Una Dosis Peligrosa [1&2]

18

KILIAN

Golpeo la Puerta como un loco demente sin parar. Sin importarme nada grito una y otra vez, lo único que quiero es sacar a Becky de ahí dentro. Los agentes me detienen a la fuerza evitando que haga cualquier locura.

- Le dije que no quería héroes – grita el sargento – si no respetara mis órdenes y hará cosas imprudentes le pediré a dos agentes que lo escolten hasta su casa

- No puedo ni quiero irme de aquí sin mi esposa – digo desesperado

- Entonces debe seguir mis ordenes, debe estar preparado – responde – le dare el permiso de entrar con nosotros, pero será fuera del peligro, no necesitamos héroes ni heridos, ¿comprende?

- Si, lo que sea – respondo

- Vaya con el agente que lo ayudara a prepararse adecuadamente – ordena

Camino detrás del agente esperando me prepare para entrar. La desesperación está en el tope, y la paciencia ya la perdí. Tengo una hija en casa esperando por nosotros sus padres, y tengo una esposa esperando por mí en el peligro.

- Hijo – papa se ve demasiado nervioso junto al señor Williams

Antes de que pueda hablar aparece Keiden desesperado y furioso

- ¡No puedes entrar ahí solo! – grita desesperado – no sin mi

- No – respondo – no puedo dejar que nada te pase

- Y yo no puedo dejar que mi mejor amigo entre allí y arriesgue su vida solo mientras yo me quedo aquí mirándolo todo – se acerca a mi – juntos o ninguno

- Eres un cretino – suspiro

- No puedes vivir sin mí – responde sonriendo

- Hijos, no poder detenerlos me enoja demasiado, pero solo les pediré que se cuiden – se acerca papa

- Lo haremos – decimos a la vez

Terminamos de prepararnos y nos ubicamos donde están todos los demás. Todos listos para proceder. En el momento en el que nos preparábamos lograron hablar con Yasiel, al parecer mis golpes y gritos lo enfurecieron demasiado. Becky corre el doble de peligro. Aun no detectan si tiene armas y si hay alguien más con él. Hasta ahora estamos a ciegas.

- ¡Bien muchachos, es hora de proceder! – grita el sargento - ¡marchando!

Todos comenzamos a adelantarnos y acercarnos a la casa. Unos agentes entrar por atrás mientras nosotros vamos por adelante. Tumban la puerta con fuerza y comenzamos a pasar.

- ¡Es mejor que salga de su escondite! – advierte el sargento – ¡no haga las cosas peores!

- ¡Si salimos de aquí será todos muertos! – grita Yasiel

- ¡Maldito desgraciado! – grito - ¡deja ir a mi esposa!

- ¡Si sale de aquí será en una bolsa de forense! – responde

La rabia se apodera de mí y salgo a toda velocidad por el pasillo directo a donde proviene la voz. Yasiel al visualizarme intenta cerrar la puerta, pero es muy tarde.

- Sera mejor que ores por salir de aquí vivo – lo agarro por el cuello de su camisa

- Kilian – susurra Becky al verme totalmente débil, golpeo fuerte a Yasiel dejándolo en el suelo

- Amor, aquí estoy – me acerco a ella y comienzo a desatarla

- Vaya... morirán como Romeo y Julieta – ríe Yasiel mientras nos apunta con un arma

- ¿Qué ganas haciendo esto? – pregunta Becky

- No verte feliz, puedo matarlo a él y que seas infeliz toda la vida, podría matarte a ti y que sea todo al revés - dice dudoso – o puedo matarlos a ambos

- Hagas lo que hagas no logras nada – escupo molesto – ella me eligió a mí, siempre a mi

- ¡Cállate! – dispara el arma, cubro a Becky esperando que el golpe llegara

Abro mis ojos y miro mi cuerpo, estoy intacto. Mis ojos no pueden creer lo que estoy viendo. Se me desgarra el alma con solo mirar. La furia, el dolor están corriendo por mis venas a más de 200 mph en estos momentos. Los agentes entrar a toda prisa, logrando agarrar a Yasiel. Los paramédicos están entrando de igual manera para atender la situación.

- ¿Por qué hiciste esto? – me acerco intentando detener la gravedad de la herida

- Porque eso hacen los hermanos...

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