Capítulo X

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— ¿No te gustaría ir conmigo al baile?— le pregunté dándole la rosa y una sonrisa en mis labios.

—Yo, no se ehh—decía incoherencias, más de lo usual. Pude escuchar un ruido a mis espaldas y Federick también lo escuchó pues fijo su vista allí— Ya veo.

Pude ver un brillo de dolor en sus ojos antes de que se destapara todo su enojo.

—Es una de sus bromas— dijo recogiendo todas sus cosas muy rápido.

— ¿Bromas? ¿De qué hablas?— no entendía a que se refería. Por mi parte no estaba bromeando, lo estaba invitando en serio.

—De eso mismo— me miro directo a los ojos y estaba pasmada por todo— Porque eres hermosa e inteligente crees que tienes un poder sobre nosotros—hablo de forma que su voz salió dura y fría, no tanto como podía ser la mía, pero si lo suficientemente como para dejarme asombrada.

—No tengo nada, solo...

No había entendido su cambio de actitud hacia mí, y más cuando me interrumpía a media frase.

—He visto como rechazaste a esos chicos. —me dijo y seguro medio instituto ya lo sabía, si no lo sabía todo el colegio ya— Y ahora vienes a mi...

Pude ver el dolor en él, tomo la rosa y la aplastó en su puño cerrado, al abrirlo la dejó caer sobre la mesa— ¿Qué pensabas hacer? ¿A última hora cancelar y no ir conmigo?

—No, para nada yo...

No me dejó terminar si no que tomo su bolso y se fue susurrando unas últimas palabras.

—Yo no voy a caer en tu trampa...

Me quedé un momento en estado de pausa, pensando en todo lo ocurrido.

Sentía que era el karma trabajando, pues había rechazado a cinco chicos el día de hoy y con único que quería ir al baile me rechazaba.

Este día no podía ser mejor...

Además ya sentía el efecto de debilidad creciendo en mí por estar usando tan seguido mi poder.

Caminé de regreso a la mesa donde todos me veían esperando unas palabras de mi parte.

—Lo siento, P— dijo Sunny por completo mortificada.

Eso no me lo esperaba, se veía arrepentida por algo de la cual no estaba enterada.

— ¿Por qué te disculpas?

—Fue mi culpa, él se enojó porque yo me reí

Allí caí en cuenta que el ruido que escuché había sido la risa de Sunny, seguro él pensó que era una broma de los chicos y que yo me había prestado para eso.

—No fue eso. Es solo...

—No, Sunny tiene razón. — dijo Ryan mirándome con ojos tristes.

—Nosotros le jugábamos bromas a Federick, dejamos de hacerlo, pero claro él aún está a la defensiva con nosotros. —me explicó Deila apenada.

Pero había algo que no cuadraba en todo esto.

— ¿Por qué te reíste?

Nunca pensé en Sunny como una chica mala, que lastima a las personas. Siempre, en todos estos cuatro meses, me ha parecido una chica tierna y buena amiga.

—Me dio gracia que de todos los chicos, escogieras a Federick. —dijo tornando sus mejillas rosadas—Pero no en el sentido malo.

—Al parecer nadie conoce tus gustos, Psyche— comentó Alan rascándose su barbilla.

Colmillos En Su SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora