2017
Vivir...
Morir...
La vida...
La muerte...
Es interesante como los humanos pierden tanto tiempo en sus vidas pensando en la muerte, preocupándose cuando será el fatídico día en que la muerte tocara su puerta.
Pero aún así no viven cuando aún pueden hacerlo, es decir cuando aún respiran.
En ocasiones no entendía lo que podía tener de grandioso vivir por tanto tiempo, cuando andas presente en décadas y décadas solo te queda ver como todo se derrumba familias, imperios, planteamientos y sobre todo... vidas...
Muchos humanos dicen que no tienen tiempo para esto o para lo otro. Andan pensando en el futuro y ven al tiempo como su enemigo.
Al final, todo eso son excusas que emplean para invertir su tiempo en cosas más "importantes" o en idioteces.
Es verdad toda esa basura de que sus vidas se puede ir en un segundo y que por eso tienen que disfrutar cada minuto en el que ellos están vivos y sanos.
Ya que por un accidente automovilístico, una enfermedad, un disparo, un envenenamiento, la vejez o, porque no decirlo, una mordida de vampiro, donde la sangre se drena en un dulce trago calmando el dolor de la garganta a causa de la sed y a la vez deja sin ese elixir de la vida a los lindos humanos.
Si es ridículo y todo lo que digan, al principio yo pensé que todo era un chiste pero no... Todo era verdad.
El humano puede morir en cualquier momento...
El humano siempre me ha perecido un ser tan débil y delicado y en realidad es un milagro que abran los ojos en las mañanas y puedan regresar a sus casas cada noche.
—Psyche— me llamó mi hermana, en realidad no era mi hermana pero me gustaba pensar que lo era— Nena, para ser un ser con sentidos desarrollados eres muy despistada.
Ella era una chica de hermosos rulos rubios que enmarcan su rostro en forma de corazón y con unos ojos azules expresivos e inmensos. Mi hermana tenia veinte años, bueno por fuera, pero en realidad iba a cumplir los ciento cuatro muy pronto.
—Vamos, Chloe. Di lo que somos sin miedo— le rete— Vampiros — susurre.
Seguí repitiendo la palabra hasta que terminé prácticamente gritándola.
—Niñas, por favor compórtense. —habló una voz con un fuerte acento francés, con un toque de diversión.
Así nos reprendió Gisèle con una sonrisa divertida desde el asiento del copiloto.
Ella era hermosa con sus ojos azules y un cabello negro intenso, fue convertida cuando tenía unos treinta y cuatro años, y eso fue hace ciento dieciséis años.
En ocasiones ella se comportaba como mi madre y ella pensaba en mi y Chloe como sus hijas. Esas hijas que nunca pudo tener pero que muchas ganas tenía.
—Psyche, sabes como no me gusta esa palabra— me dijo Chloe cruzando sus brazos y mirando por la ventana del automóvil.
—Pero es lo que somos, Chloe. — le respondió Aldric con suavidad viéndola por el espejo retrovisor.
Él era como nuestro padre, o mejor líder, no estaba muy segura de que tan viejo era pero era seguro que pasaba los quinientos años.
Era muy apuesto, con su cabello chocolate hasta los hombros y unos ojos iguales de oscuros.
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Colmillos En Su Sonrisa
VampireSer una adolescente ya es malo pero serlo eternamente es aún peor, apesar que pasen los años uno no puede crecer ni física ni psicologicamente. Psyche es una chica que lucha contra ella misma diariamente, pero en ocasiones su lado oscuro sale a relu...