Capítulo XXI

24 1 0
                                    

Con un respiro me levante y salí del comedor, escuché a Fed llamándome, pero seguro que no me iba a perseguir total no quería que nos vieran mas juntos.

Más rápido de lo que pensé, la hora de almuerzo paso así que me encaminé hasta el salón de biología.

—Al parecer nosotros estamos en las mismas— me dijo Ryan cuando me vio en el salón sin nadie más, me extrañó que no estuviera con los demás chicos, pero decidí dejarlo pasar— Tu me gustas, a ti te gusta él y él....pues no se que tiene ese chico al no prestarte atención.

—Bueno, ni yo lo sé en esta ocasión— mis hombros estaban hundidos y mi cara abajo. Ryan me dejó tranquila y me hizo sentir bien al saber que él entendía cuando alejarse.

Sentía como el salón se comenzaba a llenar de estudiantes y cada uno ocupaba su puesto correspondiente.

Admiré, cuando faltaban pocos minutos para iniciar, como entraba Fed y se quedaba en la puerta viéndome. Después de su impacto inicial siguió hasta su puesto a mi lado.

—Psy, escucha...—Sabia de ante mano que se iba a disculpar pero no quería escuchar lo que me tenía que decir ahora.

—No importa, Fed, yo actúe mal.

Después de las clases te veo en tu moto, por favor— suplicó en su mente

Di un leve movimiento de arriba y abajo con mi cabeza y le presté atención a la clase que ya había visto y me sabía de memoria, con el paso del tiempo la biología no cambiaba solo se le agregaba información, por eso se me hacia tan pesada y fastidiosa.

Cuando el timbre sonó agarre mis cosas de forma lenta y pausada. En el salón ya no quedaban muchachos.

Vi como una mano se acercaba a mí, y en un rápido movimiento esquive su tacto, me alegraba que no estuviera ningún estudiante en el salón porque había mostrado mi velocidad súper humana.

Pude apreciar como Federick se asustó de forma leve, se le había olvidado la criatura que soy bajo toda esa apariencia de chica normal.

— ¿Ahora qué?— indagué mirándolo.

— ¿Estás molesta?— preguntó de forma idiota.

Se sentía arrepentido por cómo me trató por algo tan tonto como era esa situación.

Puse una expresión fría como la que solía tener cuando andaba buscando una presa, en mi cara no se mostraba ninguna emoción ni otorgaba un mensaje para leer.

—No...—le respondí simplemente.

—Si lo estas— aseguró intentando tocar la piel de mi brazo, pero di unos pasos hacia atrás para alejarme de él.

Tomé mi mochila con mi casco y me dirigí a mi moto, mientras escuchaba las disculpas contantes de Federick. En este momento quería eliminar la ridícula unión pero era algo imposible.

Ojalá le pudiera poner mute a la voz del tonto humano...

Lamento haber dicho eso en el comedor, estuvo de más...

—Sabes si me vas a decir eso puedes ahorrarlo— le dije deteniendo su vómito verbal — Me voy a mi casa.

Le anuncié pero el volvió a pensar en lo mal que todo estaba yendo en este momento.

Escucha, actué mal lo se...

Ya iba a comenzar con sus disculpas, este niño como que no entendió que no quería sus palabrerías en mi cabeza, en este momento.

—No— brame enojada— La que actuó mal fui yo no debí besarte menos cuando te acabas de enterar lo que soy.

—No me molesta lo que eres— vi como se comenzaba a formar una imagen de mí en su mente.

Me veía como una chica hermosa y eso... solo eran los efectos que causaba la imagen vampírica en los pobres y débiles ojos humanos.

—Claro que te debe molestar — le mostré mis colmillos — Soy peligrosa. — declaré caminando hacia mi moto.

—No me lastimaras, lo pudiste haber hecho esa noche y no lo hiciste.

Esas palabras tenían algo de razón, pero lo que era problema aquí no era si era peligrosa o no. Era como tomé atribuciones que no debía

—Está bien, tienes un punto, igual el beso estuvo de más.

Vi como su cara pasó por los distintos tonos de rojos pero su mente era un caos así que no podía saber que pensaba exacta de ese hecho pues cuando ocurrió lo tomé de sorpresa.

—Para eso no tengo comentarios.

Su voz me sorprendió pues no pensaba que fuera a hablar, así que era mejor dejar este tema atrás.

Me coloqué mi casco y arranque mi moto.

Cuando estuve a pocos metros de mi casa pude escuchar lo que meditaba Federick mientras iba camino a su casa. Al parecer se le había olvidado por completo lo referente a la unión.

No me molestó el beso...debo estar demente...pues ella es un vampiro en otras palabras una criatura de la noche que bebe sangre...sangre humana...y yo era humano.

Una sonrisa se formó en mi rostro... se notaba que solo parloteaba, sin acordarse que yo aun podía leerle la mente.

Y eso no era lo más pre opante del asunto, no señor, es que no me molestó su acción mas bien me gustó...

Sus palabras provocaron algo en mí que no había sentido antes, era muy extraño.

Pude sentir como alguien se me acercaba, más especialmente, Aldric.

— ¿Qué ocurre? — preguntó viéndome con detalle.

No entendía a que venía esa pregunta así que me fijé a mí alrededor y no vi nada extraño.

—Nada— me encogió de hombros — ¿Por qué la pregunta?

Levantó una ceja y me miro con los ojos entrecerrados

—Hace dos horas que llegaste y no te has movido de tu moto

Estuve tan metida en los pensamientos de Fed que no me di cuenta del tiempo.

Me bajé de la moto para luego quitarme el casco, pero Aldric se fijaba en cada movimiento como si esperara que algo malo pasase.

— ¿Ahora qué ocurre?

— ¿Te has enamorado?— me atacó con otra pregunta, pero sentí que esta poseía una trampa escondida. Además sin importar mi respuesta iba a caer en ella.

—Eso creo, pero no estoy segura— le dije rascándome la nuca con nerviosismo.

—Espero que no ocurra ahora...— me pidió, pero no entendía nada de esta charla tan extraña por parte de Aldric

—Lamento decirte que no entendiendo lo que intentas decir.

Miro a todos lados, como exasperado por mi forma de tomar esta discusión.

—Tú entenderás...

Dejó la frase al aire y se fue al interior de la casa.

Debería estar asustada por su presencia— la voz de los pensamientos de Fed se colaban en mi cabeza sin autorización. — Pero ella para mi es demasiado...

—Un dólar por tus pensamientos

La burla de Chloe me regresó al lugar donde andaba mi cuerpo, cada vez era más difícil estar presente cuando Fed estaba analizando todo lo sucedido en estos días.

—No son interesantes— susurré.

—Adivino, estas metida en la mente de Federick.

Me quedé sin palabras, intente esconder mi expresión de asombro pero no lo hice lo suficientemente rápido.

— A mi no me vas a engañar...

Colmillos En Su SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora