Capitulo XXVIII

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— ¿Cómo se sintió beber sangre humana?—por su pregunta solo pude levantar una ceja, pero él no me veía—Luego de no saber nada de vampiros.

Esto no era como algo que se debía pensar mucho, era natural una vez que te convertías en una sanguijuela, todo adquiría una nueva forma de verse, no hay que analizar lo que se debe hacer, solo se hace.

—Bueno—estaba buscando una forma de ponerlo en el contexto— ¿Cómo te sentiste la primera vez que comiste algo duro?

—No lo recuerdo era un bebé—me respondió y tenía sentido, porque los humanos no poseían tanta memoria, y los recuerdos no se comenzaban a crear a los seis años de edad— ¿Tampoco lo recuerdas es eso?

Creo que no llegué al punto que quería llegar, debí poner otros, o mejor responder de manera directa sin tantas vueltas, como últimamente estoy haciendo.

—No, los vampiros no podemos olvidar nada, hay una gran memoria en esta cabeza—le dije tocando mi cráneo con el dedo índice un par de veces, como un botón.

— ¿Qué quieres decir?— mi explicación no llegaba al tema que él deseaba.

—Es algo que puedes hacer, más que nada de sobrevivencia, no hay mas explicación, solo haces lo que debes hacer.

—Pero puedes matar.

Él me veía como una criatura peligrosa a pesar de todo, bueno no exactamente a mi persona, mi especie la clase de monstruos que eran los vampiros.

En su mente podía deslumbrar que me veía distinto, como un aire seductor, carismático y sarcástico, unas características propias de mi parte anormal y otras de mi persona, esa personalidad que se fue formando con el paso de los siglos.

—No, los humanos pueden perder cierta cantidad de sangre, es decir, los humanos dan sangre y no mueren—sus mentes llegaron imágenes muy macabras como personas ofreciéndose para sacrificios, muy fantasioso— Me refiero a las donaciones.

—Ya—soltó aire de alivio, eliminando esa imagen de su mente, cada vez más difusa para mí como si no pudiera enfocar bien—Por un momento me fui muy literal.

—Sí, lo estaba viendo.

El silencio nos envolvió, Fed solo pensaban como podía seguir indagando, según, él andaba muy receptiva con todo eso, permitiéndole que me diera preguntas y sin muchas vueltas respondía.

— ¿Qué paso?—preguntó, quería todo pero muy difícilmente podía resumir 300 años en menos de dos horas— ¿Por qué separarte de tus inicios?

Fed, en realidad quería saber lo sucedido con mi creador, o si uno de los que están conmigo me convirtió en esto, pero no se atrevía a formular de manera directa, por suerte la conexión me permitió entender las partes escondidas de sus palabras, porque por sí sola la pregunta no tenía sentido.

—No lo hice por voluntad, mi creador murió, lo asesinaron.

— ¿Cómo te encontraste con los que vives ahora?

Me alejé un poco, estábamos un poco apartados de los chicos, de la fiesta y de todos, podía ser mi verdadero ser, así que me senté en una banquilla que estaba un poco lejos, no porque estaba cansada, si no para que mi acompañante guardara asiento en caso que una noticia fuera mucho para él.

—Aldric fue el primero, por un tiempo estuvimos juntos—por mi mente pasaron esos momentos a su lado, buenos, malos pero momentos que nunca se olvidan—No sé mucho de su historia porque él no cuenta su historia.

En ese aspecto, Aldric fue muy reservado nada se le escapa, nada, ni un minúsculo detalle, cuando inician estos temas el mide cada letra que sale de su boca.

— ¿Juntos?—esa es la única parte que quedó rondando en su cabeza, no me sorprende, mis palabras se malinterpretan muy fácil.

—No en ese sentido, él es como mi padre...

—Ya, disculpa— se sentía avergonzado por suponer tales cosas— La única que tiene acento es Gisèle.

Aldric, desde que lo conozco habla como ahora, Chloe es americana, de california, no es como si Federick pudiera distinguir una diferencia muy notoria, y mi acento lo perdí por los trescientos años que no toco Grecia.

—Sí, ella es de Francia, como te podrás dar cuenta, la encontramos en nuestra breve estancia allá—una estancia no muy grata para ninguno, por eso no hemos vuelto directamente a Francia solo a los alrededores, Chloe ha querido entrar, he ir pero los tres nos negamos, eso le pasa por unirse tarde y perderse cosas que ninguno está dispuesto a hablar.

— ¿Cómo fue ella...?

—Aldric la convirtió y su transformación tardó como un poco más de dos semanas— algo fuerte para nosotros.

— ¿Cuándo tardó la tuya?

La respuesta no estaba segura pero no nos alejamos mucho de la fiesta y al poco tiempo estaba bien y nadie estaba muy distinto, sin embargo no entré porque mi sed era muy grande.

—Un par de horas—saqué una breve respuesta, se asombró por el breve tiempo, pensaba que una a decir unos cuantos días, no horas.

— ¿Por qué tardó tanto la de Gisèle?

—Ella había sufrido su cuarto aborto, y ya no quería vivir más—en esa época, por no poder crear una familia, un hijo, era muy fuerte la mujer carecía de valor, es increíble como muchas ideas han cambiado, no a un nivel mundial, pero cambios, son, cambios.

—Se intentó suicidar—terminó por mi sacando conclusiones.

—Sí, pero Aldric se enamoró de su belleza y no la iba a dejar morir esa noche.

—Pero, ahora vive eternamente—ella quería acabar su vida y terminó viviendo para siempre, nadie obtiene lo que quiere, bueno Aldric la convirtió por razones egoístas, sin embargo fue la única acción que ha hecho en ese sentido.

—Sí, pero ya no sola, como se sentía en esa noche—dije como reflexión final, por el tono de mi voz dejo las preguntas de Gisèle y pasó a pensar en Chloe

—Ella fue diferente, yo la transforme.

Sus ojos se agrandaron del miedo, hasta que solté unas carcajadas, en frunció el ceño entendiendo que era otra de mis bromas de mal gusto, según él.

—No, es mentira ella ya era vampira cuando la conocimos, solo que nos hicimos a migas, hermanas— conté recordando como nuestra amistad y ayuda mutua nos convirtió en lo que ahora somos, una familia de diferentes orígenes y tiempo, pero la unión existía entre nosotros.

Comenzaba a oler algol una presencia nueva, pero me era familiar, lo único que sabía es que no era humano, y no era bueno que Fed estuviera aquí en la oscuridad con más de un vampiro, porque los de mi especie no siempre se controlan, somos salvajes que intentan ser civilizados.

—Es mejor que entremos—le dije tomándolo del brazo para jalarlo hacia adentro, al principio ejercicio un poco de fuerza para evitar mi control, pero después se dejó ir ya que no iba a poder contra mí

— ¿Por qué?—miró alrededor buscando algo que no concordara con el resto— ¿Qué ocurre?

—Te digo adentro—le prometí, pero era tarde, sus ojos rojos resplandecían en la noche oscura que nos rodeaba.

Me encontró...

—En verdad crees que tener más humanos al rededor me detendrá—su voz, era espeluznante, no me podía erizar la piel, ni acelerar el corazón por el miedo, ya que no tengo reacciones fisiológicas, pero no podía decir lo mismo de Fed, el cual escondí en mi espalda.

—No, pero no creo que pongas en riesgo nuestra forma—le di una sonrisa, dulce, poco a poco saqué mis colmillos.

—Niña, los vampiros son superiores en muchos sentidos y no me intimida una bola de humanos púbertos.

Colmillos En Su SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora