta, cerró la puerta y corrió a meterse debajo de mis sabanas.

- Lo siento – susurro apenada – fue mi culpa

- Tranquila hermanita – la tome por la cintura provocando que quedara su cabeza en mi pecho – duerme princesa, nunca me enojaría contigo

- Te amo Kil – susurro y beso mi pecho

- Yo te amo más Sammy – bese su cabeza

[...]

KEIDEN

- Papá, pero no es justo – me queje

- Hubieras pensado las consecuencias antes de intentar tomarnos de idiotas – hablo con tranquilidad

- Solo quería divertirme – susurre

- Estabas castigado - su tranquilidad me hastiaba - ahora estas doblemente castigado y harás voluntariado quieras o no

- ¡Mamá! – grite

- ¡A mí no me metas! – grito como contestación

- ¡Agh! - grite a todo pulmón

- ¡Ya cállate! - grito mi padre - ve a dormir que tienes que levantarte muy temprano

Me fui molesto a mi habitación, lo que me faltaba.

[...]

SIMEILY

- Pero mamá...

- Pero mamá nada - interrumpió - van a hacer voluntariado gusten o no

- Papá porqu... - Keimily fue interrumpida

- Hubieran pensado antes las cosas - hablo con firmeza papá - vayan a dormir que mañana tienen que madrugar

- No es justo - hablamos las dos a la vez

- Que lastima - hablo mamá sarcásticamente - a dormir

Nos fuimos maldiciendo todo el camino hasta nuestras habitaciones.

[...]

KENAI

- ¿No tengo opción?

- No la tienes - hablo mamá secamente

- Ya que no puedo quejarme me iré a dormir

Aprendí que a mamá nadie la hace cambiar de opinión. Lo que diga se hace, y si te quejas sales peor.

[...]

KILIAN

- ¡Levántense ahora! - entro mamá por la puerta - ¡se les hace tarde!

Mire el reloj, marcaba las cinco de la mañana.

- Mamá estas loca - me queje volviendo a esconder mi cabeza deja bajo de las sabanas

- Lo hubieran pensado antes - hablo - los espero en diez minutos abajo sin protestas

- Estamos jodidos - susurro Sam

- ¿Tú crees? - pregunté sarcásticamente

Como dijo mamá, en diez minutos nos encontramos abajo frente a ella.

- Bueno, pueden irse caminando - ordeno

- ¿Caminando? - pregunte sorprendido - mama eso está muy lejos

- Es parte del castigo

Salimos de la casa encontrándonos con los chicos. Todos estábamos cansados, con el peor sueño, fuimos todo el camino quejándonos.

- Esto nos pasa por no ser cuidadosos - se quejó Keiden al ver la entrada de la casa hogar

- Solo será una semana - asegure - podemos con esto

Todos entramos, rápidamente nos dijeron que teníamos que hacer cada uno, resulto que solo tenía que servir la comida.

Servía la comida mientras intentaba no quedarme dormido, pero fue inevitable no cerrar los ojos cinco segundos.

- Miren quien está aquí - esa voz hizo que abriera los ojos de golpe - si es el idiota

- ¿¡Otra vez tú!? - la mire confundido

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