Capítulo XIX

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—Es un gusto ver que ya te encuentras mejor— se alegró verdaderamente Gisèle.

—Gracias. —dudo Federick en decir esas palabras pues no sabía qué era lo verdaderamente correcto de comentar en este momento.

—Bueno, creo que ya debes llamar a Erika. —le dije mientras le señalaba el teléfono de la casa, el cual nunca ha sido usado por los nosotros. Fed agradeció el gesto y se fue al teléfono.

—Crees prudente que le estemos dejando usar el teléfono—me cuestionó Chloe mientras se peinaba sus rubios cabellos en una hermosa trenza.

—Claro, de todas formas si decide decir algo lo sabré y lo detendré— informé con calma.

Mi hermana me miró con una mirada interrogante, así que con mi dedo índice le señalé mi cabeza.

Ella entendió y me guiñó un ojo.

¿Cuándo pensabas informarme?— escuché el regaño de Erika en la mente de Federick.

—Lo estoy haciendo en este momento. — le resaltó en susurros. El chico no quería que escuchara pero era algo inevitable para nosotros.

Estuve...estoy muy preocupada por ti. — reclamó Erika.

En la otra línea se escuchó la voz de otro hombre, debía ser el padre de Federick preguntando por su hijo.

—Lo sé, lo sé...—

No parece... y que haces aun por esa casa, porque no regresas a la tuya.

Es que... no he...— dijo unos cuantos balbuceos antes de darme una mirada.

Hasta ese momento no me había percatado que estaba atenta no solo a la conversación que se desarrollaba por la línea telefónica si no también a la presencia de Federick en la sala.

— ¿Qué, hijo?— insistió su madre un tanto enojada, eso seguro se debía a todo el misterio que traía su hijo por la línea.

Federick comenzó a pensar en lo ocurrido en la noche y tal vez le podía decir a su madre la verdad omitiendo la parte de los vampiros.

Me pareció correcto así que le di una leve inclinación de cabeza en modo de aceptación.

—Nada, es que me desmaye hace unas horas y los padres de Psyche no me van a dejar ir hasta que estén seguros de mi estado.

— ¿Sus padres?— al parecer no se creyó eso de mis padres. De todo lo que le dijo su hijo, sólo no creyó que mis padres estuvieran en casa.

—Si, ellos...

—Pásamelos, quiero hablar con ellos. — demandó de inmediato, sabía que iba a hacer eso.

Pero no...—le contradijo Fed esperando que se le pasara esa idea.

Pásamelos. — repitió.

Gisèle, Aldric...la madre de Federick quiere hablar con ustedes. —Dije en susurros rápidos— Él le dijo que sufrió un desmayo y que ustedes no lo dejaran ir hasta que estén seguros que se encuentre bien.

—Ese chico casi dice la verdad— comentó Chloe desde el sofá mientras pasa las hojas de una revista.

—Eso no es cierto, Chloe. — la desmiento lanzándole dagas por los ojos.

—Claro...y nosotros le diremos que los tenemos bien vigilados. —se emocionó Gisèle por poder hacer el papel de mi madre.

Federick se acercó a nosotros a pasos lentos y con la cara sonrojada.

Colmillos En Su SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora