KILIAN
No he podido dormir en toda la noche. Los pensamientos no quieren abandonar mi cabeza. Se repite una y otra vez el flashback de Becky besándose con aquel chico. Las palabras de él dan vueltas en mi cabeza una y otra vez.
Ella piensa que no me duele. ¡Si duele! Solo que aprendí a no demostrarlo. Con ella no se puede demostrar nada.
Nunca fue justa, siempre que intentaba decir algo que sentía solo no me dejaba terminar, no me escuchaba o peor, nunca me creía.
Lo más que me duele es que no confío en mí. Nunca confío, nunca mencionó un exnovio. Nunca mencionó un amor del pasado. Obviamente a nadie le gusta que hablen de sus ex's pero, si les gustaría saber acerca de su pasado.
Ella sabe todo de mi o al menos cree hacerlo. No me molesto en negarle que era un mujeriego, que amaba hacer a las mujeres rogar y sufrir, pero cambie. Tal vez.
Camino por la acera lento pero seguro, directo a ver a mi pequeña. Ayer fui un pésimo padre y eso tengo que arreglarlo.
Abro la puerta con mi propia llave, y subo silenciosamente hasta la habitación de Beck.
La puerta esta entreabierta y me animo a mirar un poco antes de entrar. Veo a Leslie morder su conejo de peluche en la cama mientras Becky está totalmente dormida.
Me acerco sigilosamente y con mucho cuidado de no despertarla todo a Leslie en mis brazos.
- ¡Leslie! - grita Beck un minuto después asustada al no sentirla en la cama - me asustaste - suspira con su mano en el pecho - pensé que se había caído - la miro sin mostrar nada de sentimientos - solo seré los ojos un minuto y luego no la sentí - se ve totalmente asustada
- Pensé en que debíamos dejarte descansar - respondo - iremos a abajo - me doy la vuelta
- Kilian - me detengo antes de salir, no me volteo solo espero que hable - no es nada, olvídalo
Salgo de la habitación sin esperar ni un minuto más.
[...]
Supongamos que llevamos horas sentados sin decir nada. Bueno, eso llevamos haciendo hace unas horas.
Leslie se ha quedado dormida y nosotros solo nos quedamos aquí sentados observándola en silencio. En otro momento este silencio no sería nada incómodo, pero lo es. Demasiado incómodo.
- ¿Quieres cenar? - pregunto
- Claro, ¿porque no? - responde aún sin mirarme
- Esta bien, pasaré por ustedes en una hora - digo levantándome - nos vemos
- Nos vemos - respondió sin mirarme
Salgo de la casa con los pensamientos aún en mi cabeza. Ayer estaba pidiéndome hablar, y hoy se comporta de manera diferente. Ni siquiera sé porque la invite a cenar, si solo la quiero lejos de mi vida en este momento.
Tengo el tiempo contado. Para mí una hora me basta y me sobra, pero para ella nunca es suficiente. Es increíble que no se haya quejado, como siempre hace.
[...]
Estoy mirando fijamente a la mujer que puede volverme loco en minutos. Vestida toda casual, pero aun así se ve igual de hermosa que cuando lleva un vestido todo elegante.
- ¿Donde esta Leslie? - le pregunto abriendo la puerta del copiloto
- Esta enferma, se queda con mamá - responde - solo será una cena de dos
- Muy bien - respondo cerrando la puerta
Doy toda la vuelta calmado, tomando todo mi tiempo. Cosa que sé que a ella le molesta. Se vuelve loca cuando lo hago. Pero milagrosamente hoy está muy tranquila, demasiado diría yo.
- ¿Lista? - pregunto
- Mjm - solo responde con la mirada pegada a su teléfono
Es igual a esta tarde, silencio, todo el camino en un incómodo silencio.
Entramos al restaurante y caminamos hasta nuestra mesa.
- Bienvenidos, ¿están listos pasa ordenar? - pregunta la mesera
- Si, podría traernos el especial de la noche - responde Becky sin permitirme mirar ni siquiera el menú, esto realmente está muy extraño
- Bien, ¿para tomar? - pregunta la mesera
- Una botella de vino blanco - respondo yo
- Bien, les traeré su pedido en unos minutos - responde marchándose
Nos quedamos mirándonos en silencio un buen rato. El restaurante cada vez se llena más y nosotros sin quitarnos las miradas de encima.
- ¿No tenías cosas de las que hablar? - pregunto rompiendo el silencio
- Dijiste que no había nada mas de que hablar - responde sonriendo
Con que es eso, por eso tanto silencio.
- Beck - pasa la mano por mi cabello acomodándolo - ¿porque tiemblas? - aleja la mano de repente y sonríe
- No estoy temblando - responde y niego con la cabeza
- ¿Porque mientes? - pregunto
- No estoy mintiendo - evita mi mirada
- Becky mírame - voltea a mirarme y sus ojos están totalmente cristalizados mientras sonríe falsamente
Me levanto y me siento a su lado, al hacerlo apoya su cabeza en mi hombro y suspira.
- No fue mi culpa Kilian - susurra
- Lo sé, aunque es difícil creerte - respondo
- Lo siento - susurra casi inaudible
- Lo sé - beso su frente y vuelvo a mi lugar
La comida llega y comenzamos a comer en silencio. Esta vez es un silencio menos incómodo.
- Vaya, no espere encontrarlos aquí - ese chico juro que lo mataré algún día
- Yasiel por favor, lárgate - pide Beck sin apartar la mirada de mi
- ¿Dónde está su hija? - pregunta - ¿Acaso lo fingieron?
- Eso no tiene por qué importarte así que lárgate - continuo en silencio
Respiro una y otra vez. Si pierdo el control juro que este restaurante aparecerá en las noticias por un asesinato y yo tras las rejas.
- ¿Acaso eres mudo ahora? - me pregunta y me levanto
- Creo que ya te pidieron que te marcharás y si no lo haces este cuchillo terminara en tu garganta - aprieto los dientes
- Es algo que me gustaría ver - sonríe
- Eres un...
- ¡Kilian! - Beck grita, miro a nuestro al rededor y veo a la gente mirándonos y susurrando
Tomo la mano de Beck y voy directo a la salida.
- Carguen todo a mi cuenta - le digo a la mesera antes de salir
Continúo caminando hasta el auto deprisa y sin parar
- Kilian, me estas lastimando - intenta zafarse de mi mano y no lo permito - Amor...
Reacciono y la suelto
- Lo siento, no quería lastimarte - digo rápidamente excusándome
- Hey - toma mi rostro con ambas manos - tranquilo...
- No quiero que se acerque a ti ni a mi hija - digo suspirando - ¿quién es él?
- Te lo contaré todo - besa mis labios - vamos a casa - pide - con nuestra hija
A casa...
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Una Dosis Peligrosa [1&2]
RomanceEl regreso del apellido DuCraine. Lo idiota se hereda. La familia se fortalece. La amistad no caduca. El peligro atrae. El amor sobra. Nunca digas nunca. [...] *Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, en cualquier forma o p...