Capitulo XXXI

13 0 0
                                    

Chloe condujo por un par de minutos, Hanna se mantenía en silencio en el asiento de atrás, seguía en el efecto, asi que comencé con el interrogatorio

-Voy a necesitar que me digas todo, Hanna-le pedí, sin necesitar de los poderes.

-Mi amo solo quiere que tengamos en el mundo el lugar que merecemos

Conocía muy bien esas ideas, me las había narrado mi creador en la temporada que estuvimos juntos, también me contó las cosas tan perversas que tenía en mente Anselm como si fuera necesario convertir la humanidad en animales y esclavos para el mero consumo vampírico.

En su retorcida mente el mundo ideal sería convertir las ciudades de humanas en granjas, otros esclavos, donde los gobernantes solo serían vampiros, ya que somos la evolución de la humanidad, por eso no merecemos vivir en oscuridad.

Ocultando nuestra verdadera forma como si fuera malo ser lo que somos, pero la verdad es que los humanos pensaban que nuestra existencia era una fantasía y no la historia de gente que tuvo verdadero contacto con uno de los nuestro en momentos de la historia.

-Eso no, ¿Cuántas como nosotras existen?

-Solo nosotras dos, a pesar que ha transformado y matada tantas no ha podido crear ninguna como nosotras, yo fui una coincidencia.

Así que él nunca se rindió, debí seguirlo por más tiempo y no dar por hecho lo que vi hace unas décadas, seguro estaba por rendirse cuando se topó con Hanna, que le volvió a dar esperanzas.

- ¿Qué espera Anselm que haga?

-Con el simple hecho de dejarte libre, es más que suficiente.

-El no sabe lo que dice...-susurré

-Psy, si quiere dejarte por allí es lo mismo que has estado haciendo hasta ahora-me intentó tranquilizar mi hermana.

-Él no me quiere libre a mí, si no a la parte...

-Ya entiendo

Cuando quise dejar a Anselm solo, estaba enloquecida, lo que existe en mi interior, no mata por sed de alimento, sino por sed de muerte, sufrimiento y dolor. Es un monstruo que no se queda tranquilo, en esa época luchaba contra mí misma, porque estoy consciente de mis actos, pero alguien más me controla, hasta que logro recuperar el control de mi cuerpo.

Cuando llegué a Aldric, me ayudó, era una especie de animal salvaje con momentos civilizados, me transformó en un animal civilizado con momentos de salvaje, fueron años difíciles alejados de todos, sin posibilidad de convivir con humanos, pero logré el control que poseo hoy en día.

Luego existieron muchos experimentos para adivinar el estado de mi poder, pero Aldric no consiguió nada...

-Puedes sentir a de Fed.-no era una pregunta, solo la aceptación de un hecho, Chloe estaba extraña mirando fija la carretera sus músculos tensos esperando cualquier cosa del exterior, imaginaba que tenía todos sus sentidos mas alerta de la normal.

-Si, ellos iban a tomar un vuelo a California

Mi conexión con Fed me mantenía informada de su estado, eso era bueno y mejor que un teléfono, aunque ya estaba un poco borrosa, lo sentía, era como un mensaje con interferencia, pero el mensaje llegaba claro y preciso.

Los tres estaban abordando el jet privado de Aldric, podía sentir el miedo de Fed y como Gisèle intentaba calmarlo, sin obtener buenos resultados.

Me sorprendió descubrir que no le daba miedo su seguridad, si no la mía y el porqué todos actuamos así con el vampiro misterioso, y si los de nuestra clase eran tan rápidos porque aun no nos habíamos topado con nadie.

Era cierto, pero Anselm no quería batalla, él nunca se ensuciaba sus manos con trabajos, me pareció raro que esta noche se tomara la molestia de aparecer, pero su accionar fue el mismo al mandar a Hanna como mensajera o mediadora.

Algo debe planear, pero no sabía que era...

-¿Cómo esta Paolo?-cuestionó mi hermana, sacándome de mis pensamientos, imagino que sus frases eran para llenar el silencio que se creaba, ya que ninguno de los cuatro necesitaba respirar y no existía latido de corazón en nuestro pecho, el único ruido que existía era el del motor y el roce de los neumáticos en la carretera.

Le di una mirada y seguía acostado, tenía sus ojos cerrados, no entendía si dormía o seguía despierto, era extraño su comportamiento.

-Aun no se qué le pasa pero luego de comer está recuperándose-le respondí, observé a Hanna y estaba tranquila en un lateral del asiento, como un robot que espera una orden, sus ojos vidriosos demostraban que aun estaba en transe.

-Debemos buscar donde revisarlo-propuse cuando pasamos un motel de carretera, no sabía cómo íbamos a pasar los cuatro por recepción pero necesitaba analizar el estado de Paolo

-No creo que logres mucho, primera vez que estamos en esta situación-me dijo mientras entraba al estacionamiento de motel.

El letrero tenía letras que no prendían y su fachada estaba deteriorada, pero necesitábamos un lugar donde pudiera hacerle preguntas a Paolo y hacerle una revisión completa de su cuerpo

-Ya estoy mejor...-me respondió incorporándose en el asiento trasero, pero yo ya estaba abriendo la puerta, me dispuse a tocar su frente en busca de otros signos extraños.

-¿Estabas durmiendo?- revisé sus ojos, y tenía esa mirada que gritaba mil cosas, pero sus labios no se movían como si algo lo detuviera, como si, saber la verdad sería más doloroso que el estado que está ahora.

-No...-respondió simplemente, pero él esquivó mi mirada y aparto mi mano de un manotazo, y comenzó a temblar, fue como si se sintiera perturbado por mi tacto.

Le di una mirada a Chloe y ella, capto mi mensaje sin palabras, debíamos hacer que él nos explicara.

- ¿Qué ocurre Paolo?-Chloe tomó sus manos, intentando calmar sus temblores y captar su atención en nosotras.

Su mirada estaba extraña como si quisiera llorar, pero era imposible llorar para nosotros, aunque ya no sabía que esperar de toda esta situación, no podíamos dormir y él hace un momento estaba como dormitando o lo que sea que estaba haciendo, además sin importar el tiempo que no se beba sangre nunca podíamos estar en el estado que estaba Paolo hace un momento, la debilidad no se presentaba de esta manera.

Lo sabía muy bien, ya que Gisèle, se quería morir de hambre, pero nunca lo logró solo se volvía mas desesperada, pero más nada y fueron unos años lo que duró en ese estado, en parte porque Aldric quería ver que se lograba y en parte porque no teníamos otra forma de alimentarnos, hasta que aparecieron las bolsas de sangre.

-Me siento extraño-susurró con voz quebradiza.

- ¿A qué te refieres?

Con suavidad se aparto de Chloe y me miró como escaneando mi interior, no sabía que quería, pero su mirada me acusaba de todo y nada, hasta que al final dijo lo que por tanto tiempo estaba conteniendo.

- ¿Qué eres?-me señaló - ¿Qué demonios eres?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 04, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Colmillos En Su SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora